miércoles, abril 04, 2012

Gloria y honor a nuestros héroes de Malvinas. REPLICA AL 2DO DOCUMENTO DE INTELECTUALES DESMALVINIZADORES.

A treinta años de la guerra de Malvinas: GLORIA Y HONOR A NUESTROS HEROES ! MALVINAS ARGENTINAS ! REPLICA AL 2DO DOCUMENTO DE INTELECTUALES DESMALVINIZADORES. Nuevamente los “intelectuales” del progresismo nos privilegian con otra pieza de la literatura lacrimógena de la desmalvinización. Al cumplirse los 30 años de la gesta malvinera, en lugar de honrar a nuestros héroes, o al menos, mantenerse en el silencio del respeto que una causa superior merece, estos “hombres de la cultura” caen en los lugares comunes que ya en 1983 señalaba el ideólogo Alain Rouquié. En reportaje de Osvaldo Soriano publicado en la Revista Humor, en abril del 83, señalaba el francés: “Quienes no quieren que las Fuerzas Armadas vuelvan al poder, tienen que dedicarse a desmalvinizar (…) Porque para los militares Malvinas serán siempre la oportunidad de recordar su existencia (…) y harán saber que ellos tuvieron una función evidente y manifiesta que es la defensa de la soberanía nacional”. Contra esta versión, decían los veteranos de guerra en el Encuentro organizado el d 6 y 7 de diciembre de 2005 por la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas y la Comisión de Veteranos de Guerra del Banco Nación, entre otras entidades: “(La desmalvinización) es un proceso que lleva a que la gente olvide, tiene que ver con tapar los actos de heroicidad, el compromiso y el hecho de defender lo propio. Si esto no hubiese existido y muchas de las características de toda la Argentina hubiesen sido distintas, el pueblo argentino estaría demandando la devolución de Malvinas, y una movilización por recuperar la soberanía sobre Malvinas estaría encabezada por veteranos de guerra, pero también por cinco o diez millones de argentinos haciendo ese mismo reclamo (…) Se pretendió; siguiendo los consejos del politólogo francés Alain Rouquié, reducir la recuperación de Malvinas a una aventura de la dictadura militar, olvidando, que el conflicto viene del fondo de la historia argentina, omitiendo el protagonismo popular y negando nuestra razón y la justicia de nuestro reclamo. Se ocultó a los combatientes y se los redujo a “chicos de la guerra”, una minoría sociológica sólo digna de lástima”. En el documento que analizamos, dichos hombres de la “intelligentzia” vuelven a cometer errores jurídicos, esta vez, en lo atinente al Derecho Civil, puntualmente en lo que hace al derecho de propiedad, puesto que señalan: “(que el conflicto) fue disparado a partir de una invasión decidida por la dictadura militar más cruenta de nuestra historia y acompañado por una sociedad imbuida del espíritu de las "guerras justas". Amén de las demás consideraciones, en las que coincidimos, pues a pesar de la ironía de la que hacemos caso omiso, nadie puede negar que la guerra de Malvinas en lo que hace al reclamo argentino, fue una guerra justa. Pero volviendo al dislate jurídico nos preguntamos: ¿En qué libro de derecho civil o derecho internacional se contempla el concepto de “invasión” de algo que es propio? Pues siendo las Malvinas parte del territorio nacional, usurpado por la fuerza de un país imperialista y colonialista en 1833; lo que aconteció el 2 de abril de 1982 fue una recuperación, o mejor aún, una restauración de la posesión de las islas de la que Argentina fue privada por Inglaterra. A renglón seguido, insisten los escribas en calificar la guerra de Malvinas como una “aventura”…para refutar esta tesis definitivamente, puesto que lo que podamos decir nosotros parece caer en “saco roto”, veamos que decían sobre el tema los máximos jefes ingleses en Malvinas. Por ejemplo, sobre la importancia del conflicto en el Atlántico Sur dijo John Nott (Ministro de Defensa de Gran Bretaña, ante la partida de la Fuerza de Tareas): "No estoy seguro de ganar ninguna batalla, pero tenemos que detenerlos [a los argentinos] antes de que cunda el ejemplo entre otros gobiernos" (Armando Alonso Piñeiro: Historia de la Guerra de Malvinas, Ed. Planeta, Buenos Aires, 1992, p. 51). Sobre las capacidades militares de los beligerantes el Brigadier Julian Thompson expresó (Comandante de los Royal Marines): “Si hubieran esperado un poco es probable que no hubiéramos sido capaces de responder del modo en que lo hicimos”. “Diario Times de Inglaterra, 10/6/82: “Fuertes bajas pueden retrasar el ataque a Puerto Stanley (…) tal es la magnitud del desastre, de acuerdo a algunas fuentes”. (OLIVA, Enrique, Malvinas desde Londres, Ciudad Argentina, Buenos Aires-Madrid, 2002, p. 721) Más contundente, decía el Almirante Sandy Woodward (Comandante de la Task Force): “Estallaron menos bombas de las esperadas, casi la mitad, si hubieran explotado nos hubieran derrotado. Si las espoletas de las bombas hubiesen sido correctamente armadas, no me cabe ninguna duda de que hubiésemos perdido. Hubiésemos perdido el doble de buques de guerra, anfibios y mercantes. Considere seriamente la posibilidad de llamar a casa para decir que habíamos perdido. La situación parecía indicar que estábamos fuera de juego, en algún momento hay que pensar en terminar con todo”. Y dos testimonios más que grafican que Malvinas no fue “una aventura militar” (ya lo demostraba el libro inglés “No picnic”, que nuestros desmalvinizadores parecen desconocer): El Almirante Sandy Woodward (Comandante de la Task Force): “El 14 de junio escribí estas palabras en mi diario: ”. Y el Diario Daily Mirror de Inglaterra, 18/6/82: “Sólo a un paso de una pesadilla naval (…) Expertos de defensa van camino a Malvinas para investigar los secretos más guardados de la campaña, porque ahora que la batalla ha terminado se puede revelar que Gran Bretaña estuvo cerca de un desastre militar”. (OLIVA, Enrique, Malvinas desde Londres, Ciudad Argentina, Buenos Aires-Madrid, 2002, p. 812-13). Pruebas de lo difícil que fue para Inglaterra la guerra con Argentina. Y prueba de que las “quinta columnas” siempre son peor que un enemigo que pelea de frente. No conformes con sus diatribas, fueron más lejos aún poniendo en duda la legalidad y legitimidad de la posición Argentina. Al respecto dicen “Ese movimiento ilegal en arreglo al derecho internacional y criminalmente irresponsable en términos del valor de la vida humana no permite hablar, estrictamente, de una derrota. Esa invasión fue celebrada por la Argentina”. No se entiende la falta de información o la impunidad con la que buscan dañar los intereses nacionales. ¿Desconocen acaso la Resolución 1514 de la Asamblea General de la ONU (conocida como carta de descolonización)? ¿Ignoran la resolución 2065 de 1965 de Naciones Unidas por la que se invita a las dos partes (los kelpers no son parte para la ONU), los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña a examinar y negociar sobre Malvinas, respetando los intereses de los kelpers (interés, y no deseo, pues se trata de una población implantada)? ¡Ni qué decir de las sucesivas declaraciones de la OEA en las que se reconoce el derecho argentino sobre Malvinas! Pareciera que algunos ignoran que achacar a nuestro país el rótulo de agresor es desconocer 130 años de despojo, de usurpación a través de la violencia, de diálogos frustrados unilateralmente por Gran Bretaña, de burlas hacia el derecho internacional…y como si fuera poco, soslayan que la Operación Rosario, de recuperación de nuestras islas, fue totalmente incruenta para los ingleses, sin producirles siquiera una víctima, no gozando de éste beneficio, los hombres de nuestras FFAA que allí actuaron. Otro lugar común, al que los intelectuales progres no escapan es la victimización. Sobre esto sostienen: “También se atribuye a los soldados y oficiales que allí murieron una condición heroica. No se trata de negar que muchos de ellos hayan tenido, en lo personal, comportamientos heroicos (muchos fueron ejemplarmente solidarios con sus compañeros), pero sí de resistirse a que su memoria sea objeto de manipulación cuando han sido básicamente víctimas”. Con este tipo de afirmaciones están violando la ley 24.810 que establece: “Artículo 1º.- Incorpórase como inciso f) del artículo 17 de la Ley 17.671 el siguiente inciso: f) Registrar a solicitud del ciudadano que acredite la calidad de excombatiente de la guerra de Malvinas la Leyenda: "Excombatiente, héroe de la guerra de las Islas Malvinas". Pero como nosotros los nacionales sabemos de la afición que tienen los escribas progresistas por lo emanado de culturas extrañas a estas latitudes, optamos por reproducir las palabras del “as” de la aviación francesa, Coronel Pierre Closterman: “A vosotros, jóvenes argentinos, compañeros pilotos de combate, quisiera expresaros toda mi admiración. A la electrónica más perfeccionada, a los misiles antiaéreos, a los objetivos más peligrosos que existen, es decir a los buques, hicisteis frente con éxito. A pesar de las condiciones atmosféricas más terribles que pueden encontrarse en el planeta, con una reserva de apenas unos pocos minutos de combustible en los tanques, al límite extremo del radio de acción de vuestros aparatos, habéis partido en medio de la tempestad en vuestros Mirage, vuestros Etendard, vuestros A-4, vuestros Pucará, con escarapelas azules y blancas. A pesar de los dispositivos de defensa antiaérea y de los misiles de buques de guerra poderosos, alertados con mucha anticipación por sus radares y los satélites norteamericanos, habéis arremetido sin vacilar. Nunca en la historia de las guerras desde 1914, los aviadores tuvieron que afrontar una conjunción tan terrorífica de obstáculos mortales, ni aún los de la RAF sobre Londres en 1940 o los de la Luftwaffe en 1945. Vuestro valor no sólo ha deslumbrado al pueblo argentino sino que somos muchos los que en el mundo estamos orgullosos que seáis nuestros hermanos pilotos. A los padres y a las madres, a los hermanos y a las hermanas, a las esposas y a los hijos de los pilotos argentinos, que fueron a la muerte con el coraje más fantástico y asombroso, les digo que ellos honran a la Argentina y al mundo latino. ¡Ay! La verdad vale únicamente por la sangre derramada y el mundo cree solamente en las causas cuyos testigos se hacen matar por ellas". Para el final, el “broche de oro del cipayismo”. Sin ponerse colorados, manifiestan: “La dolorosa tragedia provocada en 1982 por una dictadura sin escrúpulos y exaltada aún hoy por un nacionalismo retrógrado convoca nuestra responsabilidad y la de todos los argentinos (…) La Guerra de Malvinas debe ser condenada sin cortapisas”. Mal intencionadamente pretenden mezclar el justo reclamo de soberanía y el apoyo que este conlleva no sólo en la Argentina sino en toda la América Hispana, con una exaltación o apoyo a la dictadura militar. Nada más falso. Cosa que todos parecían tener claro. Al respecto decía Fidel Castro el 10 de mayo de 1982: “Una guerra colonial, que por su carácter y evolución las potencias imperialistas tratan de convertir en una lección para todos los países del Tercer Mundo que, no importa cuál sea su régimen político o social, defiendan su soberanía e integridad territorial, está próxima a alcanzar su etapa más dolorosa y criminal (…) Apelo a Usted para que efectúe las gestiones que considere prudente para detener la inminente agresión anglo-norteamericana contra el pueblo argentino”. Y el comandante sandinista Tomás Borge, integrante de la Dirección Nacional del Frente Sandinista: “Es intolerable que una potencia extracontinental , una potencia europea, agreda a un país de América Latina (…) Estoy seguro que muchos nicaragüenses irían. Sobrarían los voluntarios, entre los que se incluyen soldados del Ejército Popular Sandinista, milicianos, reservistas y policías”. Y mientras ellos se proponen “condenar la guerra de Malvinas”, los deudos de los caídos expresan categóricamente en el Estatuto de su Comisión: “Honrar pública y permanentemente a los caídos en el conflicto de 1982, para lo cual se realizarán todas aquellas acciones que permitan su difusión y comprensión tanto a nivel nacional como internacional. La reafirmación de los derechos soberanos que asisten a nuestro país en los reclamos de soberanía sobre las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur”. Y con esto, está todo dicho. FEDERICO GASTON ADDISI.-