FUENTE: (Clarin, 14 de febrero del 2008).
EL EX PRESIDENTE LOS RECIBIO EN SU OFICINA DE PUERTO MADERO
Kirchner dará espacio a piqueteros K y ellos harán una marcha por Cristina.
Les abrirá lugares en el PJ y en el Gobierno. Le agradecen con una movilización de apoyo.
"A vos te voy a regalar un escudito del PJ", le dijo Néstor Kirchner a Humberto Tumini en el final de la reunión que ayer mantuvo con los piqueteros aliados del Gobierno en su nuevo refugio político de Puerto Madero. Tumini, el más antiperonista de los dirigentes -y quien junto a Luis D'Elía veía con desagrado su decisión de presidir la fuerza que fundó Perón-, (el destacado corresponde a nosotros) no tuvo más opción que sumarse al coro de risas de sus compañeros.
La broma de despedida es el mejor símbolo de que la intención de Kirchner de presentarse como candidato a presidir el PJ no abrirá grietas en el vínculo. Más aún: el ex presidente habló de habilitar espacios en la nueva conducción del PJ y, además, aseguró que los puestos que ocupan en el Gobierno los dirigentes que integran sus agrupaciones sociales no corren ningún peligro.
Los piqueteros D'Elía (Federación Tierra y Vivienda), Edgardo Depetri (Frente Transversal), Emilio Pérsico (Movimiento Evita) y Tumini (Libres del Sur) no abandonaron el coqueto barrio porteño sin anunciar que ellos también harán un aporte a la causa K. El 1º de marzo, antes de que Cristina Kirchner hable en el Congreso, harán una marcha en apoyo a la nueva gestión. "Vamos a movilizar a miles de compañeros", anunciaron. Depetri confió que el anfitrión "nos convocó a seguir construyendo desde diferentes identidades".
En el grupo que visitó a Kirchner existen posiciones antagónicas. D'Elía y Tumini ven con malos ojos que el ex presidente intente apoderarse de la presidencia del peronismo. "Néstor está por encima del partido, tiene una coalición más amplia", explicaron hasta minutos antes de la reunión. En cambio, Pérsico y Depetri trabajan para que el deseo de Kirchner se cristalice. Es más, Pérsico tendría asegurado un puesto de congresal dentro de la futura conducción.
El "Grupo de los cuatro" pareció ocultar las diferencias al ingresar y al salir del edificio de la calle Olga Cossettini. Se lo vio sonriente y despreocupado. "¿La seguimos en el café?", propuso D'Elía en la retirada. Bien, ¿por qué todos satisfechos? Ellos mismos, casi con palabras calcadas, lo explicaron: "El presidente (así lo llamaron) nos dijo que va a presidir el PJ y que no va a ser un partido hegemónico, sino que será el eje principal de un movimiento nacional y popular y que mantendrá la pluralidad".
Un comentario, pronunciado en tono discreto, se filtró como segundo argumento para apoyar a Kirchner en la interna peronista: "Kirchner desconfía de todos y quiere que lo ayudemos", dijo uno de los piqueteros. Ese "todos", en rigor, tiene nombres y apellidos: Carlos Menem, Alberto y Adolfo Rodríguez Saá y José Manuel De la Sota. En la lista, algunos kirchneristas también incluyen al ex presidente Eduardo Duhalde.
NOTA DE P DE H: Piqueteros, montoneros, partido aggiornado, fuerza de centroizquierda, un modelo con espejo en el PSOE, fuerza de centroprogresista...esas son las denominaciones y los actores principales que encaran la "normalización" del peronismo con K a la cabeza. Salvando honrosas excepciones como las 62 organizaciones que pelean por un espacio, y algunos otros grupos minoritarios, me pregunto: QUE CARAJO ESPERAMOS LOS PERONISTAS DE VERDAD PARA DARLES LA ESPALDA Y PEGARLES UNA PATADA EN EL CULO A TODOS ESTOS "PROGRES" Y RECUPERAR EL PERONISMO???!!! QUE ESPERAMOS PARA DELINEAR UN PROYECTO DE PAIS Y ACTUALIZAR LA DOCTRINA SIGUIENDO LAS BANDERAS HISTORICAS DEL PERONISMO???!!! LLEGO LA HORA DE LEVANTAR LA CABEZA Y LUCHAR POR PERON Y LA PATRIA...ESTAMOS BUSCANDO A QUIENES SE ANIMEN.
NI LOS LIBERALES DE POTRERO DE LOS FUNES, NI LOS ZURDOS K...TERCERA POSICION Y PERONISMO DOCTRINARIO.
viernes, febrero 15, 2008
miércoles, febrero 13, 2008
EN TUCUMÁN NO HAY INDIOS, SÍ HAY MESTIZOS
FUENTE: ACCION POPULAR NACIONALISTA: San Martín - Rosas - Perón
por Ernesto Damián Sánchez Ance
EN TUCUMÁN NO HAY INDIOS, SÍ HAY MESTIZOS
En los últimos tiempos, en Tucumán, ha tomado gran impulso una corriente pseudo indigenista que, apoyada en la reforma de la Constitución de nuestra provincia, ha dado lugar a la legitimación de comunidades indígenas en distintos puntos de la misma.
Nuestra constitución reconoce la existencia de pueblos indígenas. Pero esto, bajo ningún punto de vista, significa que en nuestra provincia haya indios, ni indígenas, ni aborígenes ni originarios, ni preexistentes. En nuestra provincia sí hay mestizos como resultado de la mixagenación indohispánica, pero no hay indígenas, como se pretende hacernos creer como si fuéramos estúpidos. Así, unos se hacen llamar Diaguitas o Calchaquíes, otros Lules y un tercer grupo Tonocotés, y usan seudónimos con los nombres de antiguos caciques que pelearon contra los realistas en los siglos XV y XVI, no faltando algún vivo que se autodenomina “Titaquín”. Esto no es otra cosa que una pueril deformación de la realidad, ya que en el caso de que los herederos de estas etnias aún existan, no es sino a través del mestizaje. Es mas… tienen muchos de ellos más de criollos que de indios.
Así, vemos como en distintos medios de comunicación se habla de comunidades “indígenas” como las de Amaicha, Tafí, Lules, El Nogalito, El Mollar, Chaquivil, etc. Esto no es otra cosa que una burda tomada de pelo. Quines décadas atrás nada querían saber con que se los denominara “indios”, hoy a sabiendas que esto puede traerles amplísimos beneficios como obtener tierras o bien dinero, incluso llegan a disfrazarse con vinchas y hasta vestimentas que se pueden asemejar a las que usaban los antiguos y verdaderos indígenas de la región siglos atrás. Pero su fisonomía los delata. En las fotos publicadas por EL PERIODICO de Tucumán el sábado 5 de enero, quienes allí aparecen, evidencian ser mestizos y en no pocos casos criollos. Al parecer no saben estos ciudadanos argentinos que radican en Tucumán, que para ser indígena no basta con tener la piel oscura y el cabello “quiscudo” (3), sino que además hay que ser herederos de un bagaje cultural del que estos señores adolecen. Son muy diferentes de los auténticos indígenas que encontramos en nuestras hermanas repúblicas de Bolivia y Perú. Seguramente estos señores tucumanos no hablan ni Lule, ni Kakán ni Tonocoté. Tampoco el Quechua, ya que quienes hablan este idioma en nuestra provincia son inmigrantes de Bolivia y Perú muy poco preocupado la generalidad de ellos en que los llamen indios, ya que se trata de gente muy laboriosa que trabaja la tierra o que se desenvuelve en sus profesiones, sin especular con la obtención de beneficios que por su identidad étnica y cultural el Estado les pudiera otorgar como consecuencia de toda esta farsa.
La excusa de toda esta movida es que todos los ¿indígenas? tucumanos recuperen las tierras que el blanco les usurpó. Quiero dejar aclarado que estoy en contra de que a los argentinos (sean integrantes de comunidades indígenas o simples campesinos pobres) las empresas multinacionales les usurpen sus tierras (sean estas grandes o pequeñas extensiones, fértiles o improductivas). Soy un individuo que se opone a que las empresas mineras destruyan el ecosistema, afectando así a toda la población, en particular a los campesinos; y también soy un convencido de que todas las familias de Tucumán, sin distinción de color de piel, debieran tener derecho a una parcela de tierra productiva en la cual realizar sus sembradíos y criar sus animales Pero bajo ninguna circunstancia se puede tolerar esta aberración de recurrir a una falsa identidad etnocultural a los efectos de recibir tierras. En el supuesto de que a estas falsas comunidades indígenas les otorguen terrenos, no me extrañaría que estos fueran explotados comunalmente unos pocos años, y que luego los parcelarían y venderían, ya que se trata de mestizos acriollados que no manejan el principio filosófico de que el hombre pertenece a la tierra. Por el contrario. Muchos de estos pretendidos indígenas no buscan otra cosa que la de ser dueños de la tierra. Muchos de estos señores que hoy dicen ser indígenas no tienen la menor idea de lo que es un ayllu. Y si tienen idea de comunitarismo no es por una cuestión filosófica ni ideológica ni de herencia cultural, sino obligados por la coyuntura.
Pero sin dudas que con esto se persigue fines muchos más profundos. El objetivo de todo esto es crear aun más división entre los argentinos. No conformes con haber dividido a la Nación hispanoamericana en más de veinte repúblicas dominadas por intereses exógenos; no contentos aún con habernos fragmentado religiosa y políticamente; y no satisfechos con haber hecho de la Argentina una Babilonia de endeble identidad, hoy vienen a dividirnos legalmente entre indios y no indios. Con esto se proponen seguir fragmentándonos para que nuestro país sea devorado por oscuros intereses que desde la Batalla de Caseros esquilman a los argentinos. Y para ello usan a muchos connacionales capacitados en las universidades de un estado occidental como el nuestro quienes, viendo la posibilidad de hacer negocios con todo esto, se encolumnan por detrás de estas falsas comunidades indígenas. Se trata de asociaciones de abogados, periodistas, gente de la cultura (entre ellos hombres de barbas tan espesas como las de Cortez y Pizarro) y hasta empresarios que han visto en esta situación una posibilidad de obtener réditos. Es más…cuando por los medios de comunicación hablan ciertos referentes de pueblos indígenas del país y de las comunidades “indígenas” de Tucumán, queda claro que tienen un nivel de formación, en algunos casos, propio de universitarios de la cultura occidental, y los escuchamos hablar del Capitalismo, del Comunismo, de la sociedad de consumo, etc, con una solvencia propia de egresados universitarios que nada tienen que ver con Wiltipoko, Juan Calchaquí, Chelemín, Qhanamikhoq, y todos aquellos que enfrentaron al español en los primeros siglos de la conquista. (Recomiendo entrar a: http://www.youtube.com/watch?v=_HHihf-kCVo).
La insensatez de estos personajes llega a situaciones que a quienes alguna idea tienen sobre estos temas los hace “agarrarse” la cabeza. Sobran los ejemplos. He aquí algunos de ellos:
1º. Cada “comunidad” indígena de Tucumán está dirigida por un “cacique” electo por los supuestos indios. Pregúntome como pueden ser tan incoherentes de elegir a sus caciques, cuando todo el mundo sabe que al cacicazgo o curacazgo no se llegaba a través de las urnas ni de plebiscitos ni de consensos, sino que se lo heredaba. Dicho en otras palabras: los auténticos pueblos indígenas no eran democráticos, sino que se regían por el linaje, y ningún indio podía ser cacique si no tenía la sangre de la familia que gobernaba. Las prácticas democráticas están totalmente reñidas con la auténtica cultura indígena. Cuando los integrantes de una supuesta tribu o comunidad indígena eligen a sus caciques, estamos hablando de un pueblo que ha dejado de lado la idiosincrasia indígena como resultado de su inocultable e irreversible occidentalización.
2º. Varias veces se ha comentado que ciertos “caciques” tramitan becas para que los niños de sus comunidades puedan seguir sus estudios en establecimientos secundarios y hasta universitarios. Grave contradicción. Eso debiera considerarse una contaminación cultural para las futuras generaciones de supuestos indígenas tucumanos, toda vez que ingresarían a un sistema educativo como el de los países occidentales, que prepara al ciudadano para competir, alejándolo de prácticas comunitarias como el Ayni y la Mink’a. Así, esos pretendidos caciques solo han de lograr el vaciamiento y la destrucción del escaso legado cultural indígena de sus bases con el fin de seguir occidentalizándolos, lo que se traduce en transformarlos en seres individualistas que solo se preocupan por el bienestar suyo y de su familia, mas no en el de la comunidad a la que pertenecen. Recordemos además que en el pasado Incaico, solo accedían a la educación los miembros de la nobleza. No así los Hatun runa o plebeyos integrantes de la base social.
3º. La pretendida Comunidad Indígena de Quilmes reclama que el Estado le “restituya” ese apetecible atractivo turístico que lleva por nombre “Ruinas de Quilmes”, y que ellos marketineramente, han empezado a llamar “Ciudad Sagrada”. El hecho de que esta gente viva a poca distancia de este yacimiento arqueológico tan importante económicamente hablando, no significa que ellos tengan derecho a explotarlo. Primero porque es muy poco probable que esta gente descienda de los auténticos indios quilmes, por más pruebas de ADN que quieran esgrimir, y por más cédulas reales que los “indígenas” del Valle de Amaicha puedan presentar. Segundo, porque como con lujos de detalles lo demuestra Alfredo Turbay en su libro “Quilmes, la Fortaleza-Templo del Valle Calchaquí”, lo que hoy se conoce como Ruinas de Quilmes, se trata de un yacimiento incaico y no de ninguna antigua tribu del valle. Y tercero, porque si a la comunidad “indígena” de Quilmes se le llegara a otorgar la concesión de este yacimiento, esto provocaría las mas disparatadas e ilógicas ideas, como que los vecinos de la Casa Histórica de la Independencia pretendan ser ellos los concesionarios de esta reliquia histórica. O lo que es peor: que las asociaciones españolas exijan ser concesionarias de todas las construcciones coloniales que en nuestro país son explotadas turísticamente.
4º. Existe una denominada comunidad indígena que aduce descender de los antiguos indios Lules. En caso de que los lules sean sus auténticos antepasados, no tendrían derecho a reclamar territorio alguno, toda vez que esta nación ya extinguida era nómade, como lo dice Lizondo Borda en su “Tucumán Indígena”.
5º. Las comunidades “indígenas” de nuestra provincia se amparan en las constituciones nacional y provincial. Otra contradicción, toda vez que ellos mismos sostienen que el Estado Argentino realizó un cruel genocidio indígena en la Patagonia. Recurren entonces a la constitución de un estado que no pocos indigenistas consideran enemigo (por mas que se cuiden de decirlo explícitamente y en público) ya que prácticamente aniquiló a sus “hermanos”. Es mas…no pocos indigenistas sostienen que su bandera no es la de Belgrano, sino la wiphala o la “mapuche”.
6º. El Periódico nos informa que en una comunidad “indígena”, asumió una ¿cacica? Se trata de una ciudadana argentina llamada Nora Sequeiro. Otra contradicción, toda vez que en los verdaderos pueblos indígenas, para ser cacique, no solo había que heredarlo, sino también ser varón. La asunción de una “cacica” es atentar contra lo que, si se me permite, podría dar en llamar el orden natural de los pueblos originarios.
7º. No faltan los “indígenas” mas “visionarios” en materia de comercio, que sostienen que los artesanos y quienes hacen serigrafía en remeras debieran ceder un porcentaje de las ganancias obtenidas por la comercialización de sus productos a las comunidades “indígenas”, ya que los “ancestros” de estas son los creadores de los motivos iconográficos a los que los artesanos recurren para realizar sus obras.
Es común escuchar a estos dirigentes “indígenas” acusar a España de todas las desgracias de nuestro continente. Ello es instalar una dialéctica anacrónica, ya que a la Argentina no la destrozaron ni Diego de Villaroel ni Diego de Rojas ni Fernando Mate de Luna. A nuestro país lo destruyó y lo vendió el Liberalismo, ya sea a través de gobiernos de facto o de la Partidocracia. ¿Porqué no dicen los señores comuneros que la reforma de la Constitución, que a sus comunidades las legitima, fue aprobada por la mayoría de los convencionales del partido que hace morir por desnutrición a los niños tucumanos de los estratos mas bajos, tal como sucedió en el 2002 bajo el gobierno del “justicialista” Julio Miranda?. Dicho sea de paso, nuestro actual gobernador durante buena parte de esa gestión fue su Ministro de Economía.
Como admirador, mas no descendiente, de la civilización qheshwa-aymara a la que nuestra región de una u otra forma perteneció, creo que las culturas indígenas como la tawantinsuyana tienen mucho para aportar al nuestro, un país a más no poder corrompido por una dirigencia política moldeada por una formación centrífuga. De hecho, considero que entre los aportes mas notables de esos pueblos prehispánicos podrían estar la ejecución de los gobernantes que caigan en actos de corrupción, (como sucedió en Ilave (Departamento Puno, Perú), cuando la comunidad ajustició al corrupto alcalde Ciriaco Vargas en 2004), un sistema redistributivo que permita erradicar el flagelo de la desnutrición, el cuidado del medio ambiente, la lucha contra la sexualidad contra natura y toda una concepción filosófica que nuestros aspirantes a indios en su mayoría desconocen.
No hay que confiarse de estos personajes. Son gente que se sirve de instituciones de triste fama entre los argentinos, como lo hace la Comunidad “Indígena” de Quilmes, que en 2002 recibió cierta financiación del ¡¡¡Banco Mundial!!! tal como informa EL PERIODICO en su edición del día Sábado 12 de Enero, en su página 6. Del mismo modo, están muy vinculados con el poder político, al extremo que, en 1994 el pretendido cacique quilmeño Francisco Solano Chaile, participó de la Comisión Redactora en la reforma de la Constitución Nacional.
Estoy convencido que, si los gobiernos liberales no hubieran generado en un país rico como el nuestro desnutrición infantil, precariedad laboral, desocupación, analfabetismo y otros flagelos, a nadie se le hubiera ocurrido inventarse una identidad indígena, y hoy nadie en nuestra provincia andaría haciendo flamear wiphalas en la Plaza Independencia, ni en festivales como los que el chanta de León Gieco dio en Amaicha del Valle en Enero de 2006. Las wiphalas, señores indigenistas, sin dudas que son muy bonitas y llamativas, pero que en Tucumán su uso no tiene más sentido que el estrictamente estético. Tendrán sobradas razones para hacerlas flamear los auténticos indígenas de Ecuador, Bolivia, Perú y, siendo un poco generoso, hasta los de la Puna jujeña, pero no los falsos indios de nuestro Tucumán, tierra que no es ni indígena ni española, sino mestiza e indohispana (4).
Con todo esto, el ciudadano común, tiene todo el derecho del mundo a suponer que todo este auge de falso indigenismo, persigue un objetivo muy peligroso: la creación de microestados en lugares estratégicos geopolíticamente hablando y muy ricos en materia de turismo y recursos naturales. Esto se lograría mediante el apoyo económico que el Imperialismo Internacional del Dinero daría a grupos de sachaindígenas (5) apoyados y asesorados por elementos de raza blanca al servicio de intereses foráneos.
San Miguel de Tucumán, 23 de Enero de 2008
(1) El día 19 de Enero de 2008, El Periódico de Tucumán, publicó una nota de Ernesto Damián Sánchez Ance con este título. La misma, por una cuestión de espacio no pudo ser publicada íntegramente, siendo la base de este artículo al que el autor ha agregado datos que le dan más profundidad y contundencia.
(2) TITAQUIN: voz que, se supone, tiene origen Kakán y que significaría “Cacique”. No se puede aseverar que esta sea la traducción exacta, ya que el Kakán es un idioma que se extinguió siglos atrás, al igual que la nación que lo hablaba: los diaguitas, que en caso de sobrevivir es mediante el mestizaje. Además, ni siquiera se dispone de un glosario de idioma Kakán.
(3) QUISCUDO: término de limitado uso en el Noroeste Argentino. Es principalmente empleado entre la gente mayor y de zonas rurales. Se origina este término en la voz quechua K’ISKA (espina, en Castellano). En la región NOA, se califica de “quiscudo” a todo aquel individuo cuyo cabello es grueso y por lo general negro, como resultado de su descendencia indígena.
(4) El término indohispánico generó que en ciertas oportunidades el autor de este artículo sea criticado de querer imponer esta categorización poco común y antipática tanto para hispanistas como para indigenistas. Sin embargo, el autor considera que no existe término más exacto y apropiado para referirse a la identidad cultural surgida como resultado del contacto entre indígenas y españoles, y que forma lo más genuino de la cultura de nuestro continente. Así también, cuando habla de Hispanoamérica se refiere al conjunto de países que han sido colonizados por España, estado que impuso el Castellano y el Catolicismo. La cultura hispanoamericana, sobre todo en ámbitos rurales y en los estratos sociales mas bajos, tiene la inocultable impronta de los pueblos indígenas, generándose así una riquísima identidad cultural como resultado de esta mixtura.
(5) SACHA: prefijo que en el Castellano popular del Noroeste argentino se emplea para calificar a aquellas personas que quieren dar la imagen de dominar tal o cual tema, cuando en realidad no están correctamente capacitados para desenvolverse en el área que dicen conocer. Ejemplos: sachamédico: persona que sin tener estudios muy adelantados en Medicina, intenta impresionar a quienes lo rodean, pero llegado el momento de curar a un enfermo que presente cierta complejidad, difícilmente su intervención sea garantía de éxito; sachaperiodista: persona con conocimientos en Comunicación Social, pero que no tiene la idoneidad ni los estudios suficientes para desarrollarse como periodista, limitándose a realizar notas sin un contenido muy profundo, o entrevistando a gente de poca relevancia. El término sachaindígenas es empleado por el autor de la nota para dar a entender al lector que quienes se hacen llamar indígenas en Tucumán no son tan indios como estos pretenden hacer creer debido a su acentuado mestizaje que en muchos casos los convierte en criollos.
NOTA DE P DE H: Espectacular y esclarecedor artículo totalmente en linea con lo que venimos sosteniendo en Puerta de Hierro, aunque el análisis del artículo comentado se circunscribe a la realidad de Tucumán, que por supuesto, esta inmersa en un plan de disgregación del que se hacen "eco" los iluso, los idiotas y los traidores que no ven, mas allá de lo disímil de sus intenciones, la mano oscura que se esconde detrás del "indigenismo".
por Ernesto Damián Sánchez Ance
EN TUCUMÁN NO HAY INDIOS, SÍ HAY MESTIZOS
En los últimos tiempos, en Tucumán, ha tomado gran impulso una corriente pseudo indigenista que, apoyada en la reforma de la Constitución de nuestra provincia, ha dado lugar a la legitimación de comunidades indígenas en distintos puntos de la misma.
Nuestra constitución reconoce la existencia de pueblos indígenas. Pero esto, bajo ningún punto de vista, significa que en nuestra provincia haya indios, ni indígenas, ni aborígenes ni originarios, ni preexistentes. En nuestra provincia sí hay mestizos como resultado de la mixagenación indohispánica, pero no hay indígenas, como se pretende hacernos creer como si fuéramos estúpidos. Así, unos se hacen llamar Diaguitas o Calchaquíes, otros Lules y un tercer grupo Tonocotés, y usan seudónimos con los nombres de antiguos caciques que pelearon contra los realistas en los siglos XV y XVI, no faltando algún vivo que se autodenomina “Titaquín”. Esto no es otra cosa que una pueril deformación de la realidad, ya que en el caso de que los herederos de estas etnias aún existan, no es sino a través del mestizaje. Es mas… tienen muchos de ellos más de criollos que de indios.
Así, vemos como en distintos medios de comunicación se habla de comunidades “indígenas” como las de Amaicha, Tafí, Lules, El Nogalito, El Mollar, Chaquivil, etc. Esto no es otra cosa que una burda tomada de pelo. Quines décadas atrás nada querían saber con que se los denominara “indios”, hoy a sabiendas que esto puede traerles amplísimos beneficios como obtener tierras o bien dinero, incluso llegan a disfrazarse con vinchas y hasta vestimentas que se pueden asemejar a las que usaban los antiguos y verdaderos indígenas de la región siglos atrás. Pero su fisonomía los delata. En las fotos publicadas por EL PERIODICO de Tucumán el sábado 5 de enero, quienes allí aparecen, evidencian ser mestizos y en no pocos casos criollos. Al parecer no saben estos ciudadanos argentinos que radican en Tucumán, que para ser indígena no basta con tener la piel oscura y el cabello “quiscudo” (3), sino que además hay que ser herederos de un bagaje cultural del que estos señores adolecen. Son muy diferentes de los auténticos indígenas que encontramos en nuestras hermanas repúblicas de Bolivia y Perú. Seguramente estos señores tucumanos no hablan ni Lule, ni Kakán ni Tonocoté. Tampoco el Quechua, ya que quienes hablan este idioma en nuestra provincia son inmigrantes de Bolivia y Perú muy poco preocupado la generalidad de ellos en que los llamen indios, ya que se trata de gente muy laboriosa que trabaja la tierra o que se desenvuelve en sus profesiones, sin especular con la obtención de beneficios que por su identidad étnica y cultural el Estado les pudiera otorgar como consecuencia de toda esta farsa.
La excusa de toda esta movida es que todos los ¿indígenas? tucumanos recuperen las tierras que el blanco les usurpó. Quiero dejar aclarado que estoy en contra de que a los argentinos (sean integrantes de comunidades indígenas o simples campesinos pobres) las empresas multinacionales les usurpen sus tierras (sean estas grandes o pequeñas extensiones, fértiles o improductivas). Soy un individuo que se opone a que las empresas mineras destruyan el ecosistema, afectando así a toda la población, en particular a los campesinos; y también soy un convencido de que todas las familias de Tucumán, sin distinción de color de piel, debieran tener derecho a una parcela de tierra productiva en la cual realizar sus sembradíos y criar sus animales Pero bajo ninguna circunstancia se puede tolerar esta aberración de recurrir a una falsa identidad etnocultural a los efectos de recibir tierras. En el supuesto de que a estas falsas comunidades indígenas les otorguen terrenos, no me extrañaría que estos fueran explotados comunalmente unos pocos años, y que luego los parcelarían y venderían, ya que se trata de mestizos acriollados que no manejan el principio filosófico de que el hombre pertenece a la tierra. Por el contrario. Muchos de estos pretendidos indígenas no buscan otra cosa que la de ser dueños de la tierra. Muchos de estos señores que hoy dicen ser indígenas no tienen la menor idea de lo que es un ayllu. Y si tienen idea de comunitarismo no es por una cuestión filosófica ni ideológica ni de herencia cultural, sino obligados por la coyuntura.
Pero sin dudas que con esto se persigue fines muchos más profundos. El objetivo de todo esto es crear aun más división entre los argentinos. No conformes con haber dividido a la Nación hispanoamericana en más de veinte repúblicas dominadas por intereses exógenos; no contentos aún con habernos fragmentado religiosa y políticamente; y no satisfechos con haber hecho de la Argentina una Babilonia de endeble identidad, hoy vienen a dividirnos legalmente entre indios y no indios. Con esto se proponen seguir fragmentándonos para que nuestro país sea devorado por oscuros intereses que desde la Batalla de Caseros esquilman a los argentinos. Y para ello usan a muchos connacionales capacitados en las universidades de un estado occidental como el nuestro quienes, viendo la posibilidad de hacer negocios con todo esto, se encolumnan por detrás de estas falsas comunidades indígenas. Se trata de asociaciones de abogados, periodistas, gente de la cultura (entre ellos hombres de barbas tan espesas como las de Cortez y Pizarro) y hasta empresarios que han visto en esta situación una posibilidad de obtener réditos. Es más…cuando por los medios de comunicación hablan ciertos referentes de pueblos indígenas del país y de las comunidades “indígenas” de Tucumán, queda claro que tienen un nivel de formación, en algunos casos, propio de universitarios de la cultura occidental, y los escuchamos hablar del Capitalismo, del Comunismo, de la sociedad de consumo, etc, con una solvencia propia de egresados universitarios que nada tienen que ver con Wiltipoko, Juan Calchaquí, Chelemín, Qhanamikhoq, y todos aquellos que enfrentaron al español en los primeros siglos de la conquista. (Recomiendo entrar a: http://www.youtube.com/watch?v=_HHihf-kCVo).
La insensatez de estos personajes llega a situaciones que a quienes alguna idea tienen sobre estos temas los hace “agarrarse” la cabeza. Sobran los ejemplos. He aquí algunos de ellos:
1º. Cada “comunidad” indígena de Tucumán está dirigida por un “cacique” electo por los supuestos indios. Pregúntome como pueden ser tan incoherentes de elegir a sus caciques, cuando todo el mundo sabe que al cacicazgo o curacazgo no se llegaba a través de las urnas ni de plebiscitos ni de consensos, sino que se lo heredaba. Dicho en otras palabras: los auténticos pueblos indígenas no eran democráticos, sino que se regían por el linaje, y ningún indio podía ser cacique si no tenía la sangre de la familia que gobernaba. Las prácticas democráticas están totalmente reñidas con la auténtica cultura indígena. Cuando los integrantes de una supuesta tribu o comunidad indígena eligen a sus caciques, estamos hablando de un pueblo que ha dejado de lado la idiosincrasia indígena como resultado de su inocultable e irreversible occidentalización.
2º. Varias veces se ha comentado que ciertos “caciques” tramitan becas para que los niños de sus comunidades puedan seguir sus estudios en establecimientos secundarios y hasta universitarios. Grave contradicción. Eso debiera considerarse una contaminación cultural para las futuras generaciones de supuestos indígenas tucumanos, toda vez que ingresarían a un sistema educativo como el de los países occidentales, que prepara al ciudadano para competir, alejándolo de prácticas comunitarias como el Ayni y la Mink’a. Así, esos pretendidos caciques solo han de lograr el vaciamiento y la destrucción del escaso legado cultural indígena de sus bases con el fin de seguir occidentalizándolos, lo que se traduce en transformarlos en seres individualistas que solo se preocupan por el bienestar suyo y de su familia, mas no en el de la comunidad a la que pertenecen. Recordemos además que en el pasado Incaico, solo accedían a la educación los miembros de la nobleza. No así los Hatun runa o plebeyos integrantes de la base social.
3º. La pretendida Comunidad Indígena de Quilmes reclama que el Estado le “restituya” ese apetecible atractivo turístico que lleva por nombre “Ruinas de Quilmes”, y que ellos marketineramente, han empezado a llamar “Ciudad Sagrada”. El hecho de que esta gente viva a poca distancia de este yacimiento arqueológico tan importante económicamente hablando, no significa que ellos tengan derecho a explotarlo. Primero porque es muy poco probable que esta gente descienda de los auténticos indios quilmes, por más pruebas de ADN que quieran esgrimir, y por más cédulas reales que los “indígenas” del Valle de Amaicha puedan presentar. Segundo, porque como con lujos de detalles lo demuestra Alfredo Turbay en su libro “Quilmes, la Fortaleza-Templo del Valle Calchaquí”, lo que hoy se conoce como Ruinas de Quilmes, se trata de un yacimiento incaico y no de ninguna antigua tribu del valle. Y tercero, porque si a la comunidad “indígena” de Quilmes se le llegara a otorgar la concesión de este yacimiento, esto provocaría las mas disparatadas e ilógicas ideas, como que los vecinos de la Casa Histórica de la Independencia pretendan ser ellos los concesionarios de esta reliquia histórica. O lo que es peor: que las asociaciones españolas exijan ser concesionarias de todas las construcciones coloniales que en nuestro país son explotadas turísticamente.
4º. Existe una denominada comunidad indígena que aduce descender de los antiguos indios Lules. En caso de que los lules sean sus auténticos antepasados, no tendrían derecho a reclamar territorio alguno, toda vez que esta nación ya extinguida era nómade, como lo dice Lizondo Borda en su “Tucumán Indígena”.
5º. Las comunidades “indígenas” de nuestra provincia se amparan en las constituciones nacional y provincial. Otra contradicción, toda vez que ellos mismos sostienen que el Estado Argentino realizó un cruel genocidio indígena en la Patagonia. Recurren entonces a la constitución de un estado que no pocos indigenistas consideran enemigo (por mas que se cuiden de decirlo explícitamente y en público) ya que prácticamente aniquiló a sus “hermanos”. Es mas…no pocos indigenistas sostienen que su bandera no es la de Belgrano, sino la wiphala o la “mapuche”.
6º. El Periódico nos informa que en una comunidad “indígena”, asumió una ¿cacica? Se trata de una ciudadana argentina llamada Nora Sequeiro. Otra contradicción, toda vez que en los verdaderos pueblos indígenas, para ser cacique, no solo había que heredarlo, sino también ser varón. La asunción de una “cacica” es atentar contra lo que, si se me permite, podría dar en llamar el orden natural de los pueblos originarios.
7º. No faltan los “indígenas” mas “visionarios” en materia de comercio, que sostienen que los artesanos y quienes hacen serigrafía en remeras debieran ceder un porcentaje de las ganancias obtenidas por la comercialización de sus productos a las comunidades “indígenas”, ya que los “ancestros” de estas son los creadores de los motivos iconográficos a los que los artesanos recurren para realizar sus obras.
Es común escuchar a estos dirigentes “indígenas” acusar a España de todas las desgracias de nuestro continente. Ello es instalar una dialéctica anacrónica, ya que a la Argentina no la destrozaron ni Diego de Villaroel ni Diego de Rojas ni Fernando Mate de Luna. A nuestro país lo destruyó y lo vendió el Liberalismo, ya sea a través de gobiernos de facto o de la Partidocracia. ¿Porqué no dicen los señores comuneros que la reforma de la Constitución, que a sus comunidades las legitima, fue aprobada por la mayoría de los convencionales del partido que hace morir por desnutrición a los niños tucumanos de los estratos mas bajos, tal como sucedió en el 2002 bajo el gobierno del “justicialista” Julio Miranda?. Dicho sea de paso, nuestro actual gobernador durante buena parte de esa gestión fue su Ministro de Economía.
Como admirador, mas no descendiente, de la civilización qheshwa-aymara a la que nuestra región de una u otra forma perteneció, creo que las culturas indígenas como la tawantinsuyana tienen mucho para aportar al nuestro, un país a más no poder corrompido por una dirigencia política moldeada por una formación centrífuga. De hecho, considero que entre los aportes mas notables de esos pueblos prehispánicos podrían estar la ejecución de los gobernantes que caigan en actos de corrupción, (como sucedió en Ilave (Departamento Puno, Perú), cuando la comunidad ajustició al corrupto alcalde Ciriaco Vargas en 2004), un sistema redistributivo que permita erradicar el flagelo de la desnutrición, el cuidado del medio ambiente, la lucha contra la sexualidad contra natura y toda una concepción filosófica que nuestros aspirantes a indios en su mayoría desconocen.
No hay que confiarse de estos personajes. Son gente que se sirve de instituciones de triste fama entre los argentinos, como lo hace la Comunidad “Indígena” de Quilmes, que en 2002 recibió cierta financiación del ¡¡¡Banco Mundial!!! tal como informa EL PERIODICO en su edición del día Sábado 12 de Enero, en su página 6. Del mismo modo, están muy vinculados con el poder político, al extremo que, en 1994 el pretendido cacique quilmeño Francisco Solano Chaile, participó de la Comisión Redactora en la reforma de la Constitución Nacional.
Estoy convencido que, si los gobiernos liberales no hubieran generado en un país rico como el nuestro desnutrición infantil, precariedad laboral, desocupación, analfabetismo y otros flagelos, a nadie se le hubiera ocurrido inventarse una identidad indígena, y hoy nadie en nuestra provincia andaría haciendo flamear wiphalas en la Plaza Independencia, ni en festivales como los que el chanta de León Gieco dio en Amaicha del Valle en Enero de 2006. Las wiphalas, señores indigenistas, sin dudas que son muy bonitas y llamativas, pero que en Tucumán su uso no tiene más sentido que el estrictamente estético. Tendrán sobradas razones para hacerlas flamear los auténticos indígenas de Ecuador, Bolivia, Perú y, siendo un poco generoso, hasta los de la Puna jujeña, pero no los falsos indios de nuestro Tucumán, tierra que no es ni indígena ni española, sino mestiza e indohispana (4).
Con todo esto, el ciudadano común, tiene todo el derecho del mundo a suponer que todo este auge de falso indigenismo, persigue un objetivo muy peligroso: la creación de microestados en lugares estratégicos geopolíticamente hablando y muy ricos en materia de turismo y recursos naturales. Esto se lograría mediante el apoyo económico que el Imperialismo Internacional del Dinero daría a grupos de sachaindígenas (5) apoyados y asesorados por elementos de raza blanca al servicio de intereses foráneos.
San Miguel de Tucumán, 23 de Enero de 2008
(1) El día 19 de Enero de 2008, El Periódico de Tucumán, publicó una nota de Ernesto Damián Sánchez Ance con este título. La misma, por una cuestión de espacio no pudo ser publicada íntegramente, siendo la base de este artículo al que el autor ha agregado datos que le dan más profundidad y contundencia.
(2) TITAQUIN: voz que, se supone, tiene origen Kakán y que significaría “Cacique”. No se puede aseverar que esta sea la traducción exacta, ya que el Kakán es un idioma que se extinguió siglos atrás, al igual que la nación que lo hablaba: los diaguitas, que en caso de sobrevivir es mediante el mestizaje. Además, ni siquiera se dispone de un glosario de idioma Kakán.
(3) QUISCUDO: término de limitado uso en el Noroeste Argentino. Es principalmente empleado entre la gente mayor y de zonas rurales. Se origina este término en la voz quechua K’ISKA (espina, en Castellano). En la región NOA, se califica de “quiscudo” a todo aquel individuo cuyo cabello es grueso y por lo general negro, como resultado de su descendencia indígena.
(4) El término indohispánico generó que en ciertas oportunidades el autor de este artículo sea criticado de querer imponer esta categorización poco común y antipática tanto para hispanistas como para indigenistas. Sin embargo, el autor considera que no existe término más exacto y apropiado para referirse a la identidad cultural surgida como resultado del contacto entre indígenas y españoles, y que forma lo más genuino de la cultura de nuestro continente. Así también, cuando habla de Hispanoamérica se refiere al conjunto de países que han sido colonizados por España, estado que impuso el Castellano y el Catolicismo. La cultura hispanoamericana, sobre todo en ámbitos rurales y en los estratos sociales mas bajos, tiene la inocultable impronta de los pueblos indígenas, generándose así una riquísima identidad cultural como resultado de esta mixtura.
(5) SACHA: prefijo que en el Castellano popular del Noroeste argentino se emplea para calificar a aquellas personas que quieren dar la imagen de dominar tal o cual tema, cuando en realidad no están correctamente capacitados para desenvolverse en el área que dicen conocer. Ejemplos: sachamédico: persona que sin tener estudios muy adelantados en Medicina, intenta impresionar a quienes lo rodean, pero llegado el momento de curar a un enfermo que presente cierta complejidad, difícilmente su intervención sea garantía de éxito; sachaperiodista: persona con conocimientos en Comunicación Social, pero que no tiene la idoneidad ni los estudios suficientes para desarrollarse como periodista, limitándose a realizar notas sin un contenido muy profundo, o entrevistando a gente de poca relevancia. El término sachaindígenas es empleado por el autor de la nota para dar a entender al lector que quienes se hacen llamar indígenas en Tucumán no son tan indios como estos pretenden hacer creer debido a su acentuado mestizaje que en muchos casos los convierte en criollos.
NOTA DE P DE H: Espectacular y esclarecedor artículo totalmente en linea con lo que venimos sosteniendo en Puerta de Hierro, aunque el análisis del artículo comentado se circunscribe a la realidad de Tucumán, que por supuesto, esta inmersa en un plan de disgregación del que se hacen "eco" los iluso, los idiotas y los traidores que no ven, mas allá de lo disímil de sus intenciones, la mano oscura que se esconde detrás del "indigenismo".
LA NATURALEZA DE LA LUCHA POLÍTICA
Fuente: Revista Digital Caminopropio. Por Roberto Ferrero. 6 de febrero del 2008.
LA NATURALEZA DE LA LUCHA POLÍTICA EN LOS PAISES DEPENDIENTES
¿socialismo o nacionalismo?
I
La palabra “socialista” ha aparecido infinidad de veces asociada a los partidos de izquierda liberal de América Latina: el Partido Socialista clásico de Juan B. Justo y Repetto y sus descendientes: el Socialismo Democrático de Américo Ghioldi y el Partido Socialista Argentino de Palacios; el Partido Socialista Internacionalista, primera denominación del PC; el Partido Socialista Obrero, disidencia del juanbejustismo en los años ’30; el Partido Socialista de Vanguardia, de Lattendorf y Tiefemberg, escindido del PSA en los ‘60; el Partido Socialista Unificado de Simón Lázara, núcleo apenas porteño; el Partido Socialista Popular fundado por Guillermo Estévez Boero, el actual Partido Socialista Auténtico que sostiene a “Pino” Solanas. En 1942, la amalgama de todos los grupos trotskistas del país dio lugar a la constitución del Partido Obrero de la Revolución Socialista (PORS).En Uruguay, Emilio Frugoni funda en 19l0 el PSU, de base itálica y colorado-mitrista; Emilio Recabarren, después de haber militado en el juanbejustismo argentino, crea en Chile el Partido Socialista Obrero; en Bolivia, un pequeño Partido Socialista obtiene un diputado nacional y en Río de Janeiro surge en 1917 la “Unión Socialista”, de tendencia bernsteiniana. Todos se hallaban bajo la influencia del “maestro” Juan B. Justo y el socialismo argentino, que –como dice certeramente Julio Godio- “cumplía en nuestro continente, en menor escala, el mismo papel que durante esos mismos años cumplía la Socialdemocracia alemana en el plano europeo e internacional”. El Partido Socialista de Puerto Rico, aún más a la derecha de Justo, era directamente proyanqui y anexionista. Carácter más nacional tenían el Partido Socialista Revolucionario de Colombia, que era un partido obrero basado en los sindicatos, y el PS Cubano, fundado por Carlos Baliño, que había luchado en la manigüa junto a José Martí. Igualmente el Socialismo peruano de José Carlos Mariátegui, que a su murete fue copado y esterilizado por el stalinismo .
A su vez, en la gran corriente de ideas de la izquierda nacional, se utilizó la palabra socialista en dos formaciones: el Partido Socialista de la Revolución Nacional y el Partido Socialista de la Izquierda Nacional, que fueron animados por Jorge Abelardo Ramos, sobre todo el último, el PSIN
II
¿Se justificaba este uso abundoso de la palabra socialista en la política popular de nuestros países? Creemos que no.
Una política “socialista” significa, por definición, una política antiburguesa, vale decir: una acción revolucionaria encaminada a derrotar políticamente a la burguesía nacional y desalojarla del poder para sustituirla por un gobierno del proletariado. Esta es una verdad sin refutaciones en los países metropolitanos, sean imperialistas o no, ya que en ellos la clase de los burgueses nacionales es la clase hegemónica de cada una de aquellas formaciones económico-sociales.
Pero muy otra es la realidad de los países dependientes, coloniales y semicoloniales. En éstos, la burguesía nacional, lejos de ser la clase dominante, es un estrato sujeto a continuas peripecias, sin poder político o muy escaso, atada a los vaivenes del ciclo económico internacional y a la alternancia de políticas proteccionistas y librecambistas. En estos países, la clase dominante es el bloque de la oligarquía (terrateniente- vacuna, minera o fazendeira), la burguesía comercial “compradora” y las grandes empresas imperialistas y las finanzas. De manera que llevar adelante una lucha “socialista” (contra la burguesía nacional, por definición), es perder de vista al enemigo principal: las fuerzas del imperialismo extranjero y sus aliados nativos. Una política de esta laya, deja en la sombra al bloque dominante explotador y centra su luz en la raquítica burguesía nacional, con gran satisfacción del primero. Esto explica la benevolencia –y hasta el apoyo- hacia los Partidos Socialista y Comunista de parte de la prensa, los políticos y los responsables de los grandes intereses oligárquico-imperialistas. En la Argentina lo hemos visto muy a menudo: desde el voto conservador a los socialistas de Capital Federal para derrotar a los candidatos del movimiento nacional yrigoyenista en los Veinte, hasta la tierna solicitud del embajador Spruille Braden para con Américo Ghioldi y Vittorio Codovilla.
Agreguemos que, así como no existe una “ciencia marxista”, sino una concepción marxista acerca de la naturaleza y los límites del conocimiento científico, ni una “narrativa marxista”, sino un punto de vista marxista acerca del contenido, las formas y los objetivos de la literatura, tampoco existe una “política marxista”. Lo que existe es un análisis marxista de la realidad social, económica y cultural de nuestros países, análisis que teniendo en cuenta las relaciones de fuerza internacional, la disposición y envergadura de las clases y el momento histórico concreto, indicará la política a seguir. Si es correcto, indicará para la acción una política antiimperialista, nacionalista popular; si es incorrecto, formulará una política “socialista”, vale decir: funcional al imperialismo
III
Porque en nuestros países, lo que corresponde es una política básicamente antiimperialista, o dicho de otra manera: nacional o nacionalista, en la que están interesadas todas las clases oprimidas y explotadas de la sociedad periférica, hasta incluso alguna fracción de la burguesía nacional menor, por cierto tiempo, durante cierto trecho del camino. Sin que, en este último caso, desaparezca la lucha de clases internas, debe entenderse que ella se dará dentro del frente nacional. En otras palabras, ad usum althusseris, la lucha de clases entre explotados y explotadores al interior del país queda sobredeterminada por la Cuestión Nacional: la oposición entre los términos de la contradicción principal de Imperialismo versus Nación. Los partidos socialistas de la izquierda liberal no han comprendido esta situación y han llevado siempre una lucha “socialista” en el país, que dada la correlación de fuerzas y el posicionamiento de las clases, no es nunca una estrategia inocente, sino una política decididamente proimperialista de facto, más allá de sus justificaciones falsamente “teóricas” y de la mayor o menor abnegación de los militantes y dirigentes que la sostienen. Por el contrario, el PSRN y el PSIN bregaron siempre por una política nacional antiimperialista dirigida contra el verdadero enemigo, una política que, sin ser “proburguesa”, no era en lo esencial “antiburguesa”, por lo que la denominación de “socialista” de estas organizaciones era un verdadero malentendido, un concepto de arrastre de la tradición europea del socialismo, que no indicaba en todo caso una política efectiva, concreta, sino sólo un horizonte hacia el cual dirigirse.
Una política socialista en los países dependientes es fácilmente asimilada por el imperialismo e instrumentada por él, ya que divide el frente nacional y dirige la fuerza del socialismo contra la burguesía del país oprimido El imperialismo, como nacionalismo de una gran potencia metropolitana, sólo reconoce un verdadero enemigo: el nacionalismo popular y democrático, dado que por ser ambos de una misma naturaleza, aunque antagónicos, son incompatibles entre si, como en electricidad los polos iguales se rechazan.
Que el proceso de Revolución Nacional desemboque en un plazo más o menos largo o corto en una transformación socialista de la sociedad, es algo que no puede preverse, aunque puede impulsarse en ese sentido. En Rusia ocurrió así con la Revolución de Febrero, que comenzó como una revolución democráticoburguesa y culminó como socialista en Octubre de 1917. En América Latina no sucedió así nunca, salvo con la Revolución Cubana como caso excepcionalísimo. La fase nacional-burguesa que encabezaron los movimientos nacionales-populares como el peronismo, el varguismo, o el movimientismo de Paz Estensoro en Bolivia, que son los casos más prototípicos, después de una corta etapa de estabilización, desembocaron no en una fase socialista, sino en sangrientas restauraciones proimperialistas.
Ahora bien, una política nacional puede llevarse “desde arriba”, apoyada en la burguesía nacional, los terratenientes en vías de aburguesamiento, el ejército y algunas otras instituciones interesadas en la unidad nacional y el control del mercado interno, tal cual hicieron en la segunda mitad del siglo XIX Bismarck y el Conde Cavour cuando Alemania e Italia eran dos naciones fragmentadas y sometidas al capital extranjero, inglés en el primer caso, francés en el segundo. Es la “vía prusiana” de la revolución democrático-burguesa, donde las masas populares son expresa y deliberadamente excluidas de cualquier participación, como no sea la que tomen por su propia decisión (Garibaldi). En nuestros países dependientes esta vía está históricamente cerrada, por la debilidad de la burguesía nacional nativa y la supeditación material e ideológica de los ejércitos “nacionales” –o de una fracción poderosa de ellos- al imperialismo y/o a las clases oligárquicas nativas dominantes. Cada vez que se la intentó, fracasó, sea porque el imperialismo la abatió o porque las fuerzas que conducían la experiencia capitularon ante él. Tal los casos del febrerismo paraguayo, Busch y Toro en Bolivia, el Trienio Revolucionario (1945-1948) de AD y la joven oficialidad en Venezuela o Velazco Alvarado en el Perú. De manera que una política antiimperialista para ser viable debe necesariamente apoyarse en el pueblo, en las más amplias masas populares- y aun así una victoria duradera no esta asegurada, como se ha visto con el peronismo argentino o el sandinismo nicaragüense-. Es necesaria una estrategia con la intervención de las grandes mayorías, del Demos, de manera que su intervención dé contenido y eficacia a una política antiimperialista. Y ella debe procurar, para ir lo más lejos posible, la incorporación en el carácter de una verdadera columna vertebral, del proletariado industrial y del nuevo cognitariado que está surgiendo de las entrañas de la revolución científica y tecnológica en curso.
Una política de esta naturaleza no puede, entonces, sino ser democrática, mas no en el sentido habitual que le dan a esta palabra los sicofantes del liberalismo: contienda electoral, división de poderes, justicia “independiente” (de la nación…), alternancia en el poder, libertad de prensa (de empresa), etc., sino en el sentido auténtico, primigenio, del concepto: el gobierno del Demos. Este gobierno puede ser o no ser “democrático” en el sentido liberal -generalmente, no- pero necesariamente debe serlo en el sentido auténtico que indicamos. Llamar “democrático” a un régimen de poder que tiene aquellas características arriba señaladas (división de poderes, elecciones, parlamentarismo, etc.) es una falacia, porque implica denominar inadecuadamente a lo que en realidad es un régimen republicano - que es otra cosa- y que puede ser o no ser democrático (popular-nacional), pero que generalmente no lo es. Generalmente es una farsa política en el que actúa la partidocracia expropiadora de la representación popular, y en la que los intereses imperialistas controlan los resortes del verdadero poder, dejando a los políticos-actores que hablen y figuren a gusto a condición de que las instituciones “democráticas” (republicanas) sigan vaciadas de contenido nacional y no se toquen para nada aquellos intereses. En nuestros países, la “democracia” semicolonial que conocemos forma parte del aparato de dominación extranjera. Debe ser ampliada con las instituciones de la verdadera democracia nacional participativa: iniciativa popular, referéndum, plebiscito, revocatoria, defensa de los derechos humanos también de los más pobres, inclusión económica y electoral de los inmigrantes latinoamericanos, control de productores y usuarios sobre los servicios, la producción y las finanzas, etc.
Bien entendida entonces la cuestión, un partido de la Revolución Nacional debe ser un partido democrático, un Partido Democrático de la Revolución Nacional, que inicie una tarea de actualización teórica, difusión doctrinaria y acumulación de fuerzas.
IV
Pero el objetivo final de un partido popular no puede ser el de sustituir un amo por otro, uno extranjero por otro nacional - aunque el triunfo de éste sobre el primero establezca un mejor terreno para su desarrollo- , sino terminar con toda forma de explotación del hombre por el hombre. En consecuencia, su horizonte debe ser la construcción de una sociedad más justa, basada en la unidad latinoamericana, la nacionalización de los recursos naturales, la planificación democrática de la economía, la propiedad pública de los medios de producción en sus diversas formas (estatal, mutual, cooperativa, sindical, etc) sin perjuicio de la pequeña propiedad privada no explotadora, la presencia protagónica del Estado en defensa de soberanía política, la economía nacional y las libertades públicas, la defensa racional y soberana del medio ambiente y la participación democrática de todo el pueblo en el manejo de los intereses comunes.
Córdoba, 17-01-2008.
Entre sus obras se destacan: Ecología e Imperialismo; Historia Crítica del Movimiento Estudiantil de Córdoba; Historia, Nación y Cultura; Saúl Taboada, de la Reforma Universitaria a la Revolución Nacional; Deodoro Roca y la Parábola del Pensamiento Reformista.
NOTA DE P DE H: Muy buena nota de estos compañeros de la izquierda nacional que los marxistas de escuadra y tira líneas deberían leer para aprender por dónde pasa la política en Argentina y quienes son los enemigos reales del pueblo y la Nación. Nuevamente recomendamos la lectura a los obtusos que nos tildaban de "fachos". NI IZQUIERDA NI DERECHA, TERCERA POSICION !
LA NATURALEZA DE LA LUCHA POLÍTICA EN LOS PAISES DEPENDIENTES
¿socialismo o nacionalismo?
I
La palabra “socialista” ha aparecido infinidad de veces asociada a los partidos de izquierda liberal de América Latina: el Partido Socialista clásico de Juan B. Justo y Repetto y sus descendientes: el Socialismo Democrático de Américo Ghioldi y el Partido Socialista Argentino de Palacios; el Partido Socialista Internacionalista, primera denominación del PC; el Partido Socialista Obrero, disidencia del juanbejustismo en los años ’30; el Partido Socialista de Vanguardia, de Lattendorf y Tiefemberg, escindido del PSA en los ‘60; el Partido Socialista Unificado de Simón Lázara, núcleo apenas porteño; el Partido Socialista Popular fundado por Guillermo Estévez Boero, el actual Partido Socialista Auténtico que sostiene a “Pino” Solanas. En 1942, la amalgama de todos los grupos trotskistas del país dio lugar a la constitución del Partido Obrero de la Revolución Socialista (PORS).En Uruguay, Emilio Frugoni funda en 19l0 el PSU, de base itálica y colorado-mitrista; Emilio Recabarren, después de haber militado en el juanbejustismo argentino, crea en Chile el Partido Socialista Obrero; en Bolivia, un pequeño Partido Socialista obtiene un diputado nacional y en Río de Janeiro surge en 1917 la “Unión Socialista”, de tendencia bernsteiniana. Todos se hallaban bajo la influencia del “maestro” Juan B. Justo y el socialismo argentino, que –como dice certeramente Julio Godio- “cumplía en nuestro continente, en menor escala, el mismo papel que durante esos mismos años cumplía la Socialdemocracia alemana en el plano europeo e internacional”. El Partido Socialista de Puerto Rico, aún más a la derecha de Justo, era directamente proyanqui y anexionista. Carácter más nacional tenían el Partido Socialista Revolucionario de Colombia, que era un partido obrero basado en los sindicatos, y el PS Cubano, fundado por Carlos Baliño, que había luchado en la manigüa junto a José Martí. Igualmente el Socialismo peruano de José Carlos Mariátegui, que a su murete fue copado y esterilizado por el stalinismo .
A su vez, en la gran corriente de ideas de la izquierda nacional, se utilizó la palabra socialista en dos formaciones: el Partido Socialista de la Revolución Nacional y el Partido Socialista de la Izquierda Nacional, que fueron animados por Jorge Abelardo Ramos, sobre todo el último, el PSIN
II
¿Se justificaba este uso abundoso de la palabra socialista en la política popular de nuestros países? Creemos que no.
Una política “socialista” significa, por definición, una política antiburguesa, vale decir: una acción revolucionaria encaminada a derrotar políticamente a la burguesía nacional y desalojarla del poder para sustituirla por un gobierno del proletariado. Esta es una verdad sin refutaciones en los países metropolitanos, sean imperialistas o no, ya que en ellos la clase de los burgueses nacionales es la clase hegemónica de cada una de aquellas formaciones económico-sociales.
Pero muy otra es la realidad de los países dependientes, coloniales y semicoloniales. En éstos, la burguesía nacional, lejos de ser la clase dominante, es un estrato sujeto a continuas peripecias, sin poder político o muy escaso, atada a los vaivenes del ciclo económico internacional y a la alternancia de políticas proteccionistas y librecambistas. En estos países, la clase dominante es el bloque de la oligarquía (terrateniente- vacuna, minera o fazendeira), la burguesía comercial “compradora” y las grandes empresas imperialistas y las finanzas. De manera que llevar adelante una lucha “socialista” (contra la burguesía nacional, por definición), es perder de vista al enemigo principal: las fuerzas del imperialismo extranjero y sus aliados nativos. Una política de esta laya, deja en la sombra al bloque dominante explotador y centra su luz en la raquítica burguesía nacional, con gran satisfacción del primero. Esto explica la benevolencia –y hasta el apoyo- hacia los Partidos Socialista y Comunista de parte de la prensa, los políticos y los responsables de los grandes intereses oligárquico-imperialistas. En la Argentina lo hemos visto muy a menudo: desde el voto conservador a los socialistas de Capital Federal para derrotar a los candidatos del movimiento nacional yrigoyenista en los Veinte, hasta la tierna solicitud del embajador Spruille Braden para con Américo Ghioldi y Vittorio Codovilla.
Agreguemos que, así como no existe una “ciencia marxista”, sino una concepción marxista acerca de la naturaleza y los límites del conocimiento científico, ni una “narrativa marxista”, sino un punto de vista marxista acerca del contenido, las formas y los objetivos de la literatura, tampoco existe una “política marxista”. Lo que existe es un análisis marxista de la realidad social, económica y cultural de nuestros países, análisis que teniendo en cuenta las relaciones de fuerza internacional, la disposición y envergadura de las clases y el momento histórico concreto, indicará la política a seguir. Si es correcto, indicará para la acción una política antiimperialista, nacionalista popular; si es incorrecto, formulará una política “socialista”, vale decir: funcional al imperialismo
III
Porque en nuestros países, lo que corresponde es una política básicamente antiimperialista, o dicho de otra manera: nacional o nacionalista, en la que están interesadas todas las clases oprimidas y explotadas de la sociedad periférica, hasta incluso alguna fracción de la burguesía nacional menor, por cierto tiempo, durante cierto trecho del camino. Sin que, en este último caso, desaparezca la lucha de clases internas, debe entenderse que ella se dará dentro del frente nacional. En otras palabras, ad usum althusseris, la lucha de clases entre explotados y explotadores al interior del país queda sobredeterminada por la Cuestión Nacional: la oposición entre los términos de la contradicción principal de Imperialismo versus Nación. Los partidos socialistas de la izquierda liberal no han comprendido esta situación y han llevado siempre una lucha “socialista” en el país, que dada la correlación de fuerzas y el posicionamiento de las clases, no es nunca una estrategia inocente, sino una política decididamente proimperialista de facto, más allá de sus justificaciones falsamente “teóricas” y de la mayor o menor abnegación de los militantes y dirigentes que la sostienen. Por el contrario, el PSRN y el PSIN bregaron siempre por una política nacional antiimperialista dirigida contra el verdadero enemigo, una política que, sin ser “proburguesa”, no era en lo esencial “antiburguesa”, por lo que la denominación de “socialista” de estas organizaciones era un verdadero malentendido, un concepto de arrastre de la tradición europea del socialismo, que no indicaba en todo caso una política efectiva, concreta, sino sólo un horizonte hacia el cual dirigirse.
Una política socialista en los países dependientes es fácilmente asimilada por el imperialismo e instrumentada por él, ya que divide el frente nacional y dirige la fuerza del socialismo contra la burguesía del país oprimido El imperialismo, como nacionalismo de una gran potencia metropolitana, sólo reconoce un verdadero enemigo: el nacionalismo popular y democrático, dado que por ser ambos de una misma naturaleza, aunque antagónicos, son incompatibles entre si, como en electricidad los polos iguales se rechazan.
Que el proceso de Revolución Nacional desemboque en un plazo más o menos largo o corto en una transformación socialista de la sociedad, es algo que no puede preverse, aunque puede impulsarse en ese sentido. En Rusia ocurrió así con la Revolución de Febrero, que comenzó como una revolución democráticoburguesa y culminó como socialista en Octubre de 1917. En América Latina no sucedió así nunca, salvo con la Revolución Cubana como caso excepcionalísimo. La fase nacional-burguesa que encabezaron los movimientos nacionales-populares como el peronismo, el varguismo, o el movimientismo de Paz Estensoro en Bolivia, que son los casos más prototípicos, después de una corta etapa de estabilización, desembocaron no en una fase socialista, sino en sangrientas restauraciones proimperialistas.
Ahora bien, una política nacional puede llevarse “desde arriba”, apoyada en la burguesía nacional, los terratenientes en vías de aburguesamiento, el ejército y algunas otras instituciones interesadas en la unidad nacional y el control del mercado interno, tal cual hicieron en la segunda mitad del siglo XIX Bismarck y el Conde Cavour cuando Alemania e Italia eran dos naciones fragmentadas y sometidas al capital extranjero, inglés en el primer caso, francés en el segundo. Es la “vía prusiana” de la revolución democrático-burguesa, donde las masas populares son expresa y deliberadamente excluidas de cualquier participación, como no sea la que tomen por su propia decisión (Garibaldi). En nuestros países dependientes esta vía está históricamente cerrada, por la debilidad de la burguesía nacional nativa y la supeditación material e ideológica de los ejércitos “nacionales” –o de una fracción poderosa de ellos- al imperialismo y/o a las clases oligárquicas nativas dominantes. Cada vez que se la intentó, fracasó, sea porque el imperialismo la abatió o porque las fuerzas que conducían la experiencia capitularon ante él. Tal los casos del febrerismo paraguayo, Busch y Toro en Bolivia, el Trienio Revolucionario (1945-1948) de AD y la joven oficialidad en Venezuela o Velazco Alvarado en el Perú. De manera que una política antiimperialista para ser viable debe necesariamente apoyarse en el pueblo, en las más amplias masas populares- y aun así una victoria duradera no esta asegurada, como se ha visto con el peronismo argentino o el sandinismo nicaragüense-. Es necesaria una estrategia con la intervención de las grandes mayorías, del Demos, de manera que su intervención dé contenido y eficacia a una política antiimperialista. Y ella debe procurar, para ir lo más lejos posible, la incorporación en el carácter de una verdadera columna vertebral, del proletariado industrial y del nuevo cognitariado que está surgiendo de las entrañas de la revolución científica y tecnológica en curso.
Una política de esta naturaleza no puede, entonces, sino ser democrática, mas no en el sentido habitual que le dan a esta palabra los sicofantes del liberalismo: contienda electoral, división de poderes, justicia “independiente” (de la nación…), alternancia en el poder, libertad de prensa (de empresa), etc., sino en el sentido auténtico, primigenio, del concepto: el gobierno del Demos. Este gobierno puede ser o no ser “democrático” en el sentido liberal -generalmente, no- pero necesariamente debe serlo en el sentido auténtico que indicamos. Llamar “democrático” a un régimen de poder que tiene aquellas características arriba señaladas (división de poderes, elecciones, parlamentarismo, etc.) es una falacia, porque implica denominar inadecuadamente a lo que en realidad es un régimen republicano - que es otra cosa- y que puede ser o no ser democrático (popular-nacional), pero que generalmente no lo es. Generalmente es una farsa política en el que actúa la partidocracia expropiadora de la representación popular, y en la que los intereses imperialistas controlan los resortes del verdadero poder, dejando a los políticos-actores que hablen y figuren a gusto a condición de que las instituciones “democráticas” (republicanas) sigan vaciadas de contenido nacional y no se toquen para nada aquellos intereses. En nuestros países, la “democracia” semicolonial que conocemos forma parte del aparato de dominación extranjera. Debe ser ampliada con las instituciones de la verdadera democracia nacional participativa: iniciativa popular, referéndum, plebiscito, revocatoria, defensa de los derechos humanos también de los más pobres, inclusión económica y electoral de los inmigrantes latinoamericanos, control de productores y usuarios sobre los servicios, la producción y las finanzas, etc.
Bien entendida entonces la cuestión, un partido de la Revolución Nacional debe ser un partido democrático, un Partido Democrático de la Revolución Nacional, que inicie una tarea de actualización teórica, difusión doctrinaria y acumulación de fuerzas.
IV
Pero el objetivo final de un partido popular no puede ser el de sustituir un amo por otro, uno extranjero por otro nacional - aunque el triunfo de éste sobre el primero establezca un mejor terreno para su desarrollo- , sino terminar con toda forma de explotación del hombre por el hombre. En consecuencia, su horizonte debe ser la construcción de una sociedad más justa, basada en la unidad latinoamericana, la nacionalización de los recursos naturales, la planificación democrática de la economía, la propiedad pública de los medios de producción en sus diversas formas (estatal, mutual, cooperativa, sindical, etc) sin perjuicio de la pequeña propiedad privada no explotadora, la presencia protagónica del Estado en defensa de soberanía política, la economía nacional y las libertades públicas, la defensa racional y soberana del medio ambiente y la participación democrática de todo el pueblo en el manejo de los intereses comunes.
Córdoba, 17-01-2008.
Entre sus obras se destacan: Ecología e Imperialismo; Historia Crítica del Movimiento Estudiantil de Córdoba; Historia, Nación y Cultura; Saúl Taboada, de la Reforma Universitaria a la Revolución Nacional; Deodoro Roca y la Parábola del Pensamiento Reformista.
NOTA DE P DE H: Muy buena nota de estos compañeros de la izquierda nacional que los marxistas de escuadra y tira líneas deberían leer para aprender por dónde pasa la política en Argentina y quienes son los enemigos reales del pueblo y la Nación. Nuevamente recomendamos la lectura a los obtusos que nos tildaban de "fachos". NI IZQUIERDA NI DERECHA, TERCERA POSICION !
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Descuartizando a Perón
Fuente: Por Pino Solanas
El acuerdo de Néstor Kirchner con Roberto Lavagna y su decisión de presidir el Partido Justicialista es un acto que clarifica el escenario político. La táctica del “pejotismo” es dividirse antes de las contiendas electorales y dirimir sus internas en elecciones nacionales –1985, 2003 y 2007– para después juntarse de nuevo. Otro tanto le está pasando a la UCR en su afán de reconstruirse. Esta vez Kirchner vuelve a estrechar filas con el mentor de su plan económico y sus viejos compañeros Duhalde, Caamaño, Barrionuevo, Romero, Porta, De la Sota, Rodríguez Saá y Menem. Que nadie se asombre: el acuerdo de Kirchner con Menem en el 2005 habilitándolo para asumir como senador significó encajonar sus causas penales y el desplazamiento del ministro Beliz que investigaba sus cuentas en Suiza. ¿Quién presidía la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado?: la senadora Cristina Kirchner. ¿Para qué se unen tantos dirigentes: para profundizar un proceso liberador, democratizar la democracia, recuperar la soberanía, el petróleo, la participación popular, o reconstruir las industrias del Estado? No. Porque no los une la pasión nacional y social de Perón y Evita, sino el poder para sí, para servir al sistema o enriquecerse. El pejota es la gran central de negocios donde la traición y los business reemplazaron la ética de la política.
Hoy vuelven a juntarse en un PJ que ratifica su pertenencia a la Internacional Social Cristiana que preside Vicente Fox y están Aznar y Felipe Calderón. Un PJ donde conviven honestos con delincuentes y coimeros, peronistas auténticos con vendepatrias, proyanquis, neoliberales, terratenientes, dueños de radios y canales. Gobernadores que reparten concesiones mineras y tierras públicas entre sus amigos y avalan la extranjerización de millones de hectáreas. Son los mismos que en los años ’90 remataron el petróleo y vaciaron el patrimonio público, iniciando ese modelo que terminó en un genocidio social: más de 30 mil muertos en el 2001 y el 2002 por desnutrición o enfermedades curables.
Lo que divide la política nacional es el modelo neoliberal profundizado por Menem y no las disputas entre dirigentes; un modelo que hoy continúa con matices propios: la entrega del petróleo y la minería, los subsidios a las privatizadas y las corporaciones, la polarización de la riqueza. En la Reforma de 1994, en vez de reponer el art. 40 de la Constitución de 1949 –”los minerales y caídas de agua, los yacimientos de petróleo, carbón y gas (...) son propiedades inalienables e imprescriptibles de la Nación”– los justicialistas con Néstor y Cristina Kirchner votaron su negación y derrumbaron la secular política de Estado que ponía los recursos estratégicos al servicio de la Nación: “Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio” (art. 124).
De Menem a los Kirchner, esas riquezas benefician a las multinacionales y a funcionarios que hacen negocios privados con bienes públicos. ¿No es un ejemplo mayor la falsa “argentinización” de YPF-Repsol a manos del banquero privado de Santa Cruz? Mientras tanto siguen llevando petróleo y metales sin control público: un saqueo de más de U$S 20 mil millones anuales consentido tanto por Menem como por los Kirchner. La impunidad es total: son las empresas quienes dicen lo que se llevan mientras la dirigencia argentina lo permite y lo silencia. Elisa Carrió, Lavagna, Alfonsín, ninguno discute las cuestiones estratégicas como la prórroga hasta el 2047 de las viejas concesiones de Menem que posibilitó Kirchner con el traspaso de todos los yacimientos a las provincias.
El descuartizamiento del proyecto de Perón no es nuevo, hace décadas que lo vienen haciendo. En su mensaje sobre el Proyecto Argentino en el Congreso –1/5/74– Perón planteaba realizar una revolución en paz y ratificaba la propiedad sobre los recursos naturales. Ocho semanas después, moría en circunstancias misteriosas que no se quisieron investigar. A pesar de estar delicado de salud no había unidad de emergencia en la residencia presidencial: ¿lo dejaron morir o lo envenenaron como a Joao Goulart? Entre quienes lo rodeaban estaba López Rega. Meses después llegaba el “Rodrigazo” que anunciaba el plan de Martínez de Hoz. La trágica saga continuó: golpeadas por la derrota o compradas por el cañonazo de los millones de las privatizaciones, las conducciones “pejotistas” enterraron las cenizas del proyecto de Perón. Antonio Cafiero, justificando el travestismo, diría: “La traición es inherente a la acción política”.
Es hora de invertir nuestros esfuerzos en el rescate y reconstrucción del movimiento nacional ante la extraordinaria etapa de la historia continental que nos toca vivir. Quienes tuvimos la honra de tratar y aprender con Perón, Scalabrini, Jauretche, Cooke, sabemos que no hay misión más urgente para los compañeros peronistas que unirnos con todos los patriotas y militantes políticos y sociales para realizar la revolución nacional inconclusa. Dejemos vanas ilusiones, tengamos grandeza y honremos lo que Perón nos decía al despedirse el 12/6/74: “Yo vine al país para lanzar un proceso de liberación nacional y no para consolidar la dependencia. La unidad que propusimos fue para concretar la liberación nacional y no para darles coraje a los enemigos del pueblo. Esa unidad era y es para que el pueblo pueda hacer su voluntad sin obstáculos”.
NOTA DE P DE H: Las coincidencias que tenemos en P de Hierro con este clarísimo análisis de Pino Solanas son totales. Esto sirve para mostrar que el proyecto K es una mentira que administra mejor que Menem pero que para nada representa un proyecto de liberación nacional. Y mucho menos representa el verdadero peronismo. Y para aquellos trasnochados que nos decían "fachos" aqui tienen nuestra unidad de criterio con un gran patriota de la izquierda nacional. Amén.
El acuerdo de Néstor Kirchner con Roberto Lavagna y su decisión de presidir el Partido Justicialista es un acto que clarifica el escenario político. La táctica del “pejotismo” es dividirse antes de las contiendas electorales y dirimir sus internas en elecciones nacionales –1985, 2003 y 2007– para después juntarse de nuevo. Otro tanto le está pasando a la UCR en su afán de reconstruirse. Esta vez Kirchner vuelve a estrechar filas con el mentor de su plan económico y sus viejos compañeros Duhalde, Caamaño, Barrionuevo, Romero, Porta, De la Sota, Rodríguez Saá y Menem. Que nadie se asombre: el acuerdo de Kirchner con Menem en el 2005 habilitándolo para asumir como senador significó encajonar sus causas penales y el desplazamiento del ministro Beliz que investigaba sus cuentas en Suiza. ¿Quién presidía la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado?: la senadora Cristina Kirchner. ¿Para qué se unen tantos dirigentes: para profundizar un proceso liberador, democratizar la democracia, recuperar la soberanía, el petróleo, la participación popular, o reconstruir las industrias del Estado? No. Porque no los une la pasión nacional y social de Perón y Evita, sino el poder para sí, para servir al sistema o enriquecerse. El pejota es la gran central de negocios donde la traición y los business reemplazaron la ética de la política.
Hoy vuelven a juntarse en un PJ que ratifica su pertenencia a la Internacional Social Cristiana que preside Vicente Fox y están Aznar y Felipe Calderón. Un PJ donde conviven honestos con delincuentes y coimeros, peronistas auténticos con vendepatrias, proyanquis, neoliberales, terratenientes, dueños de radios y canales. Gobernadores que reparten concesiones mineras y tierras públicas entre sus amigos y avalan la extranjerización de millones de hectáreas. Son los mismos que en los años ’90 remataron el petróleo y vaciaron el patrimonio público, iniciando ese modelo que terminó en un genocidio social: más de 30 mil muertos en el 2001 y el 2002 por desnutrición o enfermedades curables.
Lo que divide la política nacional es el modelo neoliberal profundizado por Menem y no las disputas entre dirigentes; un modelo que hoy continúa con matices propios: la entrega del petróleo y la minería, los subsidios a las privatizadas y las corporaciones, la polarización de la riqueza. En la Reforma de 1994, en vez de reponer el art. 40 de la Constitución de 1949 –”los minerales y caídas de agua, los yacimientos de petróleo, carbón y gas (...) son propiedades inalienables e imprescriptibles de la Nación”– los justicialistas con Néstor y Cristina Kirchner votaron su negación y derrumbaron la secular política de Estado que ponía los recursos estratégicos al servicio de la Nación: “Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio” (art. 124).
De Menem a los Kirchner, esas riquezas benefician a las multinacionales y a funcionarios que hacen negocios privados con bienes públicos. ¿No es un ejemplo mayor la falsa “argentinización” de YPF-Repsol a manos del banquero privado de Santa Cruz? Mientras tanto siguen llevando petróleo y metales sin control público: un saqueo de más de U$S 20 mil millones anuales consentido tanto por Menem como por los Kirchner. La impunidad es total: son las empresas quienes dicen lo que se llevan mientras la dirigencia argentina lo permite y lo silencia. Elisa Carrió, Lavagna, Alfonsín, ninguno discute las cuestiones estratégicas como la prórroga hasta el 2047 de las viejas concesiones de Menem que posibilitó Kirchner con el traspaso de todos los yacimientos a las provincias.
El descuartizamiento del proyecto de Perón no es nuevo, hace décadas que lo vienen haciendo. En su mensaje sobre el Proyecto Argentino en el Congreso –1/5/74– Perón planteaba realizar una revolución en paz y ratificaba la propiedad sobre los recursos naturales. Ocho semanas después, moría en circunstancias misteriosas que no se quisieron investigar. A pesar de estar delicado de salud no había unidad de emergencia en la residencia presidencial: ¿lo dejaron morir o lo envenenaron como a Joao Goulart? Entre quienes lo rodeaban estaba López Rega. Meses después llegaba el “Rodrigazo” que anunciaba el plan de Martínez de Hoz. La trágica saga continuó: golpeadas por la derrota o compradas por el cañonazo de los millones de las privatizaciones, las conducciones “pejotistas” enterraron las cenizas del proyecto de Perón. Antonio Cafiero, justificando el travestismo, diría: “La traición es inherente a la acción política”.
Es hora de invertir nuestros esfuerzos en el rescate y reconstrucción del movimiento nacional ante la extraordinaria etapa de la historia continental que nos toca vivir. Quienes tuvimos la honra de tratar y aprender con Perón, Scalabrini, Jauretche, Cooke, sabemos que no hay misión más urgente para los compañeros peronistas que unirnos con todos los patriotas y militantes políticos y sociales para realizar la revolución nacional inconclusa. Dejemos vanas ilusiones, tengamos grandeza y honremos lo que Perón nos decía al despedirse el 12/6/74: “Yo vine al país para lanzar un proceso de liberación nacional y no para consolidar la dependencia. La unidad que propusimos fue para concretar la liberación nacional y no para darles coraje a los enemigos del pueblo. Esa unidad era y es para que el pueblo pueda hacer su voluntad sin obstáculos”.
NOTA DE P DE H: Las coincidencias que tenemos en P de Hierro con este clarísimo análisis de Pino Solanas son totales. Esto sirve para mostrar que el proyecto K es una mentira que administra mejor que Menem pero que para nada representa un proyecto de liberación nacional. Y mucho menos representa el verdadero peronismo. Y para aquellos trasnochados que nos decían "fachos" aqui tienen nuestra unidad de criterio con un gran patriota de la izquierda nacional. Amén.
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(Peronismo)
martes, febrero 12, 2008
La crisis de EE.UU. se sentiría en Argentina, dice el Banco Central
Fuente: Clarín, 12 de febrero del 2008.
EL CONTAGIO INTERNACIONAL PODRIA LLEGAR POR EL CANAL FINANCIERO Y EL COMERCIAL.
Lo planteó en un documento que su titular, Martín Redrado, le entregó a Cristina Kirchner. Allí recomienda mejorar el superávit, vigilar los precios de las materias primas y estar atento a lo que pasa en Brasil y China.
Desde que llegó a la Casa Rosada, Cristina Kirchner tiene como costumbre pedir a sus funcionarios informes por escrito. Hace unos días el Banco Central le elaboró un paper de cinco carillas para responder a una pregunta que quita el sueño: si Argentina está aislada de la crisis que golpea a Estados Unidos, la primera economía del mundo. Y si, el país con su historia reciente, se podrá mantener de pie. El informe del organismo que dirige Martín Redrado remarca que no somos inmunes. Pero, a diferencia de otras veces, "hay margen de maniobra como para aislar a la economía de los efectos negativos".
En ese reporte, hoy en manos de la Presidenta y al que Clarín tuvo acceso exclusivo, el Central pasa el rastrillo a una situación poco conocida: el efecto contagio de una crisis nacida en el corazón financiero internacional. Hasta ahora, EE.UU. es la locomotora del mundo y no está claro si hay otros países que puedan sustituirlo en ese rol. Y Argentina, de acuerdo con el Central, "ha sufrido en su historia recurrentemente shocks externos que la convierten en la economía más inestable entre los países emergentes grandes".
Pese a que no prevé estrecheces, el Central señala que esta crisis se contagia por dos canales, el financiero y el comercial. Y advierte que habrá momentos de estrés con otros de relativa calma. Así, aconseja mantener o mejorar el superávit de las cuentas públicas como muestra de solidez fiscal, monitorear constantemente los precios de las materias primas que el país exporta y no perder pisada a lo que pueda ocurrirles a nuestros principales socios comerciales, China y Brasil.
Pero también tranquiliza al asegurar que no habrá problemas con el financiamiento que se requiere para este año.
Aquí los puntos más salientes:
«+Las crisis se transmiten del centro a la periferia a través del canal comercial y del financiero. En el primero se expresa en las cantidades que vendemos y en los precios que nos pagan. Y si bien a EE.UU. le exportamos poco, podría haber efectos por una caída en los precios: se recibirían menos dólares y se recuadaría menos por retenciones.
«+Se señala que los precios van a caer de los valores excepcionales de este último mes, aunque seguirán siendo más altos que los utilizados en el Presupuesto.
«+La actual crisis nacida en el corazón del sistema financiero norteamericano precipitó un ajuste brusco. Los bancos habían desarrollado un sistema de crédito para la vivienda que generó una burbuja. Hoy el valor de las deudas en EE.UU. es mayor que el valor de las propiedades.
«+Los consumidores norteamericanos deben más de lo que pueden pagar. Esto podría llevar pesimismo y retratroer excesivamente el consumo.
«+En el caso de la política seguida por el presidente Bush se observa falta de liderazgo y parece criticable que para salir de la recesión se base más en reducciones de impuestos que en subsidios o en aumentar el gasto público. Se expresan dudas acerca de si la baja de tasas de interés es un instrumento adecuado.
«+Advierte que el crecimiento mundial sufriría notablemente por la ausencia de su principal locomotora. Y la gran incógnita es si China, la India o Europa podrían asumir convertirse en la nueva locomotora.
NOTA DE P DE H: La actual crisis que sufre EEUU puede ser la oportunidad para países como la Argentina de lograr mayor margen de maniobrabilidad política en post de la tan ansiada independencia económica y soberanía política. Claro que esto debería realizarlo una dirigencia claudicante y que no tiene mucho que ver con los postulados del peronismo histórico, aunque, no desconocemos, esta gestión es infinitamente preferible a la entrega y aniquilamiento del aparato productivo que llevó a cabo Menem en los 90, y que a través de sus socios de "Potreros de los Funes", se resiste a desaparecer. Hasta se atreven a proclamarse como los verdaderos peronistas!! Para que no queden dudas, desde la Organización Puerta de Hierro nos negamos tajantemente a aceptar la falsa disyuntiva dialéctica en la que el peronismo sería un neo liberalismo (opción Potreros de los Funes), o una socialdemocracia al estilo PSOE (opción K). Frente a esta encerrona ideológica seguimos levantando las banderas de la tercera posición, aunque, no nos sea del todo agradable, siempre estaremos al lado de la actual gestión en contra de los resabios del neoliberalismo genocida. Pero esta es una opción táctica. La estrategia es la reconstrucción del verdadero peronismo y la planificación de un proyecto nacional. Es allí donde las relaciones exteriores y la economía cobran importancia. Porque como señalamos antes, la coyuntura internacional ofrece oportunidades, pero a no engañarnos, todo sucede en el seno del más crudo capitalismo internacional.
EL CONTAGIO INTERNACIONAL PODRIA LLEGAR POR EL CANAL FINANCIERO Y EL COMERCIAL.
Lo planteó en un documento que su titular, Martín Redrado, le entregó a Cristina Kirchner. Allí recomienda mejorar el superávit, vigilar los precios de las materias primas y estar atento a lo que pasa en Brasil y China.
Desde que llegó a la Casa Rosada, Cristina Kirchner tiene como costumbre pedir a sus funcionarios informes por escrito. Hace unos días el Banco Central le elaboró un paper de cinco carillas para responder a una pregunta que quita el sueño: si Argentina está aislada de la crisis que golpea a Estados Unidos, la primera economía del mundo. Y si, el país con su historia reciente, se podrá mantener de pie. El informe del organismo que dirige Martín Redrado remarca que no somos inmunes. Pero, a diferencia de otras veces, "hay margen de maniobra como para aislar a la economía de los efectos negativos".
En ese reporte, hoy en manos de la Presidenta y al que Clarín tuvo acceso exclusivo, el Central pasa el rastrillo a una situación poco conocida: el efecto contagio de una crisis nacida en el corazón financiero internacional. Hasta ahora, EE.UU. es la locomotora del mundo y no está claro si hay otros países que puedan sustituirlo en ese rol. Y Argentina, de acuerdo con el Central, "ha sufrido en su historia recurrentemente shocks externos que la convierten en la economía más inestable entre los países emergentes grandes".
Pese a que no prevé estrecheces, el Central señala que esta crisis se contagia por dos canales, el financiero y el comercial. Y advierte que habrá momentos de estrés con otros de relativa calma. Así, aconseja mantener o mejorar el superávit de las cuentas públicas como muestra de solidez fiscal, monitorear constantemente los precios de las materias primas que el país exporta y no perder pisada a lo que pueda ocurrirles a nuestros principales socios comerciales, China y Brasil.
Pero también tranquiliza al asegurar que no habrá problemas con el financiamiento que se requiere para este año.
Aquí los puntos más salientes:
«+Las crisis se transmiten del centro a la periferia a través del canal comercial y del financiero. En el primero se expresa en las cantidades que vendemos y en los precios que nos pagan. Y si bien a EE.UU. le exportamos poco, podría haber efectos por una caída en los precios: se recibirían menos dólares y se recuadaría menos por retenciones.
«+Se señala que los precios van a caer de los valores excepcionales de este último mes, aunque seguirán siendo más altos que los utilizados en el Presupuesto.
«+La actual crisis nacida en el corazón del sistema financiero norteamericano precipitó un ajuste brusco. Los bancos habían desarrollado un sistema de crédito para la vivienda que generó una burbuja. Hoy el valor de las deudas en EE.UU. es mayor que el valor de las propiedades.
«+Los consumidores norteamericanos deben más de lo que pueden pagar. Esto podría llevar pesimismo y retratroer excesivamente el consumo.
«+En el caso de la política seguida por el presidente Bush se observa falta de liderazgo y parece criticable que para salir de la recesión se base más en reducciones de impuestos que en subsidios o en aumentar el gasto público. Se expresan dudas acerca de si la baja de tasas de interés es un instrumento adecuado.
«+Advierte que el crecimiento mundial sufriría notablemente por la ausencia de su principal locomotora. Y la gran incógnita es si China, la India o Europa podrían asumir convertirse en la nueva locomotora.
NOTA DE P DE H: La actual crisis que sufre EEUU puede ser la oportunidad para países como la Argentina de lograr mayor margen de maniobrabilidad política en post de la tan ansiada independencia económica y soberanía política. Claro que esto debería realizarlo una dirigencia claudicante y que no tiene mucho que ver con los postulados del peronismo histórico, aunque, no desconocemos, esta gestión es infinitamente preferible a la entrega y aniquilamiento del aparato productivo que llevó a cabo Menem en los 90, y que a través de sus socios de "Potreros de los Funes", se resiste a desaparecer. Hasta se atreven a proclamarse como los verdaderos peronistas!! Para que no queden dudas, desde la Organización Puerta de Hierro nos negamos tajantemente a aceptar la falsa disyuntiva dialéctica en la que el peronismo sería un neo liberalismo (opción Potreros de los Funes), o una socialdemocracia al estilo PSOE (opción K). Frente a esta encerrona ideológica seguimos levantando las banderas de la tercera posición, aunque, no nos sea del todo agradable, siempre estaremos al lado de la actual gestión en contra de los resabios del neoliberalismo genocida. Pero esta es una opción táctica. La estrategia es la reconstrucción del verdadero peronismo y la planificación de un proyecto nacional. Es allí donde las relaciones exteriores y la economía cobran importancia. Porque como señalamos antes, la coyuntura internacional ofrece oportunidades, pero a no engañarnos, todo sucede en el seno del más crudo capitalismo internacional.
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(Economía nacional),
(Política internacional)
Una Orden Militar israelí declaró en el 2003 “Zona Cerrada”.
Fuente: OLP, Embajada de Palestina.
Suhail Hani Daher Akel.
Una Orden Militar israelí declaró en el 2003 “Zona Cerrada”
a Palestina entre la frontera de 1967 y el Muro de Apartheid.
Actualmente la extendieron a la zona de Gaza.
La traducción inglesa de una orden militar israelí reservada, firmada y vigente desde el 2 de Octubre de 2003, declaró a toda la zona Norte de Palestina (Ribera Occidental) entre el Muro de Apartheid y la frontera ocupada por Israel desde 1967, como “Zona Cerrada”. La orden reservada especifica que “Nadie entrará a la ‘Zona Cerrada’ ni permanecerá en ella”. El libre acceso a la “Zona Cerrada” solo estará garantizada para los israelíes ciudadanos, residentes o cualquier persona de religión judía.
La orden requiere a los palestinos residentes en la “Zona Cerrada”, obtener permisos para vivir en sus propias casas, cultivar sus tierras y transitar en ellas. A los palestinos no residentes de dicha zona, pero cuyas tierras de cultivo se encuentran ahí, también se les requerirá un permiso israelí para el cultivo. La orden no garantizará que los permisos sean otorgados o respetados en el caso de que fuesen otorgados.
Con certeza la orden garantiza a cualquier judío del mundo, el derecho del retorno, a transitar libremente e instalarse en la “Zona Cerrada”, mientras, se priva del mismo derecho a los cristianos y musulmanes palestinos que viven en ese lugar y poseen tierras y las trabajan.
La orden representa las tentativas israelíes para deshacerse en los próximos años de los habitantes palestinos de dichas zonas utilizando el Muro de Apartheid en Palestina y los asentamientos judíos en la Capital Jerusalem para rediseñar la frontera geopolítica israelí dejando a la “Zona Cerrada” como parte de Israel.
La “Zona Cerrada” representa un importante porcentaje de tierras de la Zona Norte de Palestina (Ribera Occidental) y es el hogar de miles de familias palestinas. Otros miles de palestinos poseen tierras cultivadas en esas zonas e importantes reservas de agua.
En el 2003, el Mártir Presidente Yasser Arafat estaba cercado militarmente por las fuerzas de ocupación israelí en su Presidencia, mientras, el lidearazo sionista de Sharon, Peres y Olmert que gobernaban Israel, fueron los promotores de esta criminal orden militar que sigue ejecutando Olmert, Peres y Barak.
La Potencia Ocupante, actualmente extendió su orden de “Zona Cerrada” a Gaza, imponiendo la limpieza étnica, la hambruna y la destrucción de la población palestina gazzauí. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue indiferente como en el año 1948, 1967, 2003 y 2008. Hasta cuando.
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(Medio Oriente)
Una unidad de destino en lo universal.
Fuente: Juan Pablo Vitali. Febrero del 2008.
Una unidad de destino en lo universal.
A poco andar, la América hispánica se pobló de criollos. Europeos nacidos fuera de Europa. Mancebos de la tierra, como los llamaban. Como los que fundaron Buenos Aires.
La tierra que conquistaron sus padres, ya no era para ellos tierra de conquista, sino la Patria misma. La única Patria que conocieron, su territorio.
Por cultura y por derecho de sangre, sin embargo, eran también hijos de España.
Fueron cristianos a su modo, a menudo insurgente. Hombres levantiscos marcados por el paisaje, y por las razas amigas y enemigas del continente. Ningún intercambio fue parejo ni estable. Como en todas partes, siempre hubo dominaciones en estas latitudes, aún antes de la conquista, aunque el pensamiento único, quiera vendernos la imagen infantil del buen salvaje.
Hubo amor y hubo guerra, no sólo con el indio. Los españoles se disputaban las jurisdicciones y desconocían las autoridades. Sabemos que a menudo, la muerte era propinada por los propios, además de los ajenos.
Vimos desmembrarse el imperio español en una guerra civil. Guerra civil inútil, que se extendería hasta la caída de España, y de Hispanoamérica a manos del imperialismo inglés.
Luego, el pensamiento liberal o marxista, hijo de un mismo padre materialista, arrasó con su dialéctica la cultura de Hispanoamérica, de España y de Europa, sin distinción de raza ni origen, arrasando a todos los pueblos por igual.
Hispanoamérica, salvaje para los anglosajones y empobrecida por ellos, se refugió en los gauchos. Esos criollos que bajo catedrales de estrellas, combatieron hasta que los políticos y las armas de las logias inglesas los derrotaron. Como siempre, el enemigo no ahorró ninguna crueldad. Sabemos que no llevan, ni un eco del Cristo en sus almas.
En realidad, los derrotó el sentido del mundo, el pensamiento único que despuntaba, de la mano del comercio inglés, de las logias, y de la oligarquía cipaya, vencedores de la antigua nobleza de la tierra, de los caudillos y sus paisanos, que combatieron lanza en mano el centralismo expoliador del puerto, como dignos herederos de la mejor España.
Influenciados sin darnos cuenta por la vorágine, solemos entregar cada día, algo más de nuestra cultura y mermar nuestra actitud de resistencia.
Toda acción contraria a la corriente, es primero una actitud cultural, y por lo tanto, una actitud espiritual.
El avance del materialismo hacia mayores aberraciones, no es en sí un avance, sino el necesario y simétrico retroceso de valores culturales y espirituales, que son los que deben organizar la materia.
Gramsci lo supo bien. Por eso lo admiran, los que necesitan la devastación masiva de valores.
Los lectores saben bien, que todo proceso político de fuste, emerge de un fermento cultural, del estado espiritual de ciertos hombres y de ciertos pueblos, capaces de desarrollar la energía que Dios ha puesto en ellos, para la lucha política trascendente.
Nuestra estirpe no resurgirá, sin la reconquista de un estado cultural y espiritual. Lo primero que hay que cambiar es la actitud. Hay que ser creativo para resistir. Hay gente que todavía cree, que lo que no tiene métrica y rima consonante, no es poesía, y que un partido político, es necesariamente un instrumento negativo. Algunos van siempre para atrás, atados a ciertas formas ya vacías. O buscan excusas suficientes, para justificar su comodidad, en un reaccionarismo superficial. Nosotros, debemos ir al fondo de las cosas.
Creo que en este lejano Sur, el desorden y la pobreza, suelen protegernos espiritualmente un poco. Nos roban, pero como pocos participan del saqueo, también son pocos los que creen en el sistema que lo organiza.
Dicen que a los conquistadores los movía el oro, pero pocos lo encontraron, y menos aún lo disfrutaron. Los guerreros sólo saben combatir y morir. Otros, habrán aprovechado sus guerras y sus muertes.
Los conquistadores y sus hijos, debieran ser nuestro ejemplo. Pero esta vez, no para el beneficio del comercio anglosajón y el pensamiento único. No para la concentración del poder mundial, ni para hundirnos en nuestras guerras civiles inducidas, sino para ejercer el poder espiritual y material, que la estirpe hispánica y criolla, tiene derecho a ejercer, sobre todo su territorio.
Una unidad de destino en lo universal.
A poco andar, la América hispánica se pobló de criollos. Europeos nacidos fuera de Europa. Mancebos de la tierra, como los llamaban. Como los que fundaron Buenos Aires.
La tierra que conquistaron sus padres, ya no era para ellos tierra de conquista, sino la Patria misma. La única Patria que conocieron, su territorio.
Por cultura y por derecho de sangre, sin embargo, eran también hijos de España.
Fueron cristianos a su modo, a menudo insurgente. Hombres levantiscos marcados por el paisaje, y por las razas amigas y enemigas del continente. Ningún intercambio fue parejo ni estable. Como en todas partes, siempre hubo dominaciones en estas latitudes, aún antes de la conquista, aunque el pensamiento único, quiera vendernos la imagen infantil del buen salvaje.
Hubo amor y hubo guerra, no sólo con el indio. Los españoles se disputaban las jurisdicciones y desconocían las autoridades. Sabemos que a menudo, la muerte era propinada por los propios, además de los ajenos.
Vimos desmembrarse el imperio español en una guerra civil. Guerra civil inútil, que se extendería hasta la caída de España, y de Hispanoamérica a manos del imperialismo inglés.
Luego, el pensamiento liberal o marxista, hijo de un mismo padre materialista, arrasó con su dialéctica la cultura de Hispanoamérica, de España y de Europa, sin distinción de raza ni origen, arrasando a todos los pueblos por igual.
Hispanoamérica, salvaje para los anglosajones y empobrecida por ellos, se refugió en los gauchos. Esos criollos que bajo catedrales de estrellas, combatieron hasta que los políticos y las armas de las logias inglesas los derrotaron. Como siempre, el enemigo no ahorró ninguna crueldad. Sabemos que no llevan, ni un eco del Cristo en sus almas.
En realidad, los derrotó el sentido del mundo, el pensamiento único que despuntaba, de la mano del comercio inglés, de las logias, y de la oligarquía cipaya, vencedores de la antigua nobleza de la tierra, de los caudillos y sus paisanos, que combatieron lanza en mano el centralismo expoliador del puerto, como dignos herederos de la mejor España.
Influenciados sin darnos cuenta por la vorágine, solemos entregar cada día, algo más de nuestra cultura y mermar nuestra actitud de resistencia.
Toda acción contraria a la corriente, es primero una actitud cultural, y por lo tanto, una actitud espiritual.
El avance del materialismo hacia mayores aberraciones, no es en sí un avance, sino el necesario y simétrico retroceso de valores culturales y espirituales, que son los que deben organizar la materia.
Gramsci lo supo bien. Por eso lo admiran, los que necesitan la devastación masiva de valores.
Los lectores saben bien, que todo proceso político de fuste, emerge de un fermento cultural, del estado espiritual de ciertos hombres y de ciertos pueblos, capaces de desarrollar la energía que Dios ha puesto en ellos, para la lucha política trascendente.
Nuestra estirpe no resurgirá, sin la reconquista de un estado cultural y espiritual. Lo primero que hay que cambiar es la actitud. Hay que ser creativo para resistir. Hay gente que todavía cree, que lo que no tiene métrica y rima consonante, no es poesía, y que un partido político, es necesariamente un instrumento negativo. Algunos van siempre para atrás, atados a ciertas formas ya vacías. O buscan excusas suficientes, para justificar su comodidad, en un reaccionarismo superficial. Nosotros, debemos ir al fondo de las cosas.
Creo que en este lejano Sur, el desorden y la pobreza, suelen protegernos espiritualmente un poco. Nos roban, pero como pocos participan del saqueo, también son pocos los que creen en el sistema que lo organiza.
Dicen que a los conquistadores los movía el oro, pero pocos lo encontraron, y menos aún lo disfrutaron. Los guerreros sólo saben combatir y morir. Otros, habrán aprovechado sus guerras y sus muertes.
Los conquistadores y sus hijos, debieran ser nuestro ejemplo. Pero esta vez, no para el beneficio del comercio anglosajón y el pensamiento único. No para la concentración del poder mundial, ni para hundirnos en nuestras guerras civiles inducidas, sino para ejercer el poder espiritual y material, que la estirpe hispánica y criolla, tiene derecho a ejercer, sobre todo su territorio.
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GORILAS HE VISTO YO...
Fuente: Pablo Crocchi. Febrero del 2008.
GORILAS HE VISTO YO...
En los pagos de’ande vengo sobreabundan los gorilas.
Hay de distintos pelajes con muy vistoso color...
Gorilaje depilado que oculta su condición
y gorilas descarados de orgullosa ostentación.
De los pagos de’ande vengo gorilas he visto yo...
Unos usan pelo largo otros corto cepillón,
Los hay de traje y corbata, otros calzan zapatillas
o andan de ushuta y en patas; otros bota mejicana,
mascan chicle y bailan rock...
Gorilas de toda laya, gorilas he visto yo...
Unos hablan como el pueblo, otros hablan afectado,
hay quien pronuncia la i griega como imitando al sifón,
muchos que mueven sus manos igualito al maricón.
Unos grandotes y malos, otros lindos y suaves
como suspiro de amor, que apuñalan por la espalda
pues gustan de la traición: habitan en ministerios,
radios y televisión . Muchos se hacen PROgrasistas
para atacar a Perón, otros son conservadores
de látigo y tradición: los morbosos chupasirios
que entregan el Cristo Vivo al Satán emperador.
Racistas, acartonados, gustan verse liberales
pero utilizan mazmorras para imponer su rigor.
Hay muy diversos gorilas... Gorilas de toda laya...
de los pagos ande vengo abunda su población...
Parecen muy diferentes, sin embargo, compañero
son todos la misma especie: todos odian la Nación...
Vendepatrias, matapueblos, coloniales y cipayos
de similar condición: todos hablan de “la patria”
cuando viene la elección...
Odian todo lo que amamos, nuestros paisajes, el Pueblo,
su historia y su tradición... Aman a ingleses y yanquis
y a todos los enemigos de la patria de Perón...
Si le cuesta descubrir a un gorila depilado
háblele de nuestros pagos, de Rosas -el difamado-,
de San Martín y Belgrano, y verá como los pelos
le crecerán enredados mostrando su condición.
¿ Quiere un método veloz..? coméntele de Malvinas
y notará que su inquina lo transforma en lobisón...
Pero póngale cuidado: procure un facón a mano,
porque el gorila es feroz...
GORILAS HE VISTO YO...
En los pagos de’ande vengo sobreabundan los gorilas.
Hay de distintos pelajes con muy vistoso color...
Gorilaje depilado que oculta su condición
y gorilas descarados de orgullosa ostentación.
De los pagos de’ande vengo gorilas he visto yo...
Unos usan pelo largo otros corto cepillón,
Los hay de traje y corbata, otros calzan zapatillas
o andan de ushuta y en patas; otros bota mejicana,
mascan chicle y bailan rock...
Gorilas de toda laya, gorilas he visto yo...
Unos hablan como el pueblo, otros hablan afectado,
hay quien pronuncia la i griega como imitando al sifón,
muchos que mueven sus manos igualito al maricón.
Unos grandotes y malos, otros lindos y suaves
como suspiro de amor, que apuñalan por la espalda
pues gustan de la traición: habitan en ministerios,
radios y televisión . Muchos se hacen PROgrasistas
para atacar a Perón, otros son conservadores
de látigo y tradición: los morbosos chupasirios
que entregan el Cristo Vivo al Satán emperador.
Racistas, acartonados, gustan verse liberales
pero utilizan mazmorras para imponer su rigor.
Hay muy diversos gorilas... Gorilas de toda laya...
de los pagos ande vengo abunda su población...
Parecen muy diferentes, sin embargo, compañero
son todos la misma especie: todos odian la Nación...
Vendepatrias, matapueblos, coloniales y cipayos
de similar condición: todos hablan de “la patria”
cuando viene la elección...
Odian todo lo que amamos, nuestros paisajes, el Pueblo,
su historia y su tradición... Aman a ingleses y yanquis
y a todos los enemigos de la patria de Perón...
Si le cuesta descubrir a un gorila depilado
háblele de nuestros pagos, de Rosas -el difamado-,
de San Martín y Belgrano, y verá como los pelos
le crecerán enredados mostrando su condición.
¿ Quiere un método veloz..? coméntele de Malvinas
y notará que su inquina lo transforma en lobisón...
Pero póngale cuidado: procure un facón a mano,
porque el gorila es feroz...
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(Peronismo)
Denuncia contra Montoneros por Crímenes de Lesa Humanidad
Fuente: Prensa Nacional Alternativa. 12/2/08.
Denuncia contra Montoneros por Crímenes de Lesa Humanidad
PRESENTA DENUNCIA POR CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD. SOLICITA REACTIVACIÓN DE CAUSAS
Señor Juez:
ANA MARIA CAROLINA LUCIONI, por mi propio derecho, con domicilio real en -- y constituyéndolo legal en Esmeralda 1376, piso 4 (Estudio del Dr. Bernardo Menéndez) con el patrocinio letrado del Dr. Edgardo Frola – T 34 F. 672 – a V. S. me presento y digo:
I. OBJETO DE ESTA PRESENTACIÓN
Que vengo a presentar formal denuncia contra todas aquellas personas que hayan estado vinculadas con la organización terrorista “Montoneros”, y que serán mencionadas a lo largo de esta presentación por asociación ilícita y por la participación que hubieran tenido directa o indirectamente en la serie de asesinatos, secuestros, toma de rehenes y otros hechos cometidos por ese grupo, a partir del 25 de mayo de 1973, de acuerdo con las constancias y fundamentos que se enuncian a continuación.
Asimismo, solicito la reactivación de todas las causas en las que se hubiere decretado sobreseimiento o, simplemente, hubieren finalizado merced a indultos, habida cuenta que los delitos cometidos por la citada organización constituyen crímenes de lesa humanidad, como seguidamente se demostrará.
También solicito la reapertura de todas las causas en las que se hubieren decretado indultos en favor de la organización “Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP)” y “Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)”, requiriendo sean imputados los miembros de esas organizaciones que no hubieren sido sometidos a juicio, por la comisión de delitos que también deben considerarse de lesa humanidad, conforme los argumentos que se exponen seguidamente.
Que esta presentación la efectúo a pesar de mi opinión personal acerca del valor absoluto de la irretroactividad de la ley penal, habida cuenta que la Corte Suprema de Justicia y otros tribunales han violentado ese principio para los casos de juzgamiento de militares, en orden a la lucha contra la subversión en la década del ’70, por una cuestión de elemental igualdad ante la ley, que demanda el artículo 16 de la Constitución Nacional, se impone el juzgamiento de quienes han sido nada menos que los agresores en esa contienda. De lo contrario, llegaríamos al absurdo de contemplar que la ley penal puede o no ser aplicada de manera retroactiva, según la ideología o posición política de aquellos a quienes se pretende imputar.
Si la retroactividad de la ley penal es injusta, más injusto resulta que se aplique exclusivamente contra una sola de las partes de una contienda y la otra quede preservada para siempre.
II. EVIDENCIAS DE LA RELACIÓN “MONTONEROS” – ESTADO NACIONAL Y PROVINCIAL
La jurisprudencia de nuestros tribunales demanda, hasta ahora, para que un delito sea considerado en la categoría de crimen de lesa humanidad y tenga carácter imprescriptible, la relación con un Estado Nacional o extranjero que haya de algún modo intervenido o ayudado en su comisión. No compartimos esa limitación, como más adelante lo expondremos brevemente; pero aun si aceptamos ese estrecho criterio, existen pruebas que vinculan a la organización Montoneros con el Estado nacional argentino y con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, entre 1973 y 1974.
• Evidencia Nº 1
En su libro “Diario de un clandestino”, el señor Miguel Bonasso reconoce expresamente que hacía inteligencia para la organización Montoneros, mientras trabajaba para la Presidencia de la República, en 1973 [1]. Los párrafos correspondientes a tal admisión dicen textualmente:
“(Fines de mayo y primeros días de junio de 1973) Ya está: por primera vez en mi vida soy oficialista y trabajo en la Presidencia de la República. Mario Cámpora me convocó y me dijo que su tío quería tenerme cerca porque venían momentos complicados. Me muevo como asesor libre, aunque reviste formalmente en la Secretaría de Prensa que ocupa el veterano José María Castiñeira de Dios. Allí, uno de sus segundos, el periodista profesional Oscar García Rey (que nunca fue peronista y está allí respondiendo a José Gelbard) me pide que organice un grupo de ‘inteligencia’. Le digo que sí, por supuesto y me cago de risa. O el tipo es un cabrón y me está gastando porque sabe algo o es un gil a la acuarela. Porque yo ya realizo tareas de inteligencia pero para la Organización Montoneros.
(…) “En la Organización Montoneros, hay un nuevo ámbito ‘de gobierno’, para atender a los compañeros que nos movemos en esta difícil ‘superestructura’. No debería ni pensarlo, pero me dio en los huevos encontrarme allí a un oportunista que hace seis meses era del PRT-ERP y se burlaba de Dardo y de mí, diciendo que no sabía si defendíamos al socialismo nacional o al nacional socialismo y ahora –que es tan cómodo y vistoso- ha decidido ‘encuadrarse’ en Montoneros. O, mejor dicho, en el funcionariado montonero”. [2]
Ese “funcionariado montonero”, del que habla Bonasso, llegó hasta tal nivel de poder que incluso los montoneros expulsaron del Ministerio de Educación a sus propios compañeros que adhirieron al grupo “JP Lealtad” o “Montoneros Lealtad”, como lo relatan Eduardo Anguita y Martín Caparrós en su libro: “La Voluntad”. Según esa descripción, la orden llegó desde la cúpula misma de Montoneros y los funcionarios que ejercían la autoridad formal no podían resistir la directiva. [3]
Como V.S. puede fácilmente observar, del reconocimiento de Bonasso y demás bibliografía citada, se desprenden las siguientes conclusiones:
a) El señor Miguel Bonasso trabajaba para la Presidencia de la República, a partir de mayo de 1973.
b) Desde ese cargo, hacía inteligencia para “Montoneros”
c) Había un funcionario del E.R.P. trabajando para la presidencia.
d) Había ya no un funcionario, sino un “funcionariado montonero”, como expresamente lo admite el autor.
e) La coordinación entre ese “funcionariado” y la organización terrorista era tan estrecha que “Montoneros” había creado un ámbito para atender a “sus hombres” en el gobierno y, además, la organización terrorista tenía verdadero poder sobre áreas de la administración. Por si existiera alguna duda, el capítulo citado se titula “EL GABINETE DE LOS MONTONEROS”.
• Evidencia Nº 2
Esas tareas de inteligencia involucraban –entre otras cosas- escuchas telefónicas realizadas por el grupo, como surge de la conjunción de párrafos de dos libros de Bonasso. En el mismo capítulo del libro “Diario de un clandestino” citado en la “Evidencia Nº 1”, precisamente en un párrafo situado entre los dos que fueron transcriptos, y separado aquí por razones metodológicas, el señor Bonasso dice:
“Al mismo tiempo, ando cerca de otro grupo interesante que se reúne en el Ministerio del Interior, en torno de dos subsecretarios muy piolas: Domingo Mercante, hijo del mitológico coronel Mercante a quien en los cuarenta llamaban ‘el corazón de Perón’, y el excelente jurista Leopoldo ‘Polo’ Schiffrin. Por allí andan también tres destacados colegas: el Perro Verbitsky, Luis Guagnini y Pablo Piacentini, que es secretario de prensa del ministro del Interior, Esteban Righi, para quien escribe un excelente discurso dirigido a los jefes de la Policía Federal, condenando la tortura.” [4]
Por otro lado, en su libro “El presidente que no fue”, al describir la confrontación de Ezeiza, durante el arribo de Perón, y un diálogo con la viuda de John William Cooke, Bonasso escribe:
“…Walsh opinaba exactamente lo mismo. Ayudado por el ‘Perro’, había hecho ‘escuchas’ antes, durante y después de Ezeiza, para tratar de hacer entender a la conducción de FAR y Montoneros lo que se estaba cocinando a nivel de contrainsurgencia y que no se detenía así nomás, sólo exhibiendo capacidad de movilización”. [5]
Por tanto, de las citas transcriptas de los libros “Diario de un clandestino” y “El presidente que no fue”, ambas referidas al período “mayo-junio” de 1973, surge:
a) Que las tareas de inteligencia eran compartidas con Rodolfo Walsh y Horacio Verbitsky (“el Perro”)
b) Que, como mínimo, Verbitsky pertenecía a un grupo centrado en el Ministerio del Interior, al que se integraba también Bonasso
c) Que Walsh y Verbitsky hacían escuchas telefónicas para esa época, por otro lado, no constituye un secreto que Walsh y Verbitsky pertenecían al área de “inteligencia” de Montoneros.
Además de esto, está claro que los miembros de Montoneros colaboraban con dinero obtenido de sus sueldos en el Estado en favor de las arcas de esa organización terrorista, como surge –entre otros elementos- del libro La Voluntad, de Eduardo Anguita y Martín Caparrós, al referirse a tres “guerrilleros notorios”, asesores de Mario Kestelboin en la facultad de Derecho, durante la presidencia de Cámpora; lo cual implica –además- financiamiento del terrorismo y es contrario a la convención internacional que pide reprimir esa actividad.[6]
• Evidencia Nº 3
Juan Gasparini, primero militante de las FAR y después de Montoneros, escribió –entre otras obras- el libro: “Montoneros: final de cuentas”. Al tiempo de la publicación, según la portada del libro, el autor trabajaba como periodista independiente desde Suiza y estaba acreditado como corresponsal de las Naciones Unidas en Ginebra.
En la obra citada, transcribe una autocrítica de Enrique Gorriarán Merlo, realizada en un reportaje para la Agencia Latinoamericana de Información, en Cali, Colombia, 1984, en la que el terrorista del ERP sostiene que la lucha armada de esa organización, durante el gobierno democrático nacido en 1973, “fue utilizada por parte de los derechistas para adelantar el desplazamiento de sectores positivos del aparato del Estado como fue el caso de Oscar Bidegain (obligado a renunciar a la gobernación de Buenos Aires después del copamiento de la Unidad Militar de Azul) y el de Julio Troxler, en aquel momento subjefe de la Policía de Buenos Aires”.[7]
Como V.S. puede ver, Gorriarán Merlo se lamenta de haber contribuido al desplazamiento de Bidegain y Troxler del “aparato del Estado”. Tal vinculación entre las acciones del ERP y la renuncia de Bidegain y Troxler fue incluso consignada por el propio Gorriarán Merlo en su libro “Memorias de Enrique Gorriarán Merlo – De los setenta a La Tablada”, donde el guerrillero del ERP señala que el ataque al regimiento de Azul “fue el argumento que utilizó el gobierno para pedirle la renuncia a Oscar Bidegain, el gobernador de la provincia de Buenos Aires. En ese momento, Julio Troxler –que era uno de los sobrevivientes de los fusilamientos de José León Suárez- era subjefe de la policía de la Provincia de Buenos Aires”. Y agrega:
“Directamente Perón habló después de lo de Azul y acusó a Bidegain de haber favorecido la acción”. [8]
Los diarios de la época indican que efectivamente Perón culpó a Bidegain –quien además tenía su casa en Azul- por lo ocurrido.
Los hechos y las propias palabras de Bonasso en el ya citado libro: “Diario de un clandestino”, parecen mostrar que las sospechas de Perón no estaban centradas en una mera negligencia del entonces gobernador de Buenos Aires. En efecto, Bonasso relata en esa obra que Bidegain participó activamente de una reunión del Consejo Superior de Montoneros, realizada en Managua, durante la revolución sandinista (abril de 1980), y que propuso incluso pasar ciertas cuestiones a votación, como efectivamente se hizo.[9] Además, él mismo era miembro del Consejo Superior de Montoneros.
Por otro lado, Eduardo Zamorano, en su libro: “Peronistas revolucionarios”, revela que Troxler impartía entrenamiento militar a los Montoneros: “Pero seguramente lo que más molestó a Perón, aquello que activó sus alarmas de viejo militar, fue el proyecto de las ‘milicias populares’.
“Es sabido que el Delegado de la Juventud, Rodolfo Galimberti, se desdijo rápidamente de su exabrupto y, para mayor humillación, fue destituido de su cargo.
“Menos conocido es que el proyecto no por eso fue desactivado.
“Montoneros comenzó a brindar instrucción militar masiva a todos sus cuadros. Ello se extendió incluso a los ‘aspirantes’.
“En las agrupaciones políticas la formación militar abarcaba el ‘orden cerrado’ y la organización por pelotones de cinco personas.
“El manual militar tenía como guía la instrucción que recibían las tropas de infantería de las fuerzas armadas regulares, incorporándose los elementos acordes con la especificidad de la situación.
“Los campamentos y las actividades desarrolladas en ellos, si bien procuraban una cierta discreción, no eran clandestinos; en la provincia de Buenos Aires, el Sub-Jefe de la Policía –Troxler- conocía y facilitaba estos emprendimientos”.[10]
Más aún, José Amorín, otro ex montonero, en su libro: “Montoneros: La buena historia”, revela que las armas que utilizó la organización para asesinar a José Ignacio Rucci fueron transportadas por Gustavo Lafleur, por orden de Roqué, “en un auto oficial del gobierno de la provincia de Buenos Aires” [11]. Este dato, que ya de por sí es indicio suficiente de complicidad de ese gobierno con el asesinato, podría indicar también que las propias armas fueron proporcionadas por el Estado bonaerense.
Pero además, también Bonasso publicó que “en 1973 Juan Carlos ocupó un cargo formal en el gobierno de la provincia de Buenos Aires que conducía Oscar Bidegain. El puesto era sólo una tapadera de su real actividad: la conducción de la columna La Plata de Montoneros”. [12]
Son varias las pruebas de este género que ofrece Bonasso. En otra parte del mismo libro revela:
“En una reunión con mi ‘respo’ [es decir: el responsable, el superior de Bonasso], el Cabezón Habegger, y con el Pinguli, trasmito alborozado la buena nueva. Pinguli, en su estilo parco e introvertido, se muestra complacido y establece que el Cabezón va a supervisar los preparativos. Tiene credenciales para hacerlo: ha sido el responsable del Operativo Dorrego donde la Juventud Peronista desarrolló una tarea de asistencia a la comunidad junto con el Ejército, ha conducido detrás de las bambalinas a los cuadros que trabajaron en la gobernación de Oscar Bidegain y tiene muy buenas relaciones con el empresario Miguel Nazar, que conduce la CGE bonaerense”. [13] (el subrayado es mío).
En conclusión:
a) Entre 1973 y 1974, hubo un gobernador de la Provincia de Buenos Aires –Oscar Bidegain- que pertenecía a la organización Montoneros, integraba su Consejo Superior, participó de sus decisiones y, como mínimo, resultaba confiable para otras organizaciones terroristas; además de la acusación elíptica de Perón sobre su complicidad en acciones como el ataque al Regimiento de Azul.
b) Simultáneamente, hubo un Sub-Jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires –Julio Troxler- designado por el propio Bidegain, quien no sólo era confiable para las organizaciones terroristas sino que les facilitaba campos de entrenamiento e instrucción militar.
c) Esa instrucción militar se impartía a todos los miembros de Montoneros, sin excepción.
d) El apoyo logístico bonaerense se extendía incluso a los atentados, como el asesinato de José Ignacio Rucci, para el cual el gobierno de la provincia de Buenos Aires proveyó, como mínimo, un auto oficial.
e) El gobierno de la Provincia de Buenos Aires funcionaba como cobertura y apoyo de las actividades terroristas, muchos de sus cuadros estaban insertados en el escalafón bonaerense.
III. EVIDENCIAS DE LA RELACIÓN “MONTONEROS” – ESTADOS EXTRANJEROS
Aun en el estrecho contexto limitado por la jurisprudencia argentina hasta el momento, para considerar a un delito entre los crímenes de lesa humanidad, la participación de un Estado extranjero resulta determinante. Así se ha decidido en el caso de Arancibia Clavel y también en la reciente resolución sobre el atentado contra la AMIA.
En orden a ese criterio, abundan pruebas que demuestran la relación de la organización terrorista Montoneros con Estados extranjeros, como el Líbano y Cuba, y con la Organización para la Liberación Palestina, la cual estaba estrechamente vinculada con el estado libanés y era poseedora de status propio en las Naciones Unidas.
• Evidencia Nº 4
En el profusamente difundido libro de Marcelo Larraquy: “Fuimos soldados – Historia secreta de la contraofensiva montonera”, hay decenas de citas que demuestran la estrecha cooperación entre Montoneros, el Líbano y la OLP, en ambas direcciones; es decir, tanto para la comisión de actos terroristas en la Argentina como contra blancos israelíes.
La colaboración llegaba a tal punto que los Montoneros recibían instrucción militar y contaban con campos de entrenamiento en el Líbano y, por su lado, montaron allí –con tecnología y asistencia tecnológica propia- una fábrica de explosivos plásticos (que, naturalmente, estaban destinados a cometer atentados en Israel y contra blancos judíos en el mundo).
Así, el libro citado describe que “Mendizábal [miembro de la conducción montonera] acababa de hacer pública la alianza entre Montoneros y la OLP en una conferencia de prensa en Beirut. La revista Cambio/16 había recogido el tema en un artículo. Allí Mendizábal revelaba que había instalado una fábrica de explosivos plásticos al servicio de la OLP y los árabes pusieron sus instructores militares para los montoneros que comenzaban a entrenarse en El Líbano”. [14]
Más adelante, se confirma este acuerdo con algunos detalles más:
“Montoneros se estableció en Beirut en el año 1977, después de cuatro años de relaciones con la Organización de Liberación Palestina (OLP). Al principio fueron contactos políticos con un delegado palestino en Europa, luego se firmaron acuerdos de logística, documentación y transporte de armas. Finalmente la cooperación mutua se hizo pública en mayo de 1977 cuando el líder árabe Yasser Arafat recibió en Beirut a los comandantes Mario Firmenich y Fernando Vaca Narvaja. Montoneros, que sumaba el apoyo internacional de partidos y organizaciones socialdemócratas y de izquierda, presentó la foto como una victoria política.
“El acuerdo con los árabes tenía una cláusula secreta: su aspecto militar. La OLP, a través de su fracción interna Al Fatah, ofrecía campos de entrenamiento, instructores militares y misiles RPG7, entre otros armamentos. Montoneros, por su parte, instalaría en el sur del Líbano una fábrica de explosivos plásticos cuya producción quedaría bajo el mando de un técnico argentino, un ingeniero químico que contaba con un doctorado en explosivos en el exterior. A un año y medio de la firma, en septiembre de 1978, los acuerdos se estaban cumpliendo…” [15]
Esto significa que los miembros de la organización Montoneros son responsables no sólo por los crímenes cometidos en la Argentina sino también por muchos de los crímenes que las organizaciones terroristas islámicas hubieran cometido en el exterior contra objetivos israelíes o estadounidenses, con explosivos fabricados por ellos y con conocimiento expreso de los fines a los que esos explosivos estarían destinados.
Abundan las referencias al apoyo de Estados extranjeros de Oriente Medio:
“Las tropas de Infantería vivieron en forma clandestina durante tres meses en Buenos Aires diseñando las acciones militares que luego llevarían a cabo, pero antes se habían instruido durante otros tres meses en Medio Oriente. Había tres bases de entrenamiento, dos en El Líbano y otra en Siria, para la preparación de tres pelotones. Una de las bases estaba ubicada en Damour, una aldea a 24 kilómetros al sur de Beirut, situado sobre una costa rocosa del mar Mediterráneo, que había sido ocupada por los palestinos en 1976, después de desalojar a los cristianos.
(…)
“Después, en la casa o fuera de ella, dos instructores árabes que hablaban inglés –y un montonero que con la ayuda de un diccionario traducía sus palabras al español- los interiorizaban sobre el armado, uso y manipulación de explosivos, les enseñaban a proteger las posiciones y a ensayar los desplazamientos adecuados para tomar un territorio…”[16]
En otras partes del mismo libro:
“Durante 1979, el Departamento de Logística y Personal [de Montoneros] había continuado con el reclutamiento de combatientes en México y Madrid para enviarlos hacia El Líbano”. [17]
(…)
“…Su hijo Gustavo, de 18, que se había entrenado en El Líbano, era correo internacional de la Conducción. Viajaba por Europa llevando documentos y pasaportes.” [18]
(…)
“…Laura viajaría al Líbano para hacer la instrucción militar y luego volvería a la Argentina con las Tropas Especiales de Infantería (TEI).”[19]
• Evidencia Nº 5
Tantas o más referencias a la cooperación de El Líbano y Siria pueden encontrarse sobre la cooperación e, incluso, instigación del Estado cubano. La guerrilla montonera no sólo tenía en Cuba bases de entrenamiento sino también el propio comando de operaciones y la cooperación estrecha del Estado gobernado por el mayor instigador y organizador de acciones terroristas en América latina.
Sin perjuicio de la profusión de datos que puede hallarse en casi toda la literatura sobre la época, el propio libro de Larraquy contiene numerosas referencias que demuestran, como ya es sabido, que la comandancia montonera funcionaba desde Cuba:
“…Una noche, incluso, cuando todos estaban pensando cómo irse del país, le pidió a Julia que hiciera una interferencia desde la losa abandonada del edificio de enfrente del Regimiento 1 de Infantería de Patricios, de Palermo. Era un pedido que provenía de la Conducción en Cuba”. [20]
(…)
“A juicio de la Conducción, el salto cualitativo de los conflictos era de tal dimensión que el mismo Firmenich había reproducido la localización geográfica de cada uno de ellos en la mesa de arena de la sede de la Comandancia en Cuba”. [21]
(…)
“Los pasaportes y cédulas de identidad de cada miembro serían preparados por la Secretaría Técnica, establecida en Cuba, bajo la responsabilidad de Firmenich”. [22]
¿Podía una organización de este tipo instalarse en Cuba, que no es precisamente un país libre, sin una coordinación de sus actividades con los intereses del gobierno de la isla?
Más aún, Cristina Zuker, en su libro: “El tren de la victoria – Una saga familiar”, relata a propósito de las vicisitudes de algunos militantes de Montoneros y sus familiares:
“…Los padres de Marta, Keco y Luisa Libenson, fueron alertados por una carta de la propia organización sobre la presencia de su nieta en la guardería cubana. Que llegaron a México y de ahí se trasladaron a la isla. ‘Era normal, por un mecanismo de seguridad, una suerte de cobertura para ellos. Llegaron a La Habana en un avión cubano, y los recogieron en la pista para que no quedara constancia de la entrada en el pasaporte’, me había explicado Susana, responsable de la guardería La Casita de Carmelo, en la Habana”. [23]
Nadie, que no fuera el gobierno de Cuba podría disponer de un avión de esa nacionalidad para recoger personas de otros países y hacerlas ingresar desde la pista, sin el pase obligado por las oficinas de migraciones; lo cual demuestra la estrecha cooperación existente con Montoneros.
Por su lado, Juan Gasparini, en su ya citado libro: “Montoneros: final de cuentas”, ofrece una larga lista de militantes montoneros que recibieron instrucción en Cuba. Por los nombres, podemos deducir que esto ocurrió desde los mismos comienzos:
“…Entre otros, el ‘Zapa’ Piotti, Miguel Angel Bustos, Héctor Bruno, el ‘chino’ Prol, Luis Rodeiro, César Córdoba, el ´Gringo’ Elvio Alberione, Mariano Pujadas, Héctor Díaz, el `Churio’ Jorge Escribano, los hermanos Suárez, Fernando Vaca Narvaja, Alberto ‘Chacho’ Molinas, Cecilio ‘Cheche’ Salguero, el ‘pelado’ Baretta, el exseminarista Orlando `Negro’ Montero, el ‘Chichilo’ Lujàn, Humberto Orlando ‘Hilo’ Anone, Leticia Jordán, Claudio Ehrenfeld, Susana Lesgart, Jorge Raúl Mendé, María Leonor Papaterra y los primos Cofre procedían en gran parte de la Agrupación de Estudios Sociales de la Universidad Católica, de la Federación de Agrupaciones Integralistas de la Universidad Nacional y la Agrupación barrial ‘Eva Perón’. Raúl Clemente Yagger, Fred Mario ‘Freddy’ Ernst, Roberto ‘Palometa’ Pirles, María Graciela de los Milagros Roldán, Osvaldo Cambiaos, ‘La Vieja’ Ezpeleta, Roberto Cirilo Perdía, Hugo Medina, el ‘Cara de Lápiz’ D’Ángelo, los hermanos del ‘Chacho’ Molinas, Oscar Boero, Raúl Burzaco, Ulises Amatti, René Haidar y los hermanos Oberlín, casi todos originarios del ‘Ateneo’ universitario o de la Acción Sindical Argentina, de Santa Fé. Varios de todos ellos obtuvieron instrucción militar en Cuba, como Norma Arrostito, Gustavo Lafleur y Fernando Abal Medina. He nombrado sólo a quienes ya no viven (la mayoría), muchos de los cuales murieron heroicamente”. [24]
En otro capítulo de la misma obra, Gasparini habla incluso de una relación financiera con el Estado cubano: “Por cierto, es imprescindible refrescar que la primera prueba tangible de la inversión de los Montoneros en Cuba apareció recién al promediar 1996, con las confesiones de Filiberto Castiñeiras Giabanes, un agente de inteligencia de la revolución de Fidel Castro, que defeccionó a los Estados Unidos…”. [25]
En el reciente libro sobre el ERP, titulado: “Los Perros – Memorias de un combatiente revolucionario”, de Luis Mattini, que es el seudónimo de Arnol Kremer –uno de los jefes del Ejército Revolucionario del Pueblo-, el autor señala: “Un día del año 1970 un contingente de veinte miembros del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y combatientes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) partimos para un curso de dos meses en Cuba, entre ellos Hugo Alfredo Irurzún (Santiago), Carlos Germán (Mauro), Carlos Ferreira (Lucas), Nëlida Augier (Pola)”.[26]
Esto indica el interés de Cuba, que por otro lado es público, por involucrarse con la guerrilla argentina e impulsarla, desde sus mismos comienzos. En un reciente número de Le Monde Diplomatique, edición para el Cono Sur, el director para el área, Carlos Gabetta, reconoce que “Cuba recibió de los países socialistas [es decir; de la URSS] 80.000 millones de dólares de ayuda en sus primeros 30 años de revolución, sin incluir la ayuda militar.” Y en algo que parece una extraña disculpa, agrega:
“En honor de la Revolución Cubana y de sus dirigentes, debe insistirse en que todo ese dinero no fue a parar, como ha ocurrido sistemáticamente en las `democracias’ latinoamericanas, a manos de una burguesía corrupta y expoliadora. En Cuba se utilizó para construir hospitales y escuelas, y para mejorar el nivel de vida de la gran mayoría de la población. También para un generoso esfuerzo internacionalista –no sólo en dinero, sino en todo tipo de solidaridad, hasta el sacrificio de vidas humanas- dirigido a los movimientos progresistas y revolucionarios de América Latina y el Tercer Mundo”.[27] (El subrayado es nuestro).
IV. EVIDENCIAS DE LA COBERTURA Y COLABORACIÓN RECIBIDA POR EL E.R.P.
Los miembros de la organización terrorista “Ejército Revolucionario del Pueblo”, si bien no estaban en el gobierno de Cámpora, ni en el de Bidegain y otros gobernadores afines a la guerrilla, en la medida en la que sí lo estaban los “Montoneros”, gozaban de cobertura y colaboración pública, así como de la cooperación de “Montoneros”. También ese grupo terrorista recibió apoyo de Estados extranjeros, fundamentalmente de Cuba.
Por tanto, por las acciones del ERP son responsables no sólo los miembros de esa organización terrorista, sino también los funcionarios de gobierno que, a su tiempo, les hubieren dado cobertura, y los miembros de la organización Montoneros, por la colaboración que hubieren prestado.
• Evidencia Nº 6
En la sección II, Evidencia Nº 1, c), se ha aludido, de acuerdo con citas de Bonasso, a un funcionario del ERP trabajando para la presidencia de Cámpora, en mayo de 1973.
• Evidencia Nº 7
También Bonasso reconoce que Montoneros tenía un destacamento en el monte tucumano, “donde la principal guerrilla ha sido siempre la del ERP”.[28]
• Evidencia Nº 8
Como una evidencia más de la cooperación entre ERP y Montoneros, debe citarse la cobertura que, según el propio general Juan Domingo Perón, habría dado el gobernador Bidegain a los terroristas del ERP que asaltaron el regimiento de Azul, donde cometieron varios asesinatos y secuestraron al teniente coronel Jorge Ibarzábal, a quien llevaron a “una cárcel del pueblo”[29]. Tiempo después, como es de público conocimiento, Ibarzábal fue asesinado por sus captores, lo cual encuadra la acción en las prescripciones del Estatuto de Roma y de los Convenios de Ginebra y lo convierte en un crimen de lesa humanidad.
IV. HECHOS
Ha quedado demostrada la relación de Montoneros con el Estado nacional, durante 1973, y con el Estado provincial bonaerense, durante 1973 y 1974. Asimismo, quedó también probada la relación de esa organización terrorista con Estados extranjeros, como el Líbano, Siria, Cuba y la Organización para la Liberación Palestina, con status similar a un Estado; en el caso de Cuba, durante prácticamente toda la existencia de Montoneros, y en el caso de los países de Medio Oriente, fundamentalmente desde 1975.
Tales relaciones no resultan imprescindibles, conforme al Derecho Internacional, para considerar un crimen en el carácter de lesa humanidad, pero la jurisprudencia de nuestra Corte Suprema se orienta en el sentido de exigir esa vinculación.
Por tanto, solicito a V.S. la investigación de todos los hechos que haya producido la organización Montoneros durante las etapas señaladas. Algunos de esos hechos, por su carácter emblemático, son citados a continuación, pero ellos no agotan la larga lista de actos terroristas llevados a cabo por el grupo y con apoyo estatal.
También solicito se reabra, por donde corresponda, la investigación por el asesinato del teniente coronel Ibarzábal y se indague también la colaboración que los terroristas del Ejército Revolucionario del Pueblo hubieran recibido de la organización Montoneros y del entonces gobernador Bidegain.
1) Asesinato de José Ignacio Rucci
No existe duda sobre la autoría de Montoneros respecto del asesinato del secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, en septiembre de 1973, dos días después de las elecciones que otorgaron el triunfo a Juan Domingo Perón, pero mientras todavía estaba en la presidencia Héctor J. Cámpora. Lo reconoce el ex montonero Miguel Bonasso, en su ya citado libro “Diario de un clandestino”[30] y, aunque ahí se desliga de la preparación del atentado, tal aseveración debería compatibilizarse con sus confesadas funciones de inteligencia, dentro de Montoneros e incluso mientras revistaba en la Presidencia de la República. Mucho tiempo después, Bonasso dijo que ellos –los Montoneros- se equivocaron, pues debieron haber matado a López Rega, en lugar de Rucci. [31]
José Amorín revela –como ya se dijo en este escrito- que las armas con las que mataron a Rucci fueron transportadas en un auto oficial del gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde gobernaba Oscar Bidegain, miembro de la organización Montoneros, como también se demostró porque participaba de sus asambleas con voz y voto, incluso en el exterior, como ocurrió en Nicaragua. Más aún, como lo señala Gasparini, Bidegain era miembro del Consejo Superior de Montoneros, junto con Obregón Cano.[32]
La militancia montonera, en las calles, coreaba: “Rucci, traidor, saludos a Vandor”[33]
Por otro lado, Rucci venía siendo criticado ácidamente por la revista Militancia, dirigida por el actual Secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, a punto tal que el primer número de esa publicación, en junio de 1973, ya aparece con una foto de Rucci en la tapa.
En el capítulo correspondiente al asesinato de Rucci, José Amorín, citando a Roberto Perdía, atribuye gran importancia a la influencia de esa revista. [34]
2) Asesinato del padre Carlos Mujica
Juan Gasparini, también en su momento miembro de Montoneros, reconoce que esa organización fue la que asesinó al padre Carlos Mujica, fundador del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo: “El mayor montonero Antonio Nelson Latorre, que se jactó en la ESMA de haber sido quien abatió al capitán Roberto Máximo Chavarri en Ezeiza (y no Horacio ‘Beto’ Simona), afirmaba muy suelto de cuerpo que fueron montoneras las balas que desplomaron al padre Mujica en la noche del sábado 10 de mayo de 1974 a la salida de la capilla de San Francisco Solano. Según él, el hecho se había justificado por la conducta que tuvo en el último tiempo quien fuera fundador del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo en la Argentina; evaluándola como próxima a López Rega, lo que podía despertar ilusiones contrarias a la política de ruptura con el justicialismo”.[35]
Este reconocimiento es coherente con las críticas que, otra vez, la revista Militancia hizo contra el sacerdote, a quien llegó a situar en su sección “Cárcel del Pueblo”; un lugar donde aparecían personajes que después solían ser asesinados, como ocurrió con Mujica, una semana después.[36]
3) Asesinato de Arturo Mor Roig y David Kraiselburd
Producido el 15 de julio de 1974, también por Montoneros, a la salida de un restaurante en la localidad bonaerense de San Justo. “El día 15, un escopetaza del ‘Gallego Guillermo’ (Eduardo Molinete), jefe de la columna montonera del oeste del Gran Buenos Aires, fulminó a Arturo Mor Roig, personero de la Standard Oil y ex ministro del Interior de Lanusse. El 17, Carlos Alberto Starita, a quemarropa, abatió a David Kraiselburd, director del diario El Día, de La Plata…” [37]
4) Ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29, de Formosa
Hecho producido el 5 de octubre de 1975, por la organización Montoneros. [38]
5) Asesinato del general Cesáreo Cardozo, jefe de la Policía Federal
Cometido por una militante de la organización Montoneros que se acercó y trabó amistad con la hija del general Cardozo, al solo efecto de tener acceso a la vivienda familiar y colocar una bomba bajo la cama matrimonial. El atentado ocurrió el 16 de junio de 1976. [39]
6) Asesinato del Teniente Primero Oscar Abel Lucioni.
No puedo dejar de mencionar aquí el asesinato de mi padre, el Teniente Primero Lucioni, que fuera abatido por la banda Montoneros en un alevoso ataque perpetrado el 21 de octubre de 1976 a las 07.20 de la mañana. El grupo atacante - denominado por ellos GEC (Grupo Especial de Combate)- lo integraban seis terroristas armados comandados por el Oficial Segundo Montonero Ignacio Pedro Ojea Quintana, que lo acribillaron por la espalda impactándolo con más de nueve disparos. Mi padre agonizó nueve días falleciendo en el Hospital Militar el 30 del mismo mes.
7) Todos los hechos producidos en la “Contraofensiva montonera”, incluyendo los ejecutados en el Líbano
Se denominó de tal forma al período en el cual los montoneros en el exilio, tanto desde Cuba como desde Oriente Medio, pergeñaron múltiples operaciones terroristas en la Argentina, con apoyo de los Estados que los cobijaban; fundamentalmente entre 1977 y 1980 y, a la vez, contribuyeron a los objetivos terroristas de la OLP.
8) Asociación ilícita
Además de los delitos específicos que deberán investigarse, corresponde la reapertura de las causas tramitadas por asociación ilícita contra miembros de la organización Montoneros.
V. LESA HUMANIDAD, IMPRESCRIPTIBILIDAD Y NULIDAD DE LOS INDULTOS
Los atentados terroristas señalados como ejemplo y todos los que hubieren sido cometidos por Montoneros durante los períodos indicados constituyen crímenes de lesa humanidad y son, por tanto, imprescriptibles. Asimismo, debe decretarse la nulidad de los indultos que hubieren beneficiado a miembros de la citada organización terrorista.
En el caso específico de Miguel Bonasso, fue beneficiado con el indulto dispuesto por decreto 1003/89, en la causa 5148, tramitada ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Federal, por asociación ilícita. Ese indulto fue declarado nulo por el juez federal Daniel Rafecas, el 25 de julio pasado. Si bien el magistrado tuvo en vista a otros beneficiarios de ese indulto, que eran militares acusados de violaciones a los derechos humanos, parece difícil sostener que un decreto pueda resultar nulo para algunos y no para otros. De cualquier modo, si así se entendiera, solicito la nulidad en cuanto respecta a Miguel Bonasso y demás miembros de la organización Montoneros alcanzados por el beneficio.
También deberá decretarse la nulidad de todos los indultos que involucren a miembros de la organización Montoneros.
Este pedido tiene los siguientes fundamentos jurídicos:
1) Crímenes de lesa humanidad
El Estatuto de Roma incluye, entre los crímenes de lesa humanidad, la “persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género…”
Los militares, los empresarios extranjeros, los miembros de la policía, etc., constituyen cada uno de ellos, un grupo con identidad propia, muchas veces objetivo de atentados por su mera pertenencia al grupo.
Las proclamas y manifiestos de Montoneros y ERP están colmadas de referencias a: “militares asesinos”, “burocracia sindical”, “empresarios explotadores”, etc.
Los empresarios Salustro o Samuelson no fueron secuestrados por un problema personal entre ellos y ciertos terroristas, sino por su pertenencia, respectivamente, a Fiat y Esso, ambas empresas multinacionales.
El asesinato, la encarcelación, la tortura, la ya citada persecución de un grupo con identidad propia, etc. son todas conductas con las que el artículo 7 del Estatuto de Roma define a los crímenes de lesa humanidad, siempre que esos actos se cometan “como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque”.
Inmediatamente, el mismo artículo se ocupa de aclarar que “por ‘ataque contra una población civil’ se entenderá una línea de conducta que implique la comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo 1 contra una población civil, de conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer ese ataque o para promover esa política”.
No cabe duda de que el conjunto de acciones del grupo terrorista Montoneros, a lo largo de toda su existencia, implicó:
a) Una línea de conducta
b) La comisión de múltiples actos de los mencionados, tales como asesinatos, torturas, encarcelamientos, persecución, etc.
c) La conformidad con la política de una organización, que era Montoneros, grupo al cual ellos mismos llamaban, y aun denominan, la “Organización Montoneros” (véanse múltiples citas en los nombrados libros de Bonasso).
Esta definición hace innecesaria la intervención de un Estado para que un delito sea considerado “de lesa humanidad”. Sin embargo, vemos que también se cumple esta condición.
2) Crímenes de guerra
El Estatuto de Roma no sólo define los crímenes de lesa humanidad sino también, en su artículo 8, los crímenes de guerra y, dentro de esa categoría, los que se cometieren en conflictos armados de carácter no internacional.
El citado artículo 8 ofrece una lista de ejemplos de crímenes de guerra, casi todos los cuales encuadran en acciones cometidas por Montoneros:
“En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional, las violaciones graves del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber, cualquiera de los siguientes actos cometidos contra personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa:
i) Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles y la tortura;
ii) Los ultrajes contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes;
iii) La toma de rehenes;
iv) Las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal regularmente constituido, con todas las garantías judiciales generalmente reconocidas como indispensables.”
Una lista similar contienen los Convenios de Ginebra, de 1949, que definen los crímenes de guerra, pero en el “Protocolo Adicional Relativo a la Protección de Víctimas de Conflictos Armados Sin Carácter Internacional”, en su artículo 4, inciso 2, menciona expresamente los actos de terrorismo.
3) Actos de terrorismo
Como ya hemos visto, la Convención de Ginebra incluye, entre los crímenes de guerra, los actos de terrorismo. Debemos saber, entonces, qué se entiende por actos de terrorismo.
El “Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo” define al terrorismo como: “cualquier otro acto destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a cualquier otra persona que no participe directamente de las hostilidades en una situación de conflicto armado, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo”.
Como reconocen algunos de los ex miembros de Montoneros, citados en sus respectivos libros, el asesinato de Rucci y el asesinato de Mor Roig –por citar sólo dos de los tantos ejemplos- tuvieron como propósito, respectivamente, forzar al gobierno peronista a una negociación y, en el caso de Mor Roig, ese objetivo estaba dirigido a la UCR.
Por otro lado, existe una variedad de convenciones que definen tipos específicos de terrorismo, como la Convención sobre Actos Terroristas Cometidos con Bombas, por ejemplo.
De cualquier modo, y más allá de toda definición de terrorismo, las acciones descriptas por el Estatuto de Roma al describir los crímenes de lesa humanidad, y las acciones enunciadas por el Estatuto de Roma y los Convenios de Ginebra, para catalogar los crímenes de guerra, coinciden con las acciones llevadas a cabo por la organización Montoneros; sean o no tales acciones definidas como actos terroristas.
4) Imprescriptibilidad
Resta ahora analizar si los delitos cometidos por Montoneros son imprescriptibles. La conclusión es muy sencilla, porque toda vez que esos actos constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, se aplica, como su propio título lo indica, la “Convención sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad”.
Dicha convención, en artículo 1, establece que tales actos son imprescriptibles, cualquiera sea la fecha en la que se hubieren cometido.
Además, sobre la retroactividad, ya se ha expedido nuestra Corte Suprema, en los casos Priebke, Arancibia Clavel, Julián y Lariz Iriondo (a contrario sensu).
Se trata, entonces, de un mero silogismo:
Ø Las acciones de Montoneros corresponden a la descripción de delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra (Estatuto de Roma y Convenios de Ginebra), como demostramos en los apartados 1 y 2 de esta sección.
Ø Los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra son imprescriptibles (Convención sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad)
Ø Los delitos cometidos por los miembros de la organización Montoneros son imprescriptibles
5) El papel del Estado
Aunque no están claros los motivos y, en cualquier caso, no compartimos el razonamiento, la Corte Suprema exige, para considerar un delito como crimen de lesa humanidad y, por tanto, imprescriptible, que haya existido intervención del Estado. Así se expidió en los casos Arancibia Clavel, Priebke, Julián y, de la misma manera, pero deducida a contrario sensu, en Lariz Iriondo.
También el juez Canicoba Corral incluyó al Estado iraní en su resolución por la que se pide la captura de diplomáticos de la República de Irán en la causa AMIA. Como se ve, no se ha hecho distinción entre el Estado en la Argentina (Estado Nacional, Estado provincial, etc.) y un Estado extranjero.
En el caso Lariz Iriondo, se habla incluso de “eliminación de opositores”; tal como ocurrió durante el gobierno de Cámpora en el Estado Nacional y Bidegain en la Provincia de Buenos Aires, con el asesinato de Rucci, por ejemplo.
Durante la contraofensiva montonera, en cambio, el apoyo fue externo: el Líbano, Cuba y la Organización para la Liberación Palestina.
La imprescriptibilidad alcanza, incluso, al delito de asociación ilícita (Cfr. Arancibia Clavel).
Adicionalmente, y habida cuenta del reconocimiento del montaje y operación de una fábrica de explosivos plásticos en el Líbano, en el curso de la confrontación de la Organización para la Liberación Palestina contra Israel, deberá investigarse también qué tipo de atentados pudieron haber sido cometidos con esos explosivos por el terrorismo islámico, ya que también se trata de delitos de lesa humanidad para los que la organización Montoneros ha prestado una cooperación activa y fundamental.7
Por tanto, se cumple aun –en el caso de Montoneros- con el requisito exigido en exceso por la Corte Suprema; es decir, la cobertura o colaboración de un Estado.
Adviértase, por ejemplo, en orden a la colaboración que pudieron haber obtenido del gobierno nacional (inteligencia) y del gobierno de la provincia de Buenos Aires (inteligencia, logística, entrenamiento, etc.), hasta qué punto son aplicables a la asociación ilícita Montoneros las prescripciones, por ejemplo, del caso Arancibia Clavel, en el que la Corte habla incluso de la imprescriptibilidad en los actos cometidos por los particulares y de la imprescriptibilidad de la asociación ilícita.
En tal sentido, y a propósito de la asociación ilícita, el Dr. Petracchi, al tiempo que citó un fallo de la jurisprudencia de los Estados Unidos, se expresó en favor de la necesidad de “proceder en contra de aquellos que ya han manifestado suficientemente su disposición al delito, y al mismo tiempo, para actuar frente a ‘los peligros particulares y constantes que derivan de la actividad grupal’.
Y en otra parte, en el numeral 56 del voto del Dr. Maqueda, claramente se señala que: “las disposiciones de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad se aplicarán a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como autores o cómplices o que inciten directamente a la perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para cometerlos, cualquiera que sea su grado de desarrollo, así como a los representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración”.
Esta tolerancia debe incluir el encubrimiento de los actos cometidos por las bandas terroristas, toda vez que miembros de la organización Montoneros participaban del aparato del Estado, durante el gobierno del Dr. Cámpora (incluyendo tareas de inteligencia) y del Dr. Bidegain y, no obstante no haber podido ignorar la identidad de los autores de los atentados cometidos en esa época, faltaron a su obligación de denunciar.
En consecuencia, deben ser declarados nulos la totalidad de los indultos que hayan beneficiado a miembros de la organización Montoneros, incluido el indulto al señor Miguel Bonasso, si se considerara que no le resulta aplicable la nulidad ya decretada por el señor juez Daniel Rafecas respecto del decreto 1003/89.
VI. CALIDAD DE QUERELLANTE
Como más arriba lo expreso, mi padre fue asesinado por la banda terrorista Montoneros, que me dejó huérfana cuando contaba solamente con un año y medio de edad. Soy por ende también una víctima de los actos ilícitos de esa banda terrorista, lo que creo es suficiente argumento como para que se me considere como persona con capacidad civil particularmente ofendida por un delito de acción pública y, como tal, se me tenga en esta causa como querellante particular con las facultades que determina el art. 82 y s.s. del Código Procesal Penal de la Nación. Simplemente agrego, como ejemplo, V.S., las diversas causas que se llevan en la Justicia Federal contra militares o policías por la actuación de estos durante la represión al terrorismo. En las mismas se tiene por querellante a cualquier ONG o particular que lo peticiona, sin que los fiscales, en muchos de los casos, hayan dicho “esta boca es mía”. Por ende, peticiono que se acepte el carácter de particular damnificado que invoco.
VII. PETITORIO
Por tanto, a V.S. pido:
a) Tenga por presentada la denuncia;
b) Ordene la verificación del material bibliográfico citado;
c) Se me reconozca el papel de querellante particular;
d) Se dé vista al Sr. Fiscal a fin de que realice el correspondiente requerimiento de instrucción peticionando la reapertura de las diversas causas que en su momento se originaron por los ilícitos cometidos por la banda Montoneros y/o ERP-PRT, disponiendo la reconstrucción de las que no puedan ser halladas, a los fines de que se afecte a las mismas a los autores, cómplices, instigadores y encubridores que puedan ser identificados y detenidos.
e) Se libre oficio a la Embajada de Israel a fin de ponerla en conocimiento de la circunstancia relatada en la “Evidencia Nº 4º”, a fin de permitir el ejercicio de la jurisdicción de ese país, si hubiere lugar.
Proveer de conformidad:
SERÁ JUSTICIA
Ana M.C. Lucioni
Edgardo Frola
Abogado
T. 34 F. 672
Citas:
[1] Diario La Nación, 23 de marzo de 1997
[2] BONASSO, Miguel: “Diario de un clandestino”; Buenos Aires, Grupo Editorial
Planeta, 2ª edición, octubre de 2006, capítulo: “El gabinete de los montoneros”, pág.125
[3] ANGUITA, Eduardo y CAPARRÓS, Martín: “LA VOLUNTAD – Tomo 3”, Bu8enos Aires, Booket, 2006, pág.435 y siguientes.
[4] BONASSO, Miguel. Loc.cit
[5] BONASSO, Miguel: “El presidente que no fue”; Buenos Aires, Grupo Editorial Planeta, 8ª edición, octubre de 2006, capítulo: “Disparen sobre el ‘imberbe”, pág.734
[6] ANGUITA, Eduardo y CAPARRÓS, Martín: LA VOLUNTAD, tomo 3, pág.71
[7] GASPARINI, Juan: “Montoneros: final de cuentas”; Buenos Aires, Ediciones de la Campana, 2005, capítulo: “La escalada”, pág.70
[8] GORRIARÁN MERLO, Enrique: “Memorias de Enrique Gorriarán Merlo – De los Setenta a La Tablada”; Buenos Aires, editorial Planeta y Catálogos, 2003, capítulo 21, pág.212
[9] BONASSO, Miguel: Diario de un clandestino…, capítulo: “La última cena”, pág.324, 325
[10] ZAMORANO, Eduardo: “Peronistas revolucionarios”; Buenos Aires, editorial Distal, 2005, capítulo décimo tercero, apartado 6: “Milicias populares”, pág.178
[11] AMORÍN, José: “Montoneros: La buena historia”; Buenos Aires, editorial Catálogos, 2005, cuarta parte, pág.255
[12] BONASSO, Diario….; capítulo: “El general y el guerrillero”, pág.214 y 215
[13] BONASSO, Diario….; capítulo: “Operación Gelbard”, pág.157
[14] LARRAQUY, Marcelo: “Fuimos soldados - Historia secreta de la contraofensiva montonera”; Buenos Aires, Aguilar – Altea – Taurus – Alfaguara S.A., 2006, capítulo 4, pág.56
[15] LARRAQUY…op.cit; capítulo 9, pág.131
[16] LARRAQUY…op.cit; capítulo 10, pág.155 y 156
[17] LARRAQUY…op.cit; capítulo 11, pág.180
[18] LARRAQUY…op.cit; capítulo 11, pág.199, nota al pie
[19] LARRAQUY…op.cit; capítulo 6, pág.98
[20] LARRAQUY…op.cit; capítulo 7, pág.110
[21] LARRAQUY…op.cit; capítulo 8, pág.133
[22] LARRAQUY…op.cit; capítulo 11, pág.185
[23] ZUKER, Cristina: “El tren de la victoria – Una saga familiar”; Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2004, capítulo: “El duelo”, pág.225
[24] GASPARINI,…op.cit; pág.28 y 29
[25] GASPARINI…Op.cit.; pág.297
[26] MATTINI, Luis: “Los Perros – Memorias de un combatiente revolucionario”; capítulo I, pág.22
[27] GABETTA, Carlos: “Cuba después de la URSS”, en “Le Monde Diplomatique – Edición para el Cono Sur”, abril 2007.
[28] BONASSO, MIeguel: Diario…, pàg.215 (Capítulo: El general y el guerrillero)
[29] PLIS-STERENBERG, Gustavo: Monte Chingolo; Buenos Aires, Booket, pág.47.
[30] BONASSO…: “Diario de un clandestino”; capítulo: “El atentado contra Rucci”, pág.139
[31] La Nación, 23 de marzo de 1997
[32] GASPARINI…Op.cit., pág, 169
[33] AMORÍN… Op.cit; pág.261
[34] AMORÍN… Op.cit; pág.254
[35] GASPARINI…Op.cit; pág.85
[36] Militancia, Nº 31
[37] GASPARINI, Juan, obra citada, pág.75
[38] MÁRQUEZ, Nicolás: “La otra parte de la verdad”, Buenos Aires, Nicolás Márquez, 2004, pág.52 y sig.
[39] LARRAQUY, Marcelo, obra citada, pág.115 y sig.
Denuncia contra Montoneros por Crímenes de Lesa Humanidad
PRESENTA DENUNCIA POR CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD. SOLICITA REACTIVACIÓN DE CAUSAS
Señor Juez:
ANA MARIA CAROLINA LUCIONI, por mi propio derecho, con domicilio real en -- y constituyéndolo legal en Esmeralda 1376, piso 4 (Estudio del Dr. Bernardo Menéndez) con el patrocinio letrado del Dr. Edgardo Frola – T 34 F. 672 – a V. S. me presento y digo:
I. OBJETO DE ESTA PRESENTACIÓN
Que vengo a presentar formal denuncia contra todas aquellas personas que hayan estado vinculadas con la organización terrorista “Montoneros”, y que serán mencionadas a lo largo de esta presentación por asociación ilícita y por la participación que hubieran tenido directa o indirectamente en la serie de asesinatos, secuestros, toma de rehenes y otros hechos cometidos por ese grupo, a partir del 25 de mayo de 1973, de acuerdo con las constancias y fundamentos que se enuncian a continuación.
Asimismo, solicito la reactivación de todas las causas en las que se hubiere decretado sobreseimiento o, simplemente, hubieren finalizado merced a indultos, habida cuenta que los delitos cometidos por la citada organización constituyen crímenes de lesa humanidad, como seguidamente se demostrará.
También solicito la reapertura de todas las causas en las que se hubieren decretado indultos en favor de la organización “Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP)” y “Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)”, requiriendo sean imputados los miembros de esas organizaciones que no hubieren sido sometidos a juicio, por la comisión de delitos que también deben considerarse de lesa humanidad, conforme los argumentos que se exponen seguidamente.
Que esta presentación la efectúo a pesar de mi opinión personal acerca del valor absoluto de la irretroactividad de la ley penal, habida cuenta que la Corte Suprema de Justicia y otros tribunales han violentado ese principio para los casos de juzgamiento de militares, en orden a la lucha contra la subversión en la década del ’70, por una cuestión de elemental igualdad ante la ley, que demanda el artículo 16 de la Constitución Nacional, se impone el juzgamiento de quienes han sido nada menos que los agresores en esa contienda. De lo contrario, llegaríamos al absurdo de contemplar que la ley penal puede o no ser aplicada de manera retroactiva, según la ideología o posición política de aquellos a quienes se pretende imputar.
Si la retroactividad de la ley penal es injusta, más injusto resulta que se aplique exclusivamente contra una sola de las partes de una contienda y la otra quede preservada para siempre.
II. EVIDENCIAS DE LA RELACIÓN “MONTONEROS” – ESTADO NACIONAL Y PROVINCIAL
La jurisprudencia de nuestros tribunales demanda, hasta ahora, para que un delito sea considerado en la categoría de crimen de lesa humanidad y tenga carácter imprescriptible, la relación con un Estado Nacional o extranjero que haya de algún modo intervenido o ayudado en su comisión. No compartimos esa limitación, como más adelante lo expondremos brevemente; pero aun si aceptamos ese estrecho criterio, existen pruebas que vinculan a la organización Montoneros con el Estado nacional argentino y con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, entre 1973 y 1974.
• Evidencia Nº 1
En su libro “Diario de un clandestino”, el señor Miguel Bonasso reconoce expresamente que hacía inteligencia para la organización Montoneros, mientras trabajaba para la Presidencia de la República, en 1973 [1]. Los párrafos correspondientes a tal admisión dicen textualmente:
“(Fines de mayo y primeros días de junio de 1973) Ya está: por primera vez en mi vida soy oficialista y trabajo en la Presidencia de la República. Mario Cámpora me convocó y me dijo que su tío quería tenerme cerca porque venían momentos complicados. Me muevo como asesor libre, aunque reviste formalmente en la Secretaría de Prensa que ocupa el veterano José María Castiñeira de Dios. Allí, uno de sus segundos, el periodista profesional Oscar García Rey (que nunca fue peronista y está allí respondiendo a José Gelbard) me pide que organice un grupo de ‘inteligencia’. Le digo que sí, por supuesto y me cago de risa. O el tipo es un cabrón y me está gastando porque sabe algo o es un gil a la acuarela. Porque yo ya realizo tareas de inteligencia pero para la Organización Montoneros.
(…) “En la Organización Montoneros, hay un nuevo ámbito ‘de gobierno’, para atender a los compañeros que nos movemos en esta difícil ‘superestructura’. No debería ni pensarlo, pero me dio en los huevos encontrarme allí a un oportunista que hace seis meses era del PRT-ERP y se burlaba de Dardo y de mí, diciendo que no sabía si defendíamos al socialismo nacional o al nacional socialismo y ahora –que es tan cómodo y vistoso- ha decidido ‘encuadrarse’ en Montoneros. O, mejor dicho, en el funcionariado montonero”. [2]
Ese “funcionariado montonero”, del que habla Bonasso, llegó hasta tal nivel de poder que incluso los montoneros expulsaron del Ministerio de Educación a sus propios compañeros que adhirieron al grupo “JP Lealtad” o “Montoneros Lealtad”, como lo relatan Eduardo Anguita y Martín Caparrós en su libro: “La Voluntad”. Según esa descripción, la orden llegó desde la cúpula misma de Montoneros y los funcionarios que ejercían la autoridad formal no podían resistir la directiva. [3]
Como V.S. puede fácilmente observar, del reconocimiento de Bonasso y demás bibliografía citada, se desprenden las siguientes conclusiones:
a) El señor Miguel Bonasso trabajaba para la Presidencia de la República, a partir de mayo de 1973.
b) Desde ese cargo, hacía inteligencia para “Montoneros”
c) Había un funcionario del E.R.P. trabajando para la presidencia.
d) Había ya no un funcionario, sino un “funcionariado montonero”, como expresamente lo admite el autor.
e) La coordinación entre ese “funcionariado” y la organización terrorista era tan estrecha que “Montoneros” había creado un ámbito para atender a “sus hombres” en el gobierno y, además, la organización terrorista tenía verdadero poder sobre áreas de la administración. Por si existiera alguna duda, el capítulo citado se titula “EL GABINETE DE LOS MONTONEROS”.
• Evidencia Nº 2
Esas tareas de inteligencia involucraban –entre otras cosas- escuchas telefónicas realizadas por el grupo, como surge de la conjunción de párrafos de dos libros de Bonasso. En el mismo capítulo del libro “Diario de un clandestino” citado en la “Evidencia Nº 1”, precisamente en un párrafo situado entre los dos que fueron transcriptos, y separado aquí por razones metodológicas, el señor Bonasso dice:
“Al mismo tiempo, ando cerca de otro grupo interesante que se reúne en el Ministerio del Interior, en torno de dos subsecretarios muy piolas: Domingo Mercante, hijo del mitológico coronel Mercante a quien en los cuarenta llamaban ‘el corazón de Perón’, y el excelente jurista Leopoldo ‘Polo’ Schiffrin. Por allí andan también tres destacados colegas: el Perro Verbitsky, Luis Guagnini y Pablo Piacentini, que es secretario de prensa del ministro del Interior, Esteban Righi, para quien escribe un excelente discurso dirigido a los jefes de la Policía Federal, condenando la tortura.” [4]
Por otro lado, en su libro “El presidente que no fue”, al describir la confrontación de Ezeiza, durante el arribo de Perón, y un diálogo con la viuda de John William Cooke, Bonasso escribe:
“…Walsh opinaba exactamente lo mismo. Ayudado por el ‘Perro’, había hecho ‘escuchas’ antes, durante y después de Ezeiza, para tratar de hacer entender a la conducción de FAR y Montoneros lo que se estaba cocinando a nivel de contrainsurgencia y que no se detenía así nomás, sólo exhibiendo capacidad de movilización”. [5]
Por tanto, de las citas transcriptas de los libros “Diario de un clandestino” y “El presidente que no fue”, ambas referidas al período “mayo-junio” de 1973, surge:
a) Que las tareas de inteligencia eran compartidas con Rodolfo Walsh y Horacio Verbitsky (“el Perro”)
b) Que, como mínimo, Verbitsky pertenecía a un grupo centrado en el Ministerio del Interior, al que se integraba también Bonasso
c) Que Walsh y Verbitsky hacían escuchas telefónicas para esa época, por otro lado, no constituye un secreto que Walsh y Verbitsky pertenecían al área de “inteligencia” de Montoneros.
Además de esto, está claro que los miembros de Montoneros colaboraban con dinero obtenido de sus sueldos en el Estado en favor de las arcas de esa organización terrorista, como surge –entre otros elementos- del libro La Voluntad, de Eduardo Anguita y Martín Caparrós, al referirse a tres “guerrilleros notorios”, asesores de Mario Kestelboin en la facultad de Derecho, durante la presidencia de Cámpora; lo cual implica –además- financiamiento del terrorismo y es contrario a la convención internacional que pide reprimir esa actividad.[6]
• Evidencia Nº 3
Juan Gasparini, primero militante de las FAR y después de Montoneros, escribió –entre otras obras- el libro: “Montoneros: final de cuentas”. Al tiempo de la publicación, según la portada del libro, el autor trabajaba como periodista independiente desde Suiza y estaba acreditado como corresponsal de las Naciones Unidas en Ginebra.
En la obra citada, transcribe una autocrítica de Enrique Gorriarán Merlo, realizada en un reportaje para la Agencia Latinoamericana de Información, en Cali, Colombia, 1984, en la que el terrorista del ERP sostiene que la lucha armada de esa organización, durante el gobierno democrático nacido en 1973, “fue utilizada por parte de los derechistas para adelantar el desplazamiento de sectores positivos del aparato del Estado como fue el caso de Oscar Bidegain (obligado a renunciar a la gobernación de Buenos Aires después del copamiento de la Unidad Militar de Azul) y el de Julio Troxler, en aquel momento subjefe de la Policía de Buenos Aires”.[7]
Como V.S. puede ver, Gorriarán Merlo se lamenta de haber contribuido al desplazamiento de Bidegain y Troxler del “aparato del Estado”. Tal vinculación entre las acciones del ERP y la renuncia de Bidegain y Troxler fue incluso consignada por el propio Gorriarán Merlo en su libro “Memorias de Enrique Gorriarán Merlo – De los setenta a La Tablada”, donde el guerrillero del ERP señala que el ataque al regimiento de Azul “fue el argumento que utilizó el gobierno para pedirle la renuncia a Oscar Bidegain, el gobernador de la provincia de Buenos Aires. En ese momento, Julio Troxler –que era uno de los sobrevivientes de los fusilamientos de José León Suárez- era subjefe de la policía de la Provincia de Buenos Aires”. Y agrega:
“Directamente Perón habló después de lo de Azul y acusó a Bidegain de haber favorecido la acción”. [8]
Los diarios de la época indican que efectivamente Perón culpó a Bidegain –quien además tenía su casa en Azul- por lo ocurrido.
Los hechos y las propias palabras de Bonasso en el ya citado libro: “Diario de un clandestino”, parecen mostrar que las sospechas de Perón no estaban centradas en una mera negligencia del entonces gobernador de Buenos Aires. En efecto, Bonasso relata en esa obra que Bidegain participó activamente de una reunión del Consejo Superior de Montoneros, realizada en Managua, durante la revolución sandinista (abril de 1980), y que propuso incluso pasar ciertas cuestiones a votación, como efectivamente se hizo.[9] Además, él mismo era miembro del Consejo Superior de Montoneros.
Por otro lado, Eduardo Zamorano, en su libro: “Peronistas revolucionarios”, revela que Troxler impartía entrenamiento militar a los Montoneros: “Pero seguramente lo que más molestó a Perón, aquello que activó sus alarmas de viejo militar, fue el proyecto de las ‘milicias populares’.
“Es sabido que el Delegado de la Juventud, Rodolfo Galimberti, se desdijo rápidamente de su exabrupto y, para mayor humillación, fue destituido de su cargo.
“Menos conocido es que el proyecto no por eso fue desactivado.
“Montoneros comenzó a brindar instrucción militar masiva a todos sus cuadros. Ello se extendió incluso a los ‘aspirantes’.
“En las agrupaciones políticas la formación militar abarcaba el ‘orden cerrado’ y la organización por pelotones de cinco personas.
“El manual militar tenía como guía la instrucción que recibían las tropas de infantería de las fuerzas armadas regulares, incorporándose los elementos acordes con la especificidad de la situación.
“Los campamentos y las actividades desarrolladas en ellos, si bien procuraban una cierta discreción, no eran clandestinos; en la provincia de Buenos Aires, el Sub-Jefe de la Policía –Troxler- conocía y facilitaba estos emprendimientos”.[10]
Más aún, José Amorín, otro ex montonero, en su libro: “Montoneros: La buena historia”, revela que las armas que utilizó la organización para asesinar a José Ignacio Rucci fueron transportadas por Gustavo Lafleur, por orden de Roqué, “en un auto oficial del gobierno de la provincia de Buenos Aires” [11]. Este dato, que ya de por sí es indicio suficiente de complicidad de ese gobierno con el asesinato, podría indicar también que las propias armas fueron proporcionadas por el Estado bonaerense.
Pero además, también Bonasso publicó que “en 1973 Juan Carlos ocupó un cargo formal en el gobierno de la provincia de Buenos Aires que conducía Oscar Bidegain. El puesto era sólo una tapadera de su real actividad: la conducción de la columna La Plata de Montoneros”. [12]
Son varias las pruebas de este género que ofrece Bonasso. En otra parte del mismo libro revela:
“En una reunión con mi ‘respo’ [es decir: el responsable, el superior de Bonasso], el Cabezón Habegger, y con el Pinguli, trasmito alborozado la buena nueva. Pinguli, en su estilo parco e introvertido, se muestra complacido y establece que el Cabezón va a supervisar los preparativos. Tiene credenciales para hacerlo: ha sido el responsable del Operativo Dorrego donde la Juventud Peronista desarrolló una tarea de asistencia a la comunidad junto con el Ejército, ha conducido detrás de las bambalinas a los cuadros que trabajaron en la gobernación de Oscar Bidegain y tiene muy buenas relaciones con el empresario Miguel Nazar, que conduce la CGE bonaerense”. [13] (el subrayado es mío).
En conclusión:
a) Entre 1973 y 1974, hubo un gobernador de la Provincia de Buenos Aires –Oscar Bidegain- que pertenecía a la organización Montoneros, integraba su Consejo Superior, participó de sus decisiones y, como mínimo, resultaba confiable para otras organizaciones terroristas; además de la acusación elíptica de Perón sobre su complicidad en acciones como el ataque al Regimiento de Azul.
b) Simultáneamente, hubo un Sub-Jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires –Julio Troxler- designado por el propio Bidegain, quien no sólo era confiable para las organizaciones terroristas sino que les facilitaba campos de entrenamiento e instrucción militar.
c) Esa instrucción militar se impartía a todos los miembros de Montoneros, sin excepción.
d) El apoyo logístico bonaerense se extendía incluso a los atentados, como el asesinato de José Ignacio Rucci, para el cual el gobierno de la provincia de Buenos Aires proveyó, como mínimo, un auto oficial.
e) El gobierno de la Provincia de Buenos Aires funcionaba como cobertura y apoyo de las actividades terroristas, muchos de sus cuadros estaban insertados en el escalafón bonaerense.
III. EVIDENCIAS DE LA RELACIÓN “MONTONEROS” – ESTADOS EXTRANJEROS
Aun en el estrecho contexto limitado por la jurisprudencia argentina hasta el momento, para considerar a un delito entre los crímenes de lesa humanidad, la participación de un Estado extranjero resulta determinante. Así se ha decidido en el caso de Arancibia Clavel y también en la reciente resolución sobre el atentado contra la AMIA.
En orden a ese criterio, abundan pruebas que demuestran la relación de la organización terrorista Montoneros con Estados extranjeros, como el Líbano y Cuba, y con la Organización para la Liberación Palestina, la cual estaba estrechamente vinculada con el estado libanés y era poseedora de status propio en las Naciones Unidas.
• Evidencia Nº 4
En el profusamente difundido libro de Marcelo Larraquy: “Fuimos soldados – Historia secreta de la contraofensiva montonera”, hay decenas de citas que demuestran la estrecha cooperación entre Montoneros, el Líbano y la OLP, en ambas direcciones; es decir, tanto para la comisión de actos terroristas en la Argentina como contra blancos israelíes.
La colaboración llegaba a tal punto que los Montoneros recibían instrucción militar y contaban con campos de entrenamiento en el Líbano y, por su lado, montaron allí –con tecnología y asistencia tecnológica propia- una fábrica de explosivos plásticos (que, naturalmente, estaban destinados a cometer atentados en Israel y contra blancos judíos en el mundo).
Así, el libro citado describe que “Mendizábal [miembro de la conducción montonera] acababa de hacer pública la alianza entre Montoneros y la OLP en una conferencia de prensa en Beirut. La revista Cambio/16 había recogido el tema en un artículo. Allí Mendizábal revelaba que había instalado una fábrica de explosivos plásticos al servicio de la OLP y los árabes pusieron sus instructores militares para los montoneros que comenzaban a entrenarse en El Líbano”. [14]
Más adelante, se confirma este acuerdo con algunos detalles más:
“Montoneros se estableció en Beirut en el año 1977, después de cuatro años de relaciones con la Organización de Liberación Palestina (OLP). Al principio fueron contactos políticos con un delegado palestino en Europa, luego se firmaron acuerdos de logística, documentación y transporte de armas. Finalmente la cooperación mutua se hizo pública en mayo de 1977 cuando el líder árabe Yasser Arafat recibió en Beirut a los comandantes Mario Firmenich y Fernando Vaca Narvaja. Montoneros, que sumaba el apoyo internacional de partidos y organizaciones socialdemócratas y de izquierda, presentó la foto como una victoria política.
“El acuerdo con los árabes tenía una cláusula secreta: su aspecto militar. La OLP, a través de su fracción interna Al Fatah, ofrecía campos de entrenamiento, instructores militares y misiles RPG7, entre otros armamentos. Montoneros, por su parte, instalaría en el sur del Líbano una fábrica de explosivos plásticos cuya producción quedaría bajo el mando de un técnico argentino, un ingeniero químico que contaba con un doctorado en explosivos en el exterior. A un año y medio de la firma, en septiembre de 1978, los acuerdos se estaban cumpliendo…” [15]
Esto significa que los miembros de la organización Montoneros son responsables no sólo por los crímenes cometidos en la Argentina sino también por muchos de los crímenes que las organizaciones terroristas islámicas hubieran cometido en el exterior contra objetivos israelíes o estadounidenses, con explosivos fabricados por ellos y con conocimiento expreso de los fines a los que esos explosivos estarían destinados.
Abundan las referencias al apoyo de Estados extranjeros de Oriente Medio:
“Las tropas de Infantería vivieron en forma clandestina durante tres meses en Buenos Aires diseñando las acciones militares que luego llevarían a cabo, pero antes se habían instruido durante otros tres meses en Medio Oriente. Había tres bases de entrenamiento, dos en El Líbano y otra en Siria, para la preparación de tres pelotones. Una de las bases estaba ubicada en Damour, una aldea a 24 kilómetros al sur de Beirut, situado sobre una costa rocosa del mar Mediterráneo, que había sido ocupada por los palestinos en 1976, después de desalojar a los cristianos.
(…)
“Después, en la casa o fuera de ella, dos instructores árabes que hablaban inglés –y un montonero que con la ayuda de un diccionario traducía sus palabras al español- los interiorizaban sobre el armado, uso y manipulación de explosivos, les enseñaban a proteger las posiciones y a ensayar los desplazamientos adecuados para tomar un territorio…”[16]
En otras partes del mismo libro:
“Durante 1979, el Departamento de Logística y Personal [de Montoneros] había continuado con el reclutamiento de combatientes en México y Madrid para enviarlos hacia El Líbano”. [17]
(…)
“…Su hijo Gustavo, de 18, que se había entrenado en El Líbano, era correo internacional de la Conducción. Viajaba por Europa llevando documentos y pasaportes.” [18]
(…)
“…Laura viajaría al Líbano para hacer la instrucción militar y luego volvería a la Argentina con las Tropas Especiales de Infantería (TEI).”[19]
• Evidencia Nº 5
Tantas o más referencias a la cooperación de El Líbano y Siria pueden encontrarse sobre la cooperación e, incluso, instigación del Estado cubano. La guerrilla montonera no sólo tenía en Cuba bases de entrenamiento sino también el propio comando de operaciones y la cooperación estrecha del Estado gobernado por el mayor instigador y organizador de acciones terroristas en América latina.
Sin perjuicio de la profusión de datos que puede hallarse en casi toda la literatura sobre la época, el propio libro de Larraquy contiene numerosas referencias que demuestran, como ya es sabido, que la comandancia montonera funcionaba desde Cuba:
“…Una noche, incluso, cuando todos estaban pensando cómo irse del país, le pidió a Julia que hiciera una interferencia desde la losa abandonada del edificio de enfrente del Regimiento 1 de Infantería de Patricios, de Palermo. Era un pedido que provenía de la Conducción en Cuba”. [20]
(…)
“A juicio de la Conducción, el salto cualitativo de los conflictos era de tal dimensión que el mismo Firmenich había reproducido la localización geográfica de cada uno de ellos en la mesa de arena de la sede de la Comandancia en Cuba”. [21]
(…)
“Los pasaportes y cédulas de identidad de cada miembro serían preparados por la Secretaría Técnica, establecida en Cuba, bajo la responsabilidad de Firmenich”. [22]
¿Podía una organización de este tipo instalarse en Cuba, que no es precisamente un país libre, sin una coordinación de sus actividades con los intereses del gobierno de la isla?
Más aún, Cristina Zuker, en su libro: “El tren de la victoria – Una saga familiar”, relata a propósito de las vicisitudes de algunos militantes de Montoneros y sus familiares:
“…Los padres de Marta, Keco y Luisa Libenson, fueron alertados por una carta de la propia organización sobre la presencia de su nieta en la guardería cubana. Que llegaron a México y de ahí se trasladaron a la isla. ‘Era normal, por un mecanismo de seguridad, una suerte de cobertura para ellos. Llegaron a La Habana en un avión cubano, y los recogieron en la pista para que no quedara constancia de la entrada en el pasaporte’, me había explicado Susana, responsable de la guardería La Casita de Carmelo, en la Habana”. [23]
Nadie, que no fuera el gobierno de Cuba podría disponer de un avión de esa nacionalidad para recoger personas de otros países y hacerlas ingresar desde la pista, sin el pase obligado por las oficinas de migraciones; lo cual demuestra la estrecha cooperación existente con Montoneros.
Por su lado, Juan Gasparini, en su ya citado libro: “Montoneros: final de cuentas”, ofrece una larga lista de militantes montoneros que recibieron instrucción en Cuba. Por los nombres, podemos deducir que esto ocurrió desde los mismos comienzos:
“…Entre otros, el ‘Zapa’ Piotti, Miguel Angel Bustos, Héctor Bruno, el ‘chino’ Prol, Luis Rodeiro, César Córdoba, el ´Gringo’ Elvio Alberione, Mariano Pujadas, Héctor Díaz, el `Churio’ Jorge Escribano, los hermanos Suárez, Fernando Vaca Narvaja, Alberto ‘Chacho’ Molinas, Cecilio ‘Cheche’ Salguero, el ‘pelado’ Baretta, el exseminarista Orlando `Negro’ Montero, el ‘Chichilo’ Lujàn, Humberto Orlando ‘Hilo’ Anone, Leticia Jordán, Claudio Ehrenfeld, Susana Lesgart, Jorge Raúl Mendé, María Leonor Papaterra y los primos Cofre procedían en gran parte de la Agrupación de Estudios Sociales de la Universidad Católica, de la Federación de Agrupaciones Integralistas de la Universidad Nacional y la Agrupación barrial ‘Eva Perón’. Raúl Clemente Yagger, Fred Mario ‘Freddy’ Ernst, Roberto ‘Palometa’ Pirles, María Graciela de los Milagros Roldán, Osvaldo Cambiaos, ‘La Vieja’ Ezpeleta, Roberto Cirilo Perdía, Hugo Medina, el ‘Cara de Lápiz’ D’Ángelo, los hermanos del ‘Chacho’ Molinas, Oscar Boero, Raúl Burzaco, Ulises Amatti, René Haidar y los hermanos Oberlín, casi todos originarios del ‘Ateneo’ universitario o de la Acción Sindical Argentina, de Santa Fé. Varios de todos ellos obtuvieron instrucción militar en Cuba, como Norma Arrostito, Gustavo Lafleur y Fernando Abal Medina. He nombrado sólo a quienes ya no viven (la mayoría), muchos de los cuales murieron heroicamente”. [24]
En otro capítulo de la misma obra, Gasparini habla incluso de una relación financiera con el Estado cubano: “Por cierto, es imprescindible refrescar que la primera prueba tangible de la inversión de los Montoneros en Cuba apareció recién al promediar 1996, con las confesiones de Filiberto Castiñeiras Giabanes, un agente de inteligencia de la revolución de Fidel Castro, que defeccionó a los Estados Unidos…”. [25]
En el reciente libro sobre el ERP, titulado: “Los Perros – Memorias de un combatiente revolucionario”, de Luis Mattini, que es el seudónimo de Arnol Kremer –uno de los jefes del Ejército Revolucionario del Pueblo-, el autor señala: “Un día del año 1970 un contingente de veinte miembros del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y combatientes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) partimos para un curso de dos meses en Cuba, entre ellos Hugo Alfredo Irurzún (Santiago), Carlos Germán (Mauro), Carlos Ferreira (Lucas), Nëlida Augier (Pola)”.[26]
Esto indica el interés de Cuba, que por otro lado es público, por involucrarse con la guerrilla argentina e impulsarla, desde sus mismos comienzos. En un reciente número de Le Monde Diplomatique, edición para el Cono Sur, el director para el área, Carlos Gabetta, reconoce que “Cuba recibió de los países socialistas [es decir; de la URSS] 80.000 millones de dólares de ayuda en sus primeros 30 años de revolución, sin incluir la ayuda militar.” Y en algo que parece una extraña disculpa, agrega:
“En honor de la Revolución Cubana y de sus dirigentes, debe insistirse en que todo ese dinero no fue a parar, como ha ocurrido sistemáticamente en las `democracias’ latinoamericanas, a manos de una burguesía corrupta y expoliadora. En Cuba se utilizó para construir hospitales y escuelas, y para mejorar el nivel de vida de la gran mayoría de la población. También para un generoso esfuerzo internacionalista –no sólo en dinero, sino en todo tipo de solidaridad, hasta el sacrificio de vidas humanas- dirigido a los movimientos progresistas y revolucionarios de América Latina y el Tercer Mundo”.[27] (El subrayado es nuestro).
IV. EVIDENCIAS DE LA COBERTURA Y COLABORACIÓN RECIBIDA POR EL E.R.P.
Los miembros de la organización terrorista “Ejército Revolucionario del Pueblo”, si bien no estaban en el gobierno de Cámpora, ni en el de Bidegain y otros gobernadores afines a la guerrilla, en la medida en la que sí lo estaban los “Montoneros”, gozaban de cobertura y colaboración pública, así como de la cooperación de “Montoneros”. También ese grupo terrorista recibió apoyo de Estados extranjeros, fundamentalmente de Cuba.
Por tanto, por las acciones del ERP son responsables no sólo los miembros de esa organización terrorista, sino también los funcionarios de gobierno que, a su tiempo, les hubieren dado cobertura, y los miembros de la organización Montoneros, por la colaboración que hubieren prestado.
• Evidencia Nº 6
En la sección II, Evidencia Nº 1, c), se ha aludido, de acuerdo con citas de Bonasso, a un funcionario del ERP trabajando para la presidencia de Cámpora, en mayo de 1973.
• Evidencia Nº 7
También Bonasso reconoce que Montoneros tenía un destacamento en el monte tucumano, “donde la principal guerrilla ha sido siempre la del ERP”.[28]
• Evidencia Nº 8
Como una evidencia más de la cooperación entre ERP y Montoneros, debe citarse la cobertura que, según el propio general Juan Domingo Perón, habría dado el gobernador Bidegain a los terroristas del ERP que asaltaron el regimiento de Azul, donde cometieron varios asesinatos y secuestraron al teniente coronel Jorge Ibarzábal, a quien llevaron a “una cárcel del pueblo”[29]. Tiempo después, como es de público conocimiento, Ibarzábal fue asesinado por sus captores, lo cual encuadra la acción en las prescripciones del Estatuto de Roma y de los Convenios de Ginebra y lo convierte en un crimen de lesa humanidad.
IV. HECHOS
Ha quedado demostrada la relación de Montoneros con el Estado nacional, durante 1973, y con el Estado provincial bonaerense, durante 1973 y 1974. Asimismo, quedó también probada la relación de esa organización terrorista con Estados extranjeros, como el Líbano, Siria, Cuba y la Organización para la Liberación Palestina, con status similar a un Estado; en el caso de Cuba, durante prácticamente toda la existencia de Montoneros, y en el caso de los países de Medio Oriente, fundamentalmente desde 1975.
Tales relaciones no resultan imprescindibles, conforme al Derecho Internacional, para considerar un crimen en el carácter de lesa humanidad, pero la jurisprudencia de nuestra Corte Suprema se orienta en el sentido de exigir esa vinculación.
Por tanto, solicito a V.S. la investigación de todos los hechos que haya producido la organización Montoneros durante las etapas señaladas. Algunos de esos hechos, por su carácter emblemático, son citados a continuación, pero ellos no agotan la larga lista de actos terroristas llevados a cabo por el grupo y con apoyo estatal.
También solicito se reabra, por donde corresponda, la investigación por el asesinato del teniente coronel Ibarzábal y se indague también la colaboración que los terroristas del Ejército Revolucionario del Pueblo hubieran recibido de la organización Montoneros y del entonces gobernador Bidegain.
1) Asesinato de José Ignacio Rucci
No existe duda sobre la autoría de Montoneros respecto del asesinato del secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, en septiembre de 1973, dos días después de las elecciones que otorgaron el triunfo a Juan Domingo Perón, pero mientras todavía estaba en la presidencia Héctor J. Cámpora. Lo reconoce el ex montonero Miguel Bonasso, en su ya citado libro “Diario de un clandestino”[30] y, aunque ahí se desliga de la preparación del atentado, tal aseveración debería compatibilizarse con sus confesadas funciones de inteligencia, dentro de Montoneros e incluso mientras revistaba en la Presidencia de la República. Mucho tiempo después, Bonasso dijo que ellos –los Montoneros- se equivocaron, pues debieron haber matado a López Rega, en lugar de Rucci. [31]
José Amorín revela –como ya se dijo en este escrito- que las armas con las que mataron a Rucci fueron transportadas en un auto oficial del gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde gobernaba Oscar Bidegain, miembro de la organización Montoneros, como también se demostró porque participaba de sus asambleas con voz y voto, incluso en el exterior, como ocurrió en Nicaragua. Más aún, como lo señala Gasparini, Bidegain era miembro del Consejo Superior de Montoneros, junto con Obregón Cano.[32]
La militancia montonera, en las calles, coreaba: “Rucci, traidor, saludos a Vandor”[33]
Por otro lado, Rucci venía siendo criticado ácidamente por la revista Militancia, dirigida por el actual Secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, a punto tal que el primer número de esa publicación, en junio de 1973, ya aparece con una foto de Rucci en la tapa.
En el capítulo correspondiente al asesinato de Rucci, José Amorín, citando a Roberto Perdía, atribuye gran importancia a la influencia de esa revista. [34]
2) Asesinato del padre Carlos Mujica
Juan Gasparini, también en su momento miembro de Montoneros, reconoce que esa organización fue la que asesinó al padre Carlos Mujica, fundador del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo: “El mayor montonero Antonio Nelson Latorre, que se jactó en la ESMA de haber sido quien abatió al capitán Roberto Máximo Chavarri en Ezeiza (y no Horacio ‘Beto’ Simona), afirmaba muy suelto de cuerpo que fueron montoneras las balas que desplomaron al padre Mujica en la noche del sábado 10 de mayo de 1974 a la salida de la capilla de San Francisco Solano. Según él, el hecho se había justificado por la conducta que tuvo en el último tiempo quien fuera fundador del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo en la Argentina; evaluándola como próxima a López Rega, lo que podía despertar ilusiones contrarias a la política de ruptura con el justicialismo”.[35]
Este reconocimiento es coherente con las críticas que, otra vez, la revista Militancia hizo contra el sacerdote, a quien llegó a situar en su sección “Cárcel del Pueblo”; un lugar donde aparecían personajes que después solían ser asesinados, como ocurrió con Mujica, una semana después.[36]
3) Asesinato de Arturo Mor Roig y David Kraiselburd
Producido el 15 de julio de 1974, también por Montoneros, a la salida de un restaurante en la localidad bonaerense de San Justo. “El día 15, un escopetaza del ‘Gallego Guillermo’ (Eduardo Molinete), jefe de la columna montonera del oeste del Gran Buenos Aires, fulminó a Arturo Mor Roig, personero de la Standard Oil y ex ministro del Interior de Lanusse. El 17, Carlos Alberto Starita, a quemarropa, abatió a David Kraiselburd, director del diario El Día, de La Plata…” [37]
4) Ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29, de Formosa
Hecho producido el 5 de octubre de 1975, por la organización Montoneros. [38]
5) Asesinato del general Cesáreo Cardozo, jefe de la Policía Federal
Cometido por una militante de la organización Montoneros que se acercó y trabó amistad con la hija del general Cardozo, al solo efecto de tener acceso a la vivienda familiar y colocar una bomba bajo la cama matrimonial. El atentado ocurrió el 16 de junio de 1976. [39]
6) Asesinato del Teniente Primero Oscar Abel Lucioni.
No puedo dejar de mencionar aquí el asesinato de mi padre, el Teniente Primero Lucioni, que fuera abatido por la banda Montoneros en un alevoso ataque perpetrado el 21 de octubre de 1976 a las 07.20 de la mañana. El grupo atacante - denominado por ellos GEC (Grupo Especial de Combate)- lo integraban seis terroristas armados comandados por el Oficial Segundo Montonero Ignacio Pedro Ojea Quintana, que lo acribillaron por la espalda impactándolo con más de nueve disparos. Mi padre agonizó nueve días falleciendo en el Hospital Militar el 30 del mismo mes.
7) Todos los hechos producidos en la “Contraofensiva montonera”, incluyendo los ejecutados en el Líbano
Se denominó de tal forma al período en el cual los montoneros en el exilio, tanto desde Cuba como desde Oriente Medio, pergeñaron múltiples operaciones terroristas en la Argentina, con apoyo de los Estados que los cobijaban; fundamentalmente entre 1977 y 1980 y, a la vez, contribuyeron a los objetivos terroristas de la OLP.
8) Asociación ilícita
Además de los delitos específicos que deberán investigarse, corresponde la reapertura de las causas tramitadas por asociación ilícita contra miembros de la organización Montoneros.
V. LESA HUMANIDAD, IMPRESCRIPTIBILIDAD Y NULIDAD DE LOS INDULTOS
Los atentados terroristas señalados como ejemplo y todos los que hubieren sido cometidos por Montoneros durante los períodos indicados constituyen crímenes de lesa humanidad y son, por tanto, imprescriptibles. Asimismo, debe decretarse la nulidad de los indultos que hubieren beneficiado a miembros de la citada organización terrorista.
En el caso específico de Miguel Bonasso, fue beneficiado con el indulto dispuesto por decreto 1003/89, en la causa 5148, tramitada ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Federal, por asociación ilícita. Ese indulto fue declarado nulo por el juez federal Daniel Rafecas, el 25 de julio pasado. Si bien el magistrado tuvo en vista a otros beneficiarios de ese indulto, que eran militares acusados de violaciones a los derechos humanos, parece difícil sostener que un decreto pueda resultar nulo para algunos y no para otros. De cualquier modo, si así se entendiera, solicito la nulidad en cuanto respecta a Miguel Bonasso y demás miembros de la organización Montoneros alcanzados por el beneficio.
También deberá decretarse la nulidad de todos los indultos que involucren a miembros de la organización Montoneros.
Este pedido tiene los siguientes fundamentos jurídicos:
1) Crímenes de lesa humanidad
El Estatuto de Roma incluye, entre los crímenes de lesa humanidad, la “persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género…”
Los militares, los empresarios extranjeros, los miembros de la policía, etc., constituyen cada uno de ellos, un grupo con identidad propia, muchas veces objetivo de atentados por su mera pertenencia al grupo.
Las proclamas y manifiestos de Montoneros y ERP están colmadas de referencias a: “militares asesinos”, “burocracia sindical”, “empresarios explotadores”, etc.
Los empresarios Salustro o Samuelson no fueron secuestrados por un problema personal entre ellos y ciertos terroristas, sino por su pertenencia, respectivamente, a Fiat y Esso, ambas empresas multinacionales.
El asesinato, la encarcelación, la tortura, la ya citada persecución de un grupo con identidad propia, etc. son todas conductas con las que el artículo 7 del Estatuto de Roma define a los crímenes de lesa humanidad, siempre que esos actos se cometan “como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque”.
Inmediatamente, el mismo artículo se ocupa de aclarar que “por ‘ataque contra una población civil’ se entenderá una línea de conducta que implique la comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo 1 contra una población civil, de conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer ese ataque o para promover esa política”.
No cabe duda de que el conjunto de acciones del grupo terrorista Montoneros, a lo largo de toda su existencia, implicó:
a) Una línea de conducta
b) La comisión de múltiples actos de los mencionados, tales como asesinatos, torturas, encarcelamientos, persecución, etc.
c) La conformidad con la política de una organización, que era Montoneros, grupo al cual ellos mismos llamaban, y aun denominan, la “Organización Montoneros” (véanse múltiples citas en los nombrados libros de Bonasso).
Esta definición hace innecesaria la intervención de un Estado para que un delito sea considerado “de lesa humanidad”. Sin embargo, vemos que también se cumple esta condición.
2) Crímenes de guerra
El Estatuto de Roma no sólo define los crímenes de lesa humanidad sino también, en su artículo 8, los crímenes de guerra y, dentro de esa categoría, los que se cometieren en conflictos armados de carácter no internacional.
El citado artículo 8 ofrece una lista de ejemplos de crímenes de guerra, casi todos los cuales encuadran en acciones cometidas por Montoneros:
“En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional, las violaciones graves del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber, cualquiera de los siguientes actos cometidos contra personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa:
i) Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles y la tortura;
ii) Los ultrajes contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes;
iii) La toma de rehenes;
iv) Las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal regularmente constituido, con todas las garantías judiciales generalmente reconocidas como indispensables.”
Una lista similar contienen los Convenios de Ginebra, de 1949, que definen los crímenes de guerra, pero en el “Protocolo Adicional Relativo a la Protección de Víctimas de Conflictos Armados Sin Carácter Internacional”, en su artículo 4, inciso 2, menciona expresamente los actos de terrorismo.
3) Actos de terrorismo
Como ya hemos visto, la Convención de Ginebra incluye, entre los crímenes de guerra, los actos de terrorismo. Debemos saber, entonces, qué se entiende por actos de terrorismo.
El “Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo” define al terrorismo como: “cualquier otro acto destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a cualquier otra persona que no participe directamente de las hostilidades en una situación de conflicto armado, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo”.
Como reconocen algunos de los ex miembros de Montoneros, citados en sus respectivos libros, el asesinato de Rucci y el asesinato de Mor Roig –por citar sólo dos de los tantos ejemplos- tuvieron como propósito, respectivamente, forzar al gobierno peronista a una negociación y, en el caso de Mor Roig, ese objetivo estaba dirigido a la UCR.
Por otro lado, existe una variedad de convenciones que definen tipos específicos de terrorismo, como la Convención sobre Actos Terroristas Cometidos con Bombas, por ejemplo.
De cualquier modo, y más allá de toda definición de terrorismo, las acciones descriptas por el Estatuto de Roma al describir los crímenes de lesa humanidad, y las acciones enunciadas por el Estatuto de Roma y los Convenios de Ginebra, para catalogar los crímenes de guerra, coinciden con las acciones llevadas a cabo por la organización Montoneros; sean o no tales acciones definidas como actos terroristas.
4) Imprescriptibilidad
Resta ahora analizar si los delitos cometidos por Montoneros son imprescriptibles. La conclusión es muy sencilla, porque toda vez que esos actos constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, se aplica, como su propio título lo indica, la “Convención sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad”.
Dicha convención, en artículo 1, establece que tales actos son imprescriptibles, cualquiera sea la fecha en la que se hubieren cometido.
Además, sobre la retroactividad, ya se ha expedido nuestra Corte Suprema, en los casos Priebke, Arancibia Clavel, Julián y Lariz Iriondo (a contrario sensu).
Se trata, entonces, de un mero silogismo:
Ø Las acciones de Montoneros corresponden a la descripción de delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra (Estatuto de Roma y Convenios de Ginebra), como demostramos en los apartados 1 y 2 de esta sección.
Ø Los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra son imprescriptibles (Convención sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad)
Ø Los delitos cometidos por los miembros de la organización Montoneros son imprescriptibles
5) El papel del Estado
Aunque no están claros los motivos y, en cualquier caso, no compartimos el razonamiento, la Corte Suprema exige, para considerar un delito como crimen de lesa humanidad y, por tanto, imprescriptible, que haya existido intervención del Estado. Así se expidió en los casos Arancibia Clavel, Priebke, Julián y, de la misma manera, pero deducida a contrario sensu, en Lariz Iriondo.
También el juez Canicoba Corral incluyó al Estado iraní en su resolución por la que se pide la captura de diplomáticos de la República de Irán en la causa AMIA. Como se ve, no se ha hecho distinción entre el Estado en la Argentina (Estado Nacional, Estado provincial, etc.) y un Estado extranjero.
En el caso Lariz Iriondo, se habla incluso de “eliminación de opositores”; tal como ocurrió durante el gobierno de Cámpora en el Estado Nacional y Bidegain en la Provincia de Buenos Aires, con el asesinato de Rucci, por ejemplo.
Durante la contraofensiva montonera, en cambio, el apoyo fue externo: el Líbano, Cuba y la Organización para la Liberación Palestina.
La imprescriptibilidad alcanza, incluso, al delito de asociación ilícita (Cfr. Arancibia Clavel).
Adicionalmente, y habida cuenta del reconocimiento del montaje y operación de una fábrica de explosivos plásticos en el Líbano, en el curso de la confrontación de la Organización para la Liberación Palestina contra Israel, deberá investigarse también qué tipo de atentados pudieron haber sido cometidos con esos explosivos por el terrorismo islámico, ya que también se trata de delitos de lesa humanidad para los que la organización Montoneros ha prestado una cooperación activa y fundamental.7
Por tanto, se cumple aun –en el caso de Montoneros- con el requisito exigido en exceso por la Corte Suprema; es decir, la cobertura o colaboración de un Estado.
Adviértase, por ejemplo, en orden a la colaboración que pudieron haber obtenido del gobierno nacional (inteligencia) y del gobierno de la provincia de Buenos Aires (inteligencia, logística, entrenamiento, etc.), hasta qué punto son aplicables a la asociación ilícita Montoneros las prescripciones, por ejemplo, del caso Arancibia Clavel, en el que la Corte habla incluso de la imprescriptibilidad en los actos cometidos por los particulares y de la imprescriptibilidad de la asociación ilícita.
En tal sentido, y a propósito de la asociación ilícita, el Dr. Petracchi, al tiempo que citó un fallo de la jurisprudencia de los Estados Unidos, se expresó en favor de la necesidad de “proceder en contra de aquellos que ya han manifestado suficientemente su disposición al delito, y al mismo tiempo, para actuar frente a ‘los peligros particulares y constantes que derivan de la actividad grupal’.
Y en otra parte, en el numeral 56 del voto del Dr. Maqueda, claramente se señala que: “las disposiciones de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad se aplicarán a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como autores o cómplices o que inciten directamente a la perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para cometerlos, cualquiera que sea su grado de desarrollo, así como a los representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración”.
Esta tolerancia debe incluir el encubrimiento de los actos cometidos por las bandas terroristas, toda vez que miembros de la organización Montoneros participaban del aparato del Estado, durante el gobierno del Dr. Cámpora (incluyendo tareas de inteligencia) y del Dr. Bidegain y, no obstante no haber podido ignorar la identidad de los autores de los atentados cometidos en esa época, faltaron a su obligación de denunciar.
En consecuencia, deben ser declarados nulos la totalidad de los indultos que hayan beneficiado a miembros de la organización Montoneros, incluido el indulto al señor Miguel Bonasso, si se considerara que no le resulta aplicable la nulidad ya decretada por el señor juez Daniel Rafecas respecto del decreto 1003/89.
VI. CALIDAD DE QUERELLANTE
Como más arriba lo expreso, mi padre fue asesinado por la banda terrorista Montoneros, que me dejó huérfana cuando contaba solamente con un año y medio de edad. Soy por ende también una víctima de los actos ilícitos de esa banda terrorista, lo que creo es suficiente argumento como para que se me considere como persona con capacidad civil particularmente ofendida por un delito de acción pública y, como tal, se me tenga en esta causa como querellante particular con las facultades que determina el art. 82 y s.s. del Código Procesal Penal de la Nación. Simplemente agrego, como ejemplo, V.S., las diversas causas que se llevan en la Justicia Federal contra militares o policías por la actuación de estos durante la represión al terrorismo. En las mismas se tiene por querellante a cualquier ONG o particular que lo peticiona, sin que los fiscales, en muchos de los casos, hayan dicho “esta boca es mía”. Por ende, peticiono que se acepte el carácter de particular damnificado que invoco.
VII. PETITORIO
Por tanto, a V.S. pido:
a) Tenga por presentada la denuncia;
b) Ordene la verificación del material bibliográfico citado;
c) Se me reconozca el papel de querellante particular;
d) Se dé vista al Sr. Fiscal a fin de que realice el correspondiente requerimiento de instrucción peticionando la reapertura de las diversas causas que en su momento se originaron por los ilícitos cometidos por la banda Montoneros y/o ERP-PRT, disponiendo la reconstrucción de las que no puedan ser halladas, a los fines de que se afecte a las mismas a los autores, cómplices, instigadores y encubridores que puedan ser identificados y detenidos.
e) Se libre oficio a la Embajada de Israel a fin de ponerla en conocimiento de la circunstancia relatada en la “Evidencia Nº 4º”, a fin de permitir el ejercicio de la jurisdicción de ese país, si hubiere lugar.
Proveer de conformidad:
SERÁ JUSTICIA
Ana M.C. Lucioni
Edgardo Frola
Abogado
T. 34 F. 672
Citas:
[1] Diario La Nación, 23 de marzo de 1997
[2] BONASSO, Miguel: “Diario de un clandestino”; Buenos Aires, Grupo Editorial
Planeta, 2ª edición, octubre de 2006, capítulo: “El gabinete de los montoneros”, pág.125
[3] ANGUITA, Eduardo y CAPARRÓS, Martín: “LA VOLUNTAD – Tomo 3”, Bu8enos Aires, Booket, 2006, pág.435 y siguientes.
[4] BONASSO, Miguel. Loc.cit
[5] BONASSO, Miguel: “El presidente que no fue”; Buenos Aires, Grupo Editorial Planeta, 8ª edición, octubre de 2006, capítulo: “Disparen sobre el ‘imberbe”, pág.734
[6] ANGUITA, Eduardo y CAPARRÓS, Martín: LA VOLUNTAD, tomo 3, pág.71
[7] GASPARINI, Juan: “Montoneros: final de cuentas”; Buenos Aires, Ediciones de la Campana, 2005, capítulo: “La escalada”, pág.70
[8] GORRIARÁN MERLO, Enrique: “Memorias de Enrique Gorriarán Merlo – De los Setenta a La Tablada”; Buenos Aires, editorial Planeta y Catálogos, 2003, capítulo 21, pág.212
[9] BONASSO, Miguel: Diario de un clandestino…, capítulo: “La última cena”, pág.324, 325
[10] ZAMORANO, Eduardo: “Peronistas revolucionarios”; Buenos Aires, editorial Distal, 2005, capítulo décimo tercero, apartado 6: “Milicias populares”, pág.178
[11] AMORÍN, José: “Montoneros: La buena historia”; Buenos Aires, editorial Catálogos, 2005, cuarta parte, pág.255
[12] BONASSO, Diario….; capítulo: “El general y el guerrillero”, pág.214 y 215
[13] BONASSO, Diario….; capítulo: “Operación Gelbard”, pág.157
[14] LARRAQUY, Marcelo: “Fuimos soldados - Historia secreta de la contraofensiva montonera”; Buenos Aires, Aguilar – Altea – Taurus – Alfaguara S.A., 2006, capítulo 4, pág.56
[15] LARRAQUY…op.cit; capítulo 9, pág.131
[16] LARRAQUY…op.cit; capítulo 10, pág.155 y 156
[17] LARRAQUY…op.cit; capítulo 11, pág.180
[18] LARRAQUY…op.cit; capítulo 11, pág.199, nota al pie
[19] LARRAQUY…op.cit; capítulo 6, pág.98
[20] LARRAQUY…op.cit; capítulo 7, pág.110
[21] LARRAQUY…op.cit; capítulo 8, pág.133
[22] LARRAQUY…op.cit; capítulo 11, pág.185
[23] ZUKER, Cristina: “El tren de la victoria – Una saga familiar”; Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2004, capítulo: “El duelo”, pág.225
[24] GASPARINI,…op.cit; pág.28 y 29
[25] GASPARINI…Op.cit.; pág.297
[26] MATTINI, Luis: “Los Perros – Memorias de un combatiente revolucionario”; capítulo I, pág.22
[27] GABETTA, Carlos: “Cuba después de la URSS”, en “Le Monde Diplomatique – Edición para el Cono Sur”, abril 2007.
[28] BONASSO, MIeguel: Diario…, pàg.215 (Capítulo: El general y el guerrillero)
[29] PLIS-STERENBERG, Gustavo: Monte Chingolo; Buenos Aires, Booket, pág.47.
[30] BONASSO…: “Diario de un clandestino”; capítulo: “El atentado contra Rucci”, pág.139
[31] La Nación, 23 de marzo de 1997
[32] GASPARINI…Op.cit., pág, 169
[33] AMORÍN… Op.cit; pág.261
[34] AMORÍN… Op.cit; pág.254
[35] GASPARINI…Op.cit; pág.85
[36] Militancia, Nº 31
[37] GASPARINI, Juan, obra citada, pág.75
[38] MÁRQUEZ, Nicolás: “La otra parte de la verdad”, Buenos Aires, Nicolás Márquez, 2004, pág.52 y sig.
[39] LARRAQUY, Marcelo, obra citada, pág.115 y sig.
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