EL PERONISMO ES PERON
De un Compañero a Compañeros:
Ser Peronista, no es dar vivas al General o a Evita, cantar la marcha o mostrarse con camisetas o remeras con imágenes o slogans peronistas. Ser Peronista, tal como lo señalaba el General Perón y fue carne en Eva Perón y cientos de miles de mártires de nuestro Movimiento, es llevar encendido en el corazón el fuego de nuestro fanatismo por la verdad, la justicia, el amor y la solidaridad.
Soy fundacional de nuestro Movimiento. Sin saberlo, allá por los primeros meses del año 1943, ser buen dactilógrafo y haber sido el hogar paterno lugar de encuentro de militares que proyectaban el gobierno de la Revolución del 4 de Junio, fui escribiente de los Coroneles que me entregaban sus manuscritos para que los pasara a máquina., donde estaba Juan Domingo Perón,
Perón me ganó entonces, y desde entonces, vivo la pasión Peronista, quizás, de una manera muy particular, porque he sido parte de su origen acompañando a nuestro Coronel, Líder y Conductor, igual que pude hacerlo con quien nació también a la lucha militante entonces, María Eva Duarte, luego Eva Perón.
El General me dio más que a otros, porque me privilegió y permitió que estuviera a su lado durante mis años de formación, luego pude acompañarlo en sus horas más difíciles, amargas y aciagas, como aquel 8 de octubre de 1945, luego en su exilio americano, para, finalmente en sus últimos días de vida, ser depositario de sus penas y angustias, compartiendo la frustración amarga de ver que cerraba sus ojos sin poder ver el triunfo de nuestra Revolución.
Contados, con los dedos de una mano, los que venimos de entonces. De aquellos que estuvimos a su lado, compartiendo el dolor de tener que aceptar que habíamos defeccionado los Peronistas, al no concretar la esperanza de todo nuestro Pueblo.
Le fallamos al General, a Evita y a nuestros mayores. Nos dejamos arrastrar por ambiciones y caprichos personales de quienes no sentían, pero usaban al Peronismo. Nos impusieron “dirigentes” mediante imágenes compradas y reproducidas por una prensa mercantil al servicio de la antipatria, personajes siniestros que han sido y son responsables de la tragedia que vive Argentina. Nos convirtieron en cómplices de bastardas acciones de vividores de nuestra causa, individuos acomodaticios que perduran mediante el engaño, la burla y la mentira. Como gusanos que son, así los definía el General Perón, están en todo lugar, alimentándose dentro de la carroña.
Cargo mi amargura, penando a mis ochenta años, una vida de lucha permanente junto a mi pueblo, de los trabajadores, los pobres y humildes, llevando el pesar de no poder hacer escuchar lo que me ordenara el General Perón, que es su pensamiento y proyecto, que me juramenté llevar a todos, para que en unidad y solidaridad, podamos sentar las bases de la Nueva Argentina, socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
Como en aquel encuentro de despedida con mi General Perón, el 8 de mayo de 1974, cuando me confió su dolor y angustia, cuando me confidenció su amargura extrema y me dio directivas, presiento que poco tiempo me resta de vida, sabiendo que debo decirle a mi Pueblo Peronista, que tienen la responsabilidad suprema de hacer triunfar nuestra Revolución.
Difícil hora vive el país. Desencuentros extremos, nacidos por la intolerancia de hombres y mujeres sufren las consecuencias del accionar avieso de vividores de esa esperanza de las mayorías, traducidas en lo que fue el pasado Peronista. Debemos aceptar que Argentina tiene un gobierno sin proyecto, porque el que es legado del General Perón y marca un camino hacia un país digno de ser vivido y disfrutado por todos, que ha sido cajoneado por los serviles ejecutores del desmantelamiento y desintegrción de la Nación.
Argentina es un pais sin timón, que marcha hacia el abismo. Desencuentros, con pasiones que nos enfrentan, generadas por gestores de odio y predicadores del revanchismo. Políticos profesionales de cambiante sentir e identidad que cambian sus discursos y piden disculpas, pero defienden sus posiciones mediante el engaño permanente que es su deshonestidad e inmoralidad. Son los partícipes del drama, responsables de todos los desastres de los oficialismos, pero aceptados por la supuesta, pero complaciente oposición. Todo visto desde la óptica que tiene sólo una razón: la caja de los corruptos.
El Peronismo, el que nación con nuestra Revolución del 17 de octubre de 1945, plasmado en la Doctrina Peronista, que es razón de vida y lucha de millones de argentinos que han marcado con su sacrificio los hitos más maravillosos de lo que es presencia del pueblo en el campo de la construcción de una Nación, ha sido copado por quienes en la actualidad usan nuestros símbolos, para confundir y engañar, con el propósito de borrar el sentido y razón de lo que el Peronismo es y significa.
Argentina y el Peronismo marchan a la deriva. Aceptamos temerosos a los que usurpan conducciones políticas, que tratan de dar legalidad a entidades o instituciones tramposas, donde no se permite entrar y participar a la verdadera militancia. Se hablan de unidad, pero siguen desuniendo. Reclaman disciplina y organización, pero imponen dictadura y tienen pánico a la organicidad. Hablan de respeto, y se niegan a aceptar la participación del verdadero Peronismo que es vapuleado. Seudo caudillejos o punteros que suponen lealtad, siendo los mercaderes desleales que disfrazan mediante maquillajes comprados, honestidad en lo que es desfachatez, inmoralidad y desvergüenza.
Como decía el General Perón, y no fue escuchado, ha llegado la hora de las grandes decisiones. Cada argentino o argentina tiene la responsabilidad de cumplir su compromiso con la Patria, que está en peligro. No es cuestión de partidos políticos, inexistentes por el accionar avieso del kirchnerismo, que se los han convertido en residuos con marca sin importancia. Debemos despertar, y hacer de la lucha una razón y un fin por el honor y dignidad argentina. Cada uno lleva en su mochila el bastón de mariscal, indicó el General Perón, y delegó la responsabilidad en todo el pueblo.Si no hay un dirigente confiable y creíble, que aparezcan miles o cientos de miles de conductores de este ejército del pueblo, que fiel a su mandato histórico nacido en las horas del sol que iluminó la creación patria, sabrá enfrentar a un enemigo abierto o solapado, que conjetura que aceptamos condiciones de ser esclavos, cuando callamos ante el atropello.
Perón vive. Está vivo, igual que nuestros grandes prohombres que supieron estar presentes en las horas decisivas de la Patria, que son los que marcan con su ejemplo, con su proyecto y con su guía, el derrotero que debemos tomar para recuperar la dignidad que nos han bastardeado.
El Movimiento Peronista, que es más fuerte y está más latente que nunca, no ha de estar ausente de la gran gesta, porqué está vivo en nuestro espíritu y en nuestra Doctrina. Los trabajadores son los dueños del Peronismo, así fue gestado en su hora fundacional, y es el Pueblo, tal lo expresó el General Perón, su único heredero.
Siendo por ello, los trabajadores dueños y responsables del Peronismo, son las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas fundadas en Caracas, Venezuela, en noviembre de 1957 por el General Perón, el brazo político que debe decidir y proponer todas las acciones a realizar. Organizar y llevar al triunfo la causa nacional, reivindicando todos los Derechos y Conquistas que garanticen la seguridad, bienestar y progreso de todos los argentinos.
Las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas, es el cuerpo orgánico que debe ser respetado y acatado. Tiene una Conducción, y es ella, cuya titularidad es del Compañero Gerónimo Venegas, responsable de esta batalla que debemos librar, para hacer realidad el proyecto de Perón: la Nueva Argentina justa, libre y soberana.
Buenos Aires, Octubre 2008
Ramón Landajo
Un hombre de Perón.
P de Hierro: Estas esclarecedoras palabras del ex Secretario Privado del General Perón, el compañero Ramón Landajo, no hacen mas que demostrar nuestra acertada postura con este gobierno apóstata de la Doctrina Peronista. Su socialdemocracia gramsciana contamina todo lo que toca, y hunde una vez mas, a las filas del peronismo en un desconcierto ideológico muy grave. Por eso, como venimos diciendo, lo importante es adoctrinar e ir armando pequeñas células de compañeros doctrinarios que articulen actividades y pryectos entre sí. Ese es el embrión de la organización que necesitamos. El resto decantará por peso propio.
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