viernes, mayo 18, 2007
ILUMINADOS POR EL FUEGO O DERROTADOS POR LA IDEOLOGÍA…O FINANCIADOS POR EL MI6?
Bonasso corrigió el guión.
Vivió un año en Inglaterra
Su esposa trabajó mucho tiempo para la BBC de Londres
¿ILUMINADOS POR EL FUEGO O DERROTADOS POR LA IDEOLOGÍA…O FINANCIADOS POR EL MI6?
Todavía recordamos cómo se quejaban de que el "ejército" no quería ayudar a los directores de la película con "material bélico".
El ejército sabía perfectamente, después de leer el guión, que sólo aportaba la "derrota ideológica" y la destrucción moral de las fuerzas.
La idea es marcada con la ideología de la izquierda, derrotista, dirigida al proceso militar mostrando como pobres a los soldaditos muertos en Malvinas.
Mejor que la película hubiese sido hecha por la CIA o MI6: hubiera sido menos nefasta …
Por ejemplo, nunca realizarían una película sobre la Fuerza Aérea, que "no perdió la guerra" o sobre la terrible destrucción de la flota inglesa, allí se vio el valor y la profesionalidad. O los actos de heroísmo y duelo de la Artillería, las certeras maniobras de los submarinistas, los pilotos civiles en los Lear Jet, o los pelotones de soldados que "derribaban helicópteros ingleses con los FALs. La actuación de una simple lancha de prefectura que abatió un Sea Harrier, o cuando un solo hombre abatió un pelotón completo de ingleses. O cuando Rico se metía en las líneas enemigas a la noche y rescataba a los heridos, armado únicamente con su pistola, o cuando Seineldín fue el ultimó en abandonar Malvinas, etc., etc. Y tantos soldados anónimos, y tantos hechos heroicos. Pero como siempre decimos: la idea es MOSTRAR LA DERROTA, SER DERROTADOS, DESMALVINIZAR.
Diario Clarín 31-08-2003
Ejército no quiere guerra
Roberto Bendini, cuando estaba en el sosiego de su unidad militar en Río Gallegos, jamás imaginó lo que podía esperarle en la jefatura del Ejército. Le costó acomodarse ante su fuerza después del sacudón que produjeron la revisión del pasado y la anulación de las leyes del perdón. Respiró distendido la última semana cuando el Gobierno dispuso un aumento al presupuesto militar.
En medio de esos temas grandes hay otros menores que lo perturban. La senadora Cristina Fernández le pidió la colaboración del Ejército para la filmación de una película sobre la guerra de las Malvinas. Se trata de una obra de Ana Skalon, la mujer del diputado Miguel Bonasso, bajó la dirección de Tristán Bauer.
Bendini pidió información acerca de qué aporte podía realizar el Ejército. Tuvo la respuesta: material de logística. Entonces requirió el guión para conocer algunos entretelones de la mencionada película.
Su contenido desagradó, en general, a la cúpula del arma que estima que no quedaría bien ponderada la intervención militar en aquella guerra.
Bendini ha quedado preso de la recurrente presión oficial para que cumpla con el pedido y el descontento que ese gesto generaría en sus propias filas. No suele ser un buen lugar el que media entre la espada y la pared.
En realidad, como decimos, mejor que la hubiera financiado el Mi6. A propósito, ¿no estuvo Bonasso un tiempo en Londres y allí conoció a su mujer apodada la "Británica"?
Le recordamos que Ana de Skalon, actual directora de Canal 7 ( insurgente), trabajó para la BBC de Londres durante muchos años, y en Gran Bretaña conoció a Miguel Bonasso…
Para los memoriosos de la SIDE, les recordamos que Bonasso estuvo un año en Gran Bretaña escribiendo un libro, que exculpaba de cargo a un conocido hombre de apellido "Yabrán". El libro es Don Alfredo y el mismo habría sido financiado por Hugo Anzorreguy, ex jefe de la Secretaría de Inteligencia.
Bonasso contribuyó con el guión de la película: "le habría sacado todas las partes heroicas de la película dicen algunas versiones"…
¿Podemos entonces inferir que la película puede tener influencia británica para la desmalvinización y ser derrotista? ¿Puede ser una película del enemigo?
La respuesta se la dejamos al lector.
Los norteamericanos, a pesar de que fueron derrotados en Vietnam, hacen películas que no sólo hacen críticas, sino que además "parece que empataron". Lo que queremos significar es que "no son derrotados" moralmente.
En la Argentina, la película puede enmarcarse en la derrota moral de los hombres de las Fuerzas Armadas ante la sociedad y un proceso de desmalvinización:
"Los militares para lo único que sirven es para reprimir al pueblo y torturar a jóvenes idealistas".
Es cierto es que el tema está cargado de ideología, pero hay que diferenciar, lo que es la estrategia de país, con respecto a la soberanía, de lo que es la guerra.
Malvinas es una derrota, es malo, hay que esconderlo, la único que vale es que murieron los "chicos de la guerra". No hay espíritu nacional, ya que simplemente la izquierda "es internacionalista" y los militares son sus enemigos.
Lamentable lo de Bonasso como "guionista"… Es así, están derrotados en el alma, y envenenados por el odio que se podría esperar.
Por qué no marcan, por ejemplo, la ayuda de los norteamericanos con los satélites y pertrechos, o la ayuda de Chile, etc.
Sólo se centran en la derrota. Pues, ése es el objetivo: "Si no fueran argentinos" pensaríamos que es una película hecha por el enemigo: "Objetivo: destrucción moral de las Fuerzas Armadas, formar opción negativa a los que tengan que ver con el nacionalismo", desmalvinizar.
Pero también la culpa es de "los que podrían financiar una película" con una idea diferente, y no lo hacen… Como dicen "no se quejen por los espacios que no quieren ocupar"… Moneta, Hadad, Tinelli, De Narváez, Vila, etc., podrían financiar una película diferente que al menos sea realista, pero no derrotista ni desmalvinizadora.
Además, si en el Gobierno tuvieran dos dedos de frente sabrían que "las películas" son un medio de propaganda: es así que muchas de las películas norteamericanas son financiadas por el Pentágono o la CIA. O al menos le hacen un descuento impositivo si muestran una bandera norteamericana en la tira.
Aquí, los imbéciles tienen la SIDE para "chupar" teléfonos y hacer espionaje político, pero jamás la van a poner al servicio de la Nación, sino de sus intereses.
Estamos diciendo, señores, que tenemos el país que merecemos y los dirigentes que merecemos.
Le acercamos otra crítica más a la película:
"ILUMINADOS POR EL FUEGO"
LA GESTA Y SU MARRANO
( enviado por el la cadena el Tabano)
"Un joven soldado, boca abierta, cabeza desnuda, -y la nuca bañándose en el fresco berro azul- duerme; está estirado en la hierba, bajo la nube, pálido en su lecho verde donde la luz llueve. Los perfumes no hacen estremecer su nariz: duerme al sol, la mano en el pecho tranquilo. Hay dos agujeros rojos al lado derecho"
(El durmiente del Valle, Arthur Rimbaud)
Es uno de los días de mi historia en que no debo esforzarme para recordar: 2 de abril de 1982. Me levanté rezongando la rutina escolar. Hacía frío y amanecía despacio. En la mesa de la cocina estaban mamá y papá esperando para el desayuno. Y cuando papá estaba para el desayuno, pasaba algo. Y fue mi viejo el que me dio la noticia: "Acaban de recuperar las Malvinas". Desde mis 16 años, pensé que eso era una buena noticia, pero papá intentaba hacerme entrar en razones: "Estamos en guerra", dijo con una preocupación que le quebraba la garganta. Pero es lejos, contesté queriendo hacerme el gracioso. Pero la gracia se me acabó cuando el viejo, más serio aún, tiró la bomba sobre la mesa: "Esto termina mal, y si los ingleses pisan el continente, me voy de voluntario". Más, a pesar de la severidad y del gesto adusto de mi viejo, y a pesar de que esa mañana, Humberto Vico nos reunió a todos en el patio de la Escuela de Comercio para darnos la noticia y hacer un poco de historia, yo nunca tomé conciencia de la guerra, sino hasta mucho después. La guerra era lejos, y yo tenía mis urgencias: las de la adolescencia.
Yo jamás imaginé que los ingleses se iban a molestar en venir a recuperar un territorio tan lejano y, mucho menos, que podían desembarcar en el continente. Así que seguía las noticias con idéntico entusiasmo como seguía el mundial de fútbol de España.
Fue mucho después que tomé conciencia. Seiscientos muertos después.
No es mi intención juzgar. Ni mucho menos escribir la trama secreta sobre la verdadera historia de semejante imbecilidad del General Galtieri, el Brigadier General Basilio Lami Dozo y el Almirante Anaya.
Además, nunca pude desentrañar la trama política de tamaña locura. Y en lo estrictamente militar, el Informe del General Benjamín Rattenbach me resultó lo suficientemente claro, como para que yo agregue algún comentario de oído sobre temas complejos, como el arte militar de la guerra.
Tampoco es mi intención, si quiera, juzgar el dolor ajeno, al que respeto como propio cuando es dolor sincero y no intenta sacar ventajas. No tengo la estatura moral como para juzgar la conducta de ninguno de los que sufrieron esa guerra con carne propia.
Tampoco seré tan necio como para conjeturar las actitudes de ninguno de los que estuvieron en pleno invierno metidos en una trinchera con los pies congelados y bajo una lluvia de balas y bombas. Pero sí tengo el derecho, y las ganas, de señalar a quienes lucran mintiendo y degradando el honor de nuestros héroes.
CAÍNES Y ABELES
El jueves se estrenó "Iluminados por el fuego", una película sobre la guerra de Malvinas, basada en la novela del periodista y ex combatiente Edgardo Esteban, y que escribiera a medias, y varias veces, con su amigo Romero Berri.
La película es toda una oda de críticas veladas y reveladas, a todos los mandos militares involucrados en la guerra. Ahí está sin duda la mano de sus productores, el ex montonero Miguel Bonasso (quien adaptó el guión) y su señora esposa, Ana de Skalon, la mandamás de Canal 7... las provincias de Santa Cruz y San Luis aparecen también en los créditos. "Iluminados por el fuego" es un rosario de las miserias humanas de los chicos y los grandes de la guerra. Y no digo con esto que no crea que haya habido soldados que, ante la lluvia de balas, se hayan cagado y meado encima, como muestra la película. Ni que hayan matado ovejas para comer. O que algunos soldados hayan estado en zapatillas mientras secaban las botas al sol. O que los jefes hayan llegado al extremo de la violencia para imponer el orden en la tropa. No lo creo ni lo dejo de creer. Lo que digo, es que me rompe las pelotas que un ex combatiente se preste por plata o por vanidad o por intereses ideológicos, al juego de los marranos para hacer una película que degrada al ex combatiente de Malvinas, en lugar de resaltar lo heroico de cada soldado. Y que engaña pretendiendo hacer pasar como algo real, una novela (en la película se aclara con letras muy pequeñas que la historia es ficción).
Y conste que, a pesar de todo, respeto el miedo que paralizó a Edgardo Esteban aquella noche del 11 de junio. Y lo comprendo, pues mi madre vivió dos años en la Holanda de la post guerra, en el 55, y cuenta que mucha gente gritaba de miedo al oír un piano, pues creía oír en él, aún, las sirenas que anunciaban los bombardeos. La guerra trauma al hombre común. Lo entiendo.
Edgardo Esteban fue a Malvinas con el Regimiento 4 de Artillería Aerotransportada de Córdoba, y estuvo destinado en las cercanías de Puerto Argentino. Era el encargado de los logaritmos para hacer blanco con la artillería, manejaba las tablas de Howell. Comenzaron a recibir fuego inglés desde el 1º de mayo. Al principio fue sólo hostigamiento naval, el fuego pesado comenzó en junio. Edgardo Esteban estaba junto a sus compañeros Eduardo Vallejos y Roberto Pintos en la noche del 11 de junio, cuando comenzó el asalto definitivo de los ingleses a Puerto Argentino. Esa noche, Edgardo Esteban tuvo un ataque de pánico que lo dejó en posición fetal, balbuceando oraciones y ruegos a Dios y a su padre, muerto por la triple A. Un compañero contó en el programa radial "Malvinas, la verdadera historia", que tuvo que cachetearlo para que volviera en sí, pero de todos modos, el fuego enemigo era tan angustiante y tremendo, que Edgardo Esteban no pudo tomar su posición en la trinchera y tuvo que cubrirlo su amigo Eduardo Vallejos. A los pocos minutos, una bomba inglesa cayó a dos metros de la trinchera donde estaban Vallejos y Pintos. Recién al escuchar los gritos de su amigo pudo Esteban salir del shock. Su amigo, quien había tomado su posición, estaba muerto con un manojo de esquirlas en el pecho. Dos días más tarde, terminaba la guerra.
Isidro Vallejos, padre del soldado Eduardo Vallejos, nunca le perdonó a Edgardo Esteban la muerte de su hijo. Y la última vez que levantó su voz desde su Córdoba natal, fue cuando Edgardo Esteban salió en las revistas llorando frente a la tumba de su hijo en Puerto Argentino, declarando: "pagué una deuda, ahora estoy en paz". Isidro reaccionó furioso: "Esteban miente, me hace reír lo que dice... Eduardo tuvo que reemplazarlo esa noche en la trinchera porque él era asistente del subteniente y se salvó de hacer guardia... por eso mi hijo recibió las esquirlas y murió". ¡Ay, dolor!
Eduardo Vallejos alcanzó a escribir 4 cartas desde las islas: la primera el 29 de abril y la última el 4 de junio. Y en ellas cuenta que estaban bien vestidos y alimentados, aunque comían una vez al día. También decía que se bañaban con "agua caliente". Edgardo Esteban cuenta todo lo contrario. ¡El mismo pozo y dos historias encontradas!
Todo ocurrió, al decir de Borges, "en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel. La nieve y la corrupción los conocen. El hecho que refiero, pasó en un tiempo que no podemos entender".
"Iluminados por el fuego" es la historia novelada de la guerra que vivió Edgardo Esteban en Malvinas. Miguel Bonasso es en esta historia, el marrano que saló las heridas para que brote de ellas el odio y el rencor. Es que a los marranos les molestan los héroes, porque obligan. Ellos prefieren a los cobardes, porque adocenan.
Marranos y novelas aparte, mi admiración y respeto a todos los veteranos de Malvinas. A todos. Cada uno, ha sido un pequeño gran héroe.
Horacio Ricardo Palma hdpalma@ciudad.com.ar
NOTA DE PUERTA DE HIERRO: MALVINAS VOLVEREMOS !!!
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