(Clarin, 31 de julio del 2008).
En una sorpresiva jugada, la presidenta Cristina Fernández recibió anoche -durante 70 tensos minutos- al vicepresidente Julio Cobos, artífice de la derrota oficial del proyecto de retenciones móviles. El encuentro fue caracterizado por el Jefe de Gabinete Sergio Massa (quien junto al ministro del Interior Florencio Randazzo acompañó a Cristina) como "reservado, sobrio y serio". Aseguró también que la charla transcurrió "sin adjetivaciones ni a personas, ni a conductas" y que la reunión tuvo lugar "por respeto a las instituciones".
La Presidenta tenía previsto ir a las 18 de ayer a un acto a la ciudad de Adrogué, actividad que suspendió a último momento. Cristina recibió el martes a la noche la carta de Cobos pidiendo audiencia.
Con intención o no de amortiguar una mala noticia como siempre lo es un aumento de tarifas, lo cierto del caso es que el cara a cara de Cristina y Cobos después del voto en contra del vicepresidente el 17 de julio en el Senado, competirá con éxito y durante varios días con el incremento de la tarifa de luz De los dichos de Massa y de otros indicios que recogió Clarín se desprende que la reunión fue muy dura y tensa. Apenas ingresó al despacho, Cobos le dijo: "Gracias por recibirme". Crisgtina le contestó: "De ninguna manera Julio, vos sos mi vicepresidente".
Aunque no hubo "adjetivaciones" y se tutearon en la hora y 10 minutos que conversaron, Cristina con inocultable tono de queja, le dijo a Cobos: "Me hubiera gustado que me llamaras por teléfono o me vinieras a ver para anticiparme que ibas a votar en contra".
Ese fue uno de los peores momentos que pasó Cobos ayer en el despacho de Cristina, pero no se quedó callado y contestó reclamando un mayor espacio para los radicales K en el Gobierno, un modo elegante de justificar su voto en la fatídica noche de la derrota kirchnerista en el Senado.
El Jefe de Gabinete flanqueado por Randazzo fue el que hizo el resumen del cónclave en un breve monólogo de dos minutos en la sala de Conferencias de la Casa Rosada.
Massa explicó que Cobos "le acercó una carta a la Presidenta pidiendo una entrevista" y se excusó de dar detalles por el "carácter reservado" de la reunión, aunque la caracterizó como "sobria y seria". Otro dato que revela los difíciles momentos vividos en el encuentro lo puso de manifiesto el resbalón de Massa, un funcionario a quien le brotan con facilidad las palabras, pero que ayer, luego de caracterizar como sobria y seria a la tenida cometió un furcio terrible al afirmar que el "presidente y la vicepresidenta".
Pasaron 10 segundos interminables, hasta que un empalidecido Massa pidió perdón, corrigió los roles de Cristina y de Cobos y destacó que "hablaron de los temas que pasaron", en obvia alusión al debate en el Senado. Massa dijo también que el encuentro fue "profundo y sincero y que Cristina aceptó rápidamente el convite por respeto a las instituciones y a las respectivas investiduras que están en juego en esta pelea, la de Presidenta y Vicepresidente de la Nación. El Jefe de Gabinete finalizó señalando que "cada uno en su rol (Cristina y Cobos) van a seguir trabajando en favor de todos los argentinos".
Radicales K cercanos a Cobos, también fueron parcos a la hora de dar detalles sobre el encuentro. "Si el Gobierno no cuenta el guión, nosotros tampoco vamos a hacerlo", dijeron a este diario fuentes de ese sector. Pero las mismas fuentes reconocieron que Cobos se fue preocupado de la Casa Rosada por el futuro de la Concertación aunque el vicepresidente -siempre según la versión radical K- renovó su pedido ante Cristina para revitalizar la alianza de los radicales con el Gobierno.Aunque el interrogante sobre el futuro de la Concertación sigue en pie, Cristina le dio el pésame a Cobos por la muerte de su consuegro y le pidió al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli que aprontara el Tango 10 para que lleve al vicepresidente a Mendoza al sepelio. Hoy Cobos tenía previsto ir a un acto radical a Saladillo. ¿Irá?
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