(Clarin, 28 de marzo del 2007).
La ex presidenta María Estela Martínez de Perón fue convocada ayer a la Audiencia Nacional española, donde un juez le preguntó si deseaba ser extraditada a su país, a lo que contestó negativamente.
Isabel se trasladó desde su residencia en Villanueva de la Cañada para cumplir con una citación del juez Fernando Grande Marlaska. Este le informó sobre el pedido del juez federal de Mendoza, Héctor Acosta, en la causa por la desaparición del joven Héctor Fagetti y la detención del menor Jorge Berón, en 1976.
Desde la detención del subcomisario Rodolfo Almirón, uno de los principales dirigentes y ejecutores del grupo criminal Triple A, la situación legal de la ex presidenta se fue complicando. Fue detenida el 12 de enero en su residencia y el juez dictaminó su libertad condicional, por lo que debe hacer una presentación quincenal ante la Justicia española.
NOTA DE P. DE H: Totalmente lógica y ajustada a derecho la decisión de la ex presidente y su cuerpo letrado. Por lo demás conviene aclarar que Isabel no se niega a declarar ante los tribunales argentinos, sino (y resulta una obviedad) que no quiere hacerlo en calidad de detenida, máxime cuando no existe causa que lo amerite, a pesar de lo que digan los obsecuentes del poder y los gorilas de siempre.
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