jueves, marzo 29, 2007

Londres congela la relación con Irán por la crisis de los marinos

(Clarin, 29 de marzo del 2007).

TENSION EN EL GOLFO : EL REGIMEN ISLAMICO AFIRMA QUE LA LIBERACION DE LA UNICA MUJER DETENIDA ES INMINENTE

Londres congela la relación con Irán por la crisis de los marinos


Implica la ruptura de todo diálogo bilateral. Blair exigió redoblar la presión para que Teherán libere a los 15 militares capturados el viernes en el Golfo. La TV iraní los mostró ayer en buen estado de salud.


La crisis de los marinos británicos capturados por Irán la semana pasada se agravó ayer con la decisión de Londres de congelar todos los contactos bilaterales con Teherán hasta que sean liberados los 15 militares. El régimen islámico anunció que en las próximas horas liberará a la única mujer del grupo, Faye Turney de 26 años, quien apareció hablando en la TV iraní con la cabeza cubierta.

"Que a nadie le quepa la menor duda de la gravedad con la cual apreciamos esta situación", advirtió en tono severo la canciller británica Margaret Beckett ante la Cámara de los Comunes. Y agregó que, como había advertido el premier Tony Blair el martes, Gran Bretaña comenzó "una nueva fase de actividad diplomática" para lograr la libertad de los marinos capturados.

"Impondremos la congelación de cualquier otra relación oficial bilateral con Irán hasta que se resuelva esta situación", agregó.

"Esperamos que se nos permita acceso consular inmediato (a los detenidos) como paso previo a la liberación de todos los militares", señaló la Cancillería británica.

La TV estatal iraní difundió imágenes de los 15 soldados, en las que habló Turney, con un pañuelo negro en la cabeza. Sus declaraciones generaron más confusión, pues admitió que la embarcación había entrado a aguas iraníes, en contradicción con la versión oficial británica.

La canciller Beckett remarcó luego que la soldado pudo haber sido "presionada" para decir eso.

En las imágenes se vio a los detenidos comiendo, mientras Turney, casada y madre de una nena de tres años, era entrevistada. "Evidentemente, traspasamos las aguas" iraquíes hasta las iraníes en el Golfo, señaló. Y afirmó que sus captores "fueron amables, hospitalarios, muy considerados. Buena gente. Nos explicaron por qué nos habían arrestado."

Irán no informó cuándo ni dónde fueron tomadas las imágenes, cuya difusión fue calificada de "totalmente inaceptable" por el gobierno de Blair.

Según la cadena pública británica BBC, la TV iraní mostró también una carta supuestamente escrita por Turney a su familia, en la que afirmaba haberse dirigido al pueblo iraní para disculparse por haber entrado en sus aguas jurisdiccionales.

Las autoridades del país persa aseguran que los marinos ingresaron de manera ilegal a sus aguas, aunque Londres afirma que el grupo realizaba un patrullaje "de rutina" en un área iraquí, para evitar posibles actividades de contrabando.

Funcionarios de Defensa británicos mostraron ayer lo que llamaron "pruebas inequívocas" de que los buques británicos estaban a 1,7 millas náuticas dentro de aguas iraquíes, en el canal Shatt al Arab (en disputa con Irán). Allí los marinos fueron capturados "a punta de pistola" por un grupo naval iraní que responde a los Guardianes de la Revolución, la organización más cercana al presidente ultraislámico Mahmud Ahmadinejad.

Blair declaró que llegó el momento de aumentar las presiones a Irán pues, según afirmó, una serie de fotografías obtenidas vía satélite mostraban que la captura de los militares era "totalmente inaceptable, equivocada e ilegal".

Con todo, afirmó que su país mantendrá contactos con sus socios de la OTAN y la ONU para encontrar una salida "razonable".

Más tarde, la misión británica en la ONU propuso al Consejo de Seguridad un proyecto de declaración en respaldo a la exigencia de Londres de la liberación inmediata de sus marinos. El proyecto sería debatido hoy.

Irán, en tanto, reiteró que "tiene evidencias para demostrar que el personal británico fue detenido en aguas iraníes".

El canciller iraní, Manouchehr Mottaki, informó que la soldado Turney sería puesta en libertad "hoy (por ayer) o mañana (hoy)".

El vocero de la cancillería iraní, Mohamad Ali Hoseini, agregó que "en cuanto a los otros catorce, las investigaciones preliminares continúan. Cuando hayan terminado, habrá una visita consular" y se tomará una decisión.

La Cancillería británica también expresó su "preocupación" por la forma en que la mujer fue entrevistada. "Dada la naturaleza de su declaración, sobre todo la aparente concesión de que el personal fue 'detenido luego de entrar sin autorización en aguas iraníes', estamos gravemente preocupados por las circunstancias en las que pudo hacer esa declaración", dijo un portavoz. En tanto, el presidente estadounidense, George Bush, expresó su "pleno respaldo" a Blair en esta crisis.


Una peligrosa escalada con final impredecible.


La guerra de propaganda entre Gran Bretaña e Irán por la detención de 15 militares en aguas en disputa está escalando peligrosamente y puede finalizar en una operación militar británica, con final impredecible.

Furia y humillación se reparten por partes iguales en el gobierno británico mientras el fantasma de los rehenes norteamericanos en la Embajada en Teherán en 1979 se apodera de los familiares de los Royal Marines detenidos. El primer ministro Tony Blair no está dispuesto a retractarse de que la patrulla británica no fue detenida en aguas iraquíes sino iraníes. Una salida diplomática a esta altura de la confrontación sólo podrá ser conseguida con la ayuda de un tercer país, en plena crisis nuclear de los iraníes con Gran Bretaña y Estados Unidos, bajo la inquieta mirada del resto de la Unión Europea. Turquía podría ser el elegido por Irán .

A la imagen británica de difundir en la televisión un GPS del helicóptero que apoyaba a la patrulla de Royal Marines cuando fueron detenidos por los guardias iraníes, que mostraba que estaba en aguas iraquíes, los iraníes respondieron con un reportaje televisivo con la "leading seaman" británica Faye Turney, admitiendo que su patrulla estaba en aguas de Irán y que estaba siendo bien tratada. La rubia Faye, en negro chador iraní y fumando, se convertía en el instrumento de la guerra psicológica en la contienda. También la difusión del cumpleaños inminente de su hija Molly, a quien la madre prometía estar presente en la carta pública, y la angustia de su marido, Adam, también militar británico, que miraba la escena por televisión en Gran Bretaña en absoluto silencio.

Mientras los iraníes difundían una carta de Faye (26) a su familia diciendo que ella regresaría pronto "con un regalo del pueblo iraní", el canciller de Irán Manouchehb Mottaki informaba que "la señora será liberada muy rápidamente". Un gesto bien visto en la opinión pública árabe a la que quería dirigirse. "Coerción" fue la acusación de la canciller británica Margaret Becket.

Fuentes del gobierno británico admiten que "se acaba el tiempo de la diplomacia" si no son liberados "inmediatamente" los Royal Marines. De hecho, la canciller británica Margaret Becket decidió hablar con el canciller iraní para exigir la liberación y después resolvió suspender las relaciones bilaterales hasta que esta disputa sea resuelta.

Mientras los militares descifran las palabras y la carta a la familia de Faye, que ha sido entrenada en la Marina para soportar interrogatorios y torturas físicas y psicológicas, responsables en el gobierno admiten que hay dos "grupos de planificadores que están analizando soluciones al problema".

Uno de los grupos de planificadores no es otro que el SAS, las fuerzas especiales británicas, que desde hace tres días se entrenan en sus cuarteles de Heresfordshire para lanzar una riesgosa operación de rescate de los Royal Marines detenidos en un desconocido lugar en Irán. "No tenga dudas de que lo van a intentar", aseguró un militar británico que peleó varias guerras con ellos.

La otra posibilidad es una operación militar que podría iniciarse con un masivo bombardeo a Irán. Estados Unidos apoyaría esta posibilidad pero la administración Bush prefiere que las noticias se conozcan en este caso vía el gobierno británico, sin dejar de expresar su "inmensa preocupación" públicamente. "En una semana Gran Bretaña puede estar en guerra si no hay una solución racional y los submarinos podrían tener un gran rol", advirtió un ex comandante militar británico a Clarín.



NOTA DE P. DE H: Toda la escalada del conflicto iraní no hace mas que confirmar lo que siempre sostuvimos desde P de Hierro: la existencia de un eje anglo-sionista-norteamericano, de pretenciones hegemónicas de dominación mundial. A su vez, habíamos interpretado que de llevarse a cabo un ataque contra Irán, no sería por la vía israelí el detonante de la agresión, ya que el riesgo de encolumnar a los países árabes en una "guerra santa" era alto, y porque después del fracaso de las FFAA israelíes en el Líbano, donde fueron batidas por las milicias de Hezbollah, había desatado una crisis institucional dentro del gobierno judío. Similiar es la situación que le toca a EEUU, empantanado en Irak, con el parlamento presionando a Bush para que se retiren las tropas, y habiéndose demostrado lo falso de la argumentación norteamericana (las nunca vistas armas de destrucción masiva). Pues entonces, el camino para intervenir en Irán es sin duda, por el canal de la Pérfida Albión. Y es en este punto donde se encuentra detenida la escalada. sólo resta esperar.

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