miércoles, diciembre 06, 2006

Chávez anunció que cambiará al embajador por quejas de Kirchner

(Clarin, 6 de diciembre del 2006).

Lo confirmó ayer en una rueda de prensa en Caracas. Dijo que el diplomático "generó algún malestar" en la Casa Rosada. El problema fue porque Roger Capella pidió a D'Elía que apoye a Irán en el caso AMIA.


El presidente venezolano, Hugo Chávez, confirmó oficialmente ayer que buscará un reemplazante para su embajador en Buenos Aires, Roger Capella, tras admitir que la actuación del diplomático generó "malestar" en el gobierno de Néstor Kirchner. Y fue más allá: confirmó, además, que el Presidente lo había llamado "preocupado" por los movimientos de Capella en el país.

El diplomático venezolano ya no está en la Argentina desde hace más de dos semanas, luego de que fuera llamado a consultas en Caracas, tal como reveló Clarín en esos días.

"El embajador Capella no regresa a Buenos Aires", blanqueó Chávez una situación que se daba como un hecho en los principales despachos de la Casa Rosada, pero en resguardo de las formas diplomáticas esperaban que el anuncio lo hiciera Venezuela.

Chávez habló en su primera conferencia de prensa luego de recibir la constancia de su reelección obtenida el domingo para el período 2007-2013.

Allí anunció que mañana llegará a la Argentina en el marco de una gira que incluirá también a Brasil, Bolivia y quizás Uruguay. Con tono mesurado pese a su aplastante victoria, dijo que "estaremos con Kirchner celebrando, seguramente una buena copa de vino que allá degustaremos".

Hasta ayer no se conocía la agenda de la visita, aunque el ex funcionario Luis D'Elía —cada vez más peleado con el Gobierno— se atribuyó su llegada: "Que venga Chávez es un rotundo triunfo mío", aseguró.

En cuanto a Capella, Chávez admitió ayer que "hubo algunas cosas que generaron algún malestar en el Gobierno argentino y en algunos sectores aliados al gobierno argentino y le dio armas a la oposición, a los medios de comunicación de extrema derecha para decir que Chávez andaba por los barrios haciendo política". Luego, aclaró que está "muy lejos" de intervenir en los asuntos internos de la Argentina .

Así, aludió al momento en que se conoció el acuerdo del ex embajador con el ex secretario de Hábitat Luis D'Elía para que éste concurriera el lunes 13 de noviembre a la Embajada de Irán —país aliado de Chávez— a brindar su apoyo. Fue luego de que la Justicia pidiera la captura internacional de altos ex funcionarios iraníes por su presunta responsabilidad en el atentado contra la AMIA.

Chávez agregó que "pronto" dará a conocer el nombre del nuevo embajador. Todo indica que optará por una persona más afín al kirchnerismo que Capella, un cuadro político de extracción comunista que en su año y medio tejió fuertes vínculos con grupos políticos y sociales de izquierda, tanto alineados como opositores a Kirchner.

Las fuentes consultadas coinciden en que si bien Kirchner no hizo reclamos explícitos a Chávez, le pidió "reciprocidad" y le recordó que él había designado en Caracas a una embajadora "amiga", la azafata Alicia Castro, chavista de la primera hora.

Para el Gobierno, el episodio no afecta la relación con Chávez, basada en simpatías mutuas, pero sobre todo en la posibilidad de hacer muy buenos negocios.

Quienes siguieron de cerca la saga diplomática contaron que la salida de Capella se cerró hace más de quince días en un diálogo entre el canciller Jorge Taiana y su par venezolano, Nicolás Maduro. Taiana llamó luego a un despacho próximo al de Kirchner y avisó: "Capella no vuelve más".

Desde Caracas, el diplomático sostenía que sólo había retornado para las elecciones en su país. Pero su suerte se definió el fin de semana anterior a los comicios, tras esos llamados y luego de que Chávez analizara recortes de diarios argentinos sobre el caso.

Para Kirchner, la gota que rebalsó el vaso fue el armado de Capella para que viajaran a Venezuela "brigadistas" del comunista Movimiento Territorial de Liberación (MTL). Capella nunca fue un diplomático de salón sino "un militante de la Revolución Bolivariana —dicen— que alentaba las salidas por izquierda en la región". En esta línea hubo viajes a Venezuela de líderes de fábricas recuperadas y piqueteros opositores a Kirchner. Y organizó la "Misión Milagro" que llevó a gente de bajos recursos a Venezuela a operarse de enfermedades oftalmológicas, una movida de la que participaron grupos duros como Quebracho.

No hay comentarios.: