(Clarin, martes 6 de febrero del 2007).
Envió ayer el presupuesto al Congreso, el más alto de la historia. Pidió US$ 285 mil millones para Irak y Afganistán hasta 2009. Quiere, además, eliminar el déficit para 2012 reduciendo ayuda para los pobres.
Ya se está convirtiendo en una costumbre desde que los demócratas tomaron el control del Congreso, hace un mes. Con regularidad semanal, la Casa Blanca menciona su voluntad de trabajar de manera "bipartidaria" y acordar políticas con la oposición. Pero cada vez que toma una decisión, George Bush parece hacer todo lo posible para quemar todos los puentes y quedar más aislado. Ayer, volvió a sorprender a los demócratas cuando envió el proyecto de presupuesto federal más alto de la historia (2,9 billones de dólares), cimentado en un aumento del gasto militar y una reducción de los programas sociales para pobres y jubilados.
La cifra marea. Si se recuerda el punto más alto al que llegó la deuda externa argentina (unos 170 mil millones de dólares), hay que multiplicarlo por 17. ¿Le gustó el estadio de la final del Mundial de Alemania? Se podrían construir unos 11.500 iguales.
Con todo, no es el presupuesto 2008, con su 4,9% de aumento, lo que alarmó más a la oposición, sino las prioridades que describe.
Un quinto del total es para continuar la "guerra contra el terror" y financiar la expansión de funciones del Pentágono. Como anticipó Clarín, el presidente solicitó 93.400 millones adicionales para el combate en Irak, con los que 2007 se convertirá en el año de mayor gasto militar en la historia de Estados Unidos. Para 2008, pidió 141.700 millones y otros 50 mil millones para 2009. Para entonces, el total de la campaña en Afganistán e Irak habrá ascendido a unos 800 mil millones, superando a Vietnam y cualquier otra guerra que haya combatido EE.UU.
"Estamos en guerra y nuestra primera prioridad es asegurarnos de que nuestras tropas tengan los recursos necesarios", dijo el presidente.
Bush también decidió hacer permanentes los recortes impositivos temporarios que otorgó durante su primer mandato y que beneficiaron a los sectores más ricos de la población. Así, el Estado se perderá de ingresar US$ 1,6 billones durante la próxima década.
Con todo, el presidente asegura que los US$ 244 mil millones de déficit presupuestario previstos para 2007, se transformaran en superávit para 2012, tres años después de que él deje la Casa Blanca. ¿Cómo piensa lograrlo? Propuso al Congreso la reducción en el gasto de 141 programas sociales y de protección del medio ambiente, por un total de 12 mil millones de dólares. Y recortes en el próximo lustro en los programas Medicaid y Medicare (seguros de salud para pobres y jubilados) por hasta US$ 95 mil millones.
Al presentar su proyecto, Bush aseguró que la propuesta "demuestra que podemos balancear el presupuesto en cinco años sin subir los impuestos". "Es una propuesta realista y alcanzable que tiene buenas reformas", insistió.
Pero enseguida se alzaron las voces de protesta desde distintos sectores a lo largo del país. "Este presupuesto es una noticia devastadora para los niños, ancianos y discapacitados que dependen de los programas sociales", aseguró Rich Umbdenstock, presidente de la Asociación Norteamericana de Hospitales. "Se les pide injustamente que soporten la carga para alcanzar un balance presupuestario".
Desde la bancada demócrata en el Congreso, el rechazo fue categórico. "Este presupuesto es más de las misma irresponsabilidad fiscal y prioridades equivocadas", dijo la líder de la Cámara baja, Nancy Pelosi, que advirtió nuevamente que su partido "no le dará al presidente un cheque en blanco para (la guerra en) Irak". El diputado por California Pete Stark aseguró que la propuesta de Bush era "una declaración de guerra contra los pobres y los demócratas".
El sábado pasado, Bush y los líderes demócratas compartieron una larga reunión y, entre sonrisas, prometieron avanzar juntos. Ayer, apenas 48 horas después, en la Casa Blanca y el Capitolio volvieron a sonar las trompetas de combate.
NOTA DE P. DE H: En el decadente imperio del norte siguen tronando las trompetas de guerra. El presupuesto para gastos militares no hacen mas que confirmar que la prioridad para el eje anglo-sionista-norteamericano sigue siendo la guerra de expansion y exterminio de todos aquellos que resistan su politica hegemonica de dominio mundial. La pregunta es ¿hasta cuando soportarán sus pueblos el sacrificio de la sangre en guerras injustas e imperialistas?
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