miércoles, abril 11, 2007

Irán sube la apuesta: ampliará aún más su capacidad nuclear

(Clarín, 11 de abril del 2007).

El gobierno había dicho el lunes que ya podía producir uranio a "escala industrial". Y habló de 3.000 centrifugadoras. Pero ahora un funcionario dijo que instalarán 50 mil. Más críticas de EE.UU. y Europa.
Pese a las críticas internacionales, el jefe del ente iraní de energía nuclear, Gholam-Resa Aghasadeh, dijo ayer que su gobierno prevé instalar no sólo 3.000, sino 50.000 centrifugadoras de gas para el enriquecimiento de uranio en la planta nuclear de Natanz.

El presidente del país, Mahmud Ahmadinejad, aseguró el lunes que Irán ya podía producir uranio enriquecido a escala industrial. Se especuló con 3.000 centrifugadoras. Pero ayer Aghasadeh agregó, a la agencia de noticias estatal IRNA, que la instalación de las centrifugadoras iba a hacerse de continuo hasta que estuvieran funcionando 50.000.

EE.UU. y la Unión Europea, que lideran en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la decisión tomada de sancionar al país persa por su plan atómico (que sospechan no tiene fines pacíficos, como argumenta Teherán), ayer se manifestaron alarmados. El Consejo decidió el mes pasado una resolución que prevé el embargo de armas, la limitación de visas para viajar a Irán y el congelamiento de fondos iraníes en el exterior.

La presidencia de turno alemana de la UE condenó el anuncio, que a su juicio es "un paso en directa contradicción con las reiteradas solicitudes" de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), de la ONU, y "con la apremiante" última resolución del Consejo.

"La Presidencia de la UE exige urgentemente a Irán que obedezca a las exigencias de la comunidad internacional y cumpla las condiciones para retomar las negociaciones y lograr una solución al conflicto respecto al programa nuclear iraní", dijo la nota que desde Berlín se envió a Teherán.

Y en Washington, fuentes oficiales afirmaron que la adminstración de George W. Bush "está muy preocupada" y llamó a someter a Irán a "una presión creciente", pues cree que la capacidad iraní puede llegar a producir por año 20 bombas atómicas. Ello, pese a que los expertos consideran que son necesarias 60.000 centrifugadoras para que Irán tenga su propio ciclo de combustible.

Otra potencia del Consejo, Rusia, relativizó el anuncio de Teherán. Según Moscú, "no hay constancia de un desarrollo tecnológico" en Irán como el anunciado. "Estamos tratando de acla rar la situación", señaló el canciller Serguei Lavrov a la agencia Interfax. "Queremos basarnos en hechos, no en emociones políticas", añadió. Pero ayer el funcionario iraní Aghasadeh afirmó: "Cuando decimos que comenzamos con el enriquecimiento a escala industrial, queremos decir que no hay vuelta atrás".

En tanto, Inspectores de la AIEA arribaron nuevamente al país asiático para supervisar las instalaciones nucleares anunciadas, informó por su parte la agencia de la ONU desde su sede en Viena. Los resultados de su investigación serán probablemente publicados en el próximo informe del jefe del organismo, Mohamed el Baradei, que será presentado el 11 de junio.

El presidente del Consejo Nacional de Seguridad iraní, Ali Lariyani, confirmó que el país dispone de 3.000 centrifugadoras de gas instaladas para enriquecer uranio. En cambio, la AIEA insistió en que, según sus cuentas, Irán sólo tiene 1.000 centrifugadoras. Y no está claro si éstas producen uranio 235 para hacer funcionar centrales atómicas.

También se pronunció ayer el canciller iraní, Manuchehr Mottaki. Aseguró en Teherán que no negociará sobre su programa nuclear si Occidente no retira como condición la suspensión del proceso de enriquecimiento de uranio.

Para Irán el planteamiento de condiciones previas como la suspensión del enriquecimiento de uranio es inaceptable y su país está dispuesto a mantener negociaciones, pero "la otra parte debería presentar algo nuevo", indicó.

La tensión por el tema provocó ayer una leve suba del precio del petróleo, cuyas segundas reservas mundiales están en Irán.

Callejón
Marcelo Cantelmi
mcantelmi@clarin.com








La cuestión tiene ya todas las formas de un callejón. Ali Lariyani, el secretario del Consejo de Seguridad iraní y quien resolvió la crisis de los marinos británicos, advirtió a líderes europeos y de la agencia atómica de la ONU que el cese del plan atómico de su país no debe ser ni condición ni resultado de las negociaciones. El programa no es la bomba, sostienen los jerarcas iraníes, pero dadas las circunstancias son más que menos quienes creen que será una derivación inevitable de acá a varios años. Lo concreto por ahora es que Irán, pese a que nada en petróleo, tiene quebrada su estructura energética y ésta es una opción a mano para resolver una crisis que puede escalar a la protesta social. No es sólo orgullo, como se ve, lo que se batalla en este espinoso asunto.


NOTA DE P. DE H: A ver si estos "compadritos del mundo" que hacen de "policía planetaria" se dejan de intervenir en los asuntos soberanos de naciones independientes, y de amenazar con sanciones a aquellos que, como Irán trabajan sobre el uranio y la enegía atómica. De hecho, el falaz argumento del peligro "a la paz mundial" que acarrea el proyecto iraní, debería ser comparado con la masacre producida por EEUU en Hiroshima y Nagasaki, único caso en la historia de la humanidad donde un país empleo contra otro, bombas atómicas, o como ahora se las llama, armas de destrucción masiva.Por lo tanto cabe preguntarse: ¿Qué autoridad moral tienen estos señores para juzgar a Irán o a quien fuere, cuando fueron ellos los primeros en emplear este tipo de armamento en contra de otro país, produciendo un genocidio canallamente silenciado por la presa regiminosa a lo largo de los años?

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