(Clarín, viernes 27 de abril).
SE FIRMO EN 1990 ENTRE LA OTAN Y EL ENTONCES PACTO DE VARSOVIA
Rusia suspendió su histórico tratado de armamento y tropas con Europa
Lo anunció Putin. Es una respuesta a la instalación de misiles en el Este europeo.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio ayer su último discurso sobre el "estado de la Nación" ante el Parlamento —dejará el poder en menos de un año— y lanzó una bomba que rápidamente repercutió en toda Europa y cruzó el Atlántico hacia el viejo enemigo de la Guerra Fría, Estados Unidos. Putin dijo que Rusia suspende su adhesión al Tratado de Armas Convencionales europeo (CFE, su sigla en inglés), que limita el desplazamiento de tropas. Para Putin, hay "injerencia" de Occidente sobre su país, y amenazó con abandonar para siempre el CFE si la alianza militar atlántica, la OTAN, no reduce las fuerzas en Europa.
En la Unión Europea y EE.UU. hubo reacciones negativas y señalaron que el emplazamiento de un sistema antimisiles en el Este europeo no representa una amenaza a la seguridad rusa. Pero Putin dijo que se imponía una "moratoria" (suspensión) de la adhesión rusa al CFE "hasta que todos los países de la OTAN, sin excepción alguna, lo ratifiquen y cumplan como hizo Rusia". Además pidió a la OTAN reducir su arsenal en Europa.
Ante legisladores que aplaudían, Putin preguntó: "¿Pueden imaginarse que EE.UU. acepte que le limiten el desplazamiento de tropas en su territorio?" Tras recordar que Rusia cumplió con el CFE "incluso sus limitaciones en el flanco sur pese a la guerra de Chechenia", dijo que la OTAN no lo ratificó. Mencionó en particular las exigencias de retirada de las tropas rusas de Moldavia y Georgia que Rusia "trata de cumplir".
El CFE fue firmado en 1990 entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, su equivalente liderado por la ex Unión Soviética. En 1999, ya sin la URSS, el Tratado fue modificado, pero los países de la OTAN no lo ratificaron.
Para algunos, el discurso de Putin fue "populista" y un pretendido legado de su mandato, en el cual Rusia se recuperó del desastre socioeconómico que siguió a la caída de la vieja URSS.
Ayer, la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, rechazó los temores de Rusia por la intención estadounidense de instalar un sistema antimisiles en Polonia y República Checa (supuestamente para neutralizar posibles ataques con misiles de Irán o Corea del Norte). Y afirmó que los cohetes interceptores no representan peligro alguno para el arsenal nuclear de Moscú. "La idea de que los 10 interceptores y unos cuantos radares en Europa oriental amenazarán la disuasión estratégica soviética es simplemente absurda", dijo Rice antes de conversar con el canciller ruso en el marco de una reunión de la OTAN, en Oslo.
"Los rusos tienen miles de ojivas nucleares", agregó.
Vladimir Putin cargó su discurso sobre el estado de la nación de grandes palabras para abrillantar su propio legado político, justo después de la muerte de su predecesor Boris Yeltsin, concordaron los analistas.
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