(Clarin, 26 de octubre del 2006).
Contra toda la oposición, que coincidió en general que lo que se procura es favorecer a las empresas constructoras, la Cámara de Diputados transformó ayer en ley un proyecto que crea incentivos para la construcción de viviendas únicas y familiares.La intención declarada de este proyecto del PEN es posibilitar que los locatarios se transformen en propietarios. Radicales, macristas, aristas, juecistas cordobeses y peronistas no kirchneristas lo desestimaron de plano. Algunos hablaron de meras ilusiones.Según la ley, nace un nuevo sujeto de crédito a partir del momento en que demuestre su capacidad de pago. Alcanza con que acredite que ha abonado puntualmente los alquileres de la vivienda, durante ocho meses consecutivos.A partir de allí, el inquilino podrá obtener un crédito hipotecario. Su monto total será similar al valor de la propiedad que ocupa, y las cuotas, a las que paga como locador. De no cumplir esas condiciones, el inquilino tendrá la opción de celebrar un contrato de alquiler con opción a compra (leasing).El incentivo para las empresas es la acreditación o devolución del IVA facturado en las compras de insumos, prestaciones o locaciones de servicios afectados a la construcción.Están comprendidas en la norma las viviendas en construcción que no superen los 120 metros cuadrados.Para los defensores de la ley, como la diputada Marta Bianchi, presidenta de la comisión de Vivienda, se trata de una herra mienta idónea que ya mismo ha generado una corriente de miles de consultas en el Banco Nación.Bianchi parangonó la decisión con políticas en tiempos de los primeros gobiernos de Juan Domingo Perón.Hablaron también en apoyo los ex duhaldistas Rosa Tulio (en realidad leyó) y Aníbal Stella (ambos del bloque Peronismo Federal) y el ex adolfista puntano Héctor Torini, además de Agustín Rossi, presidente de la bancada oficialista.No fue la visión que compartió el peronista lavagnista Jorge Sarghini (bloque Justicialista Nacional) —el orador más categórico entre los críticos—, para quien la ley no es otra cosa que un beneficio para aquellas empresas del sector evasoras del pago de ganancias. "Es un subsidio mal otorgado a empresas que bordean el cumplimiento de la ley", dijo Sarghini, ex ministro de Economía bonaerense y ex presidente del Banco Provincia.Hasta el liberal Federico Pinedo, exponente de la bancada del Pro, lamentó que el gobierno haya optado por "subsidiar a empresas prósperas en lugar de hacerlo en favor de la demanda". Propuso la intervención directa del Estado a través de bonos.No más de 55 días fue el paso de este proyecto por el Congreso desde que lo remitió la Casa Rosada.
NOTA DE P. DE H: Se trata de una buena idea de imposible cumplimiento. ¿Demagogia?, es posible. ¿Torpeza política al anunciar algo que al momento es casi imposible de instrumentar?, casi con seguridad.
Lo cierto es que con los precios de las propiedades dolarizados, y los salarios en pesos y bajos, es imposible acceder a una vivienda propia.
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