LA CRISIS DEL HOSPITAL FRANCES : SIGUEN EVACUANDO PACIENTES DEL CENTRO DE SALUD PORTEÑO
Mientras intenta destrabar el conflicto, el oficialismo anticipó que le dará más protagonismo al director médico que a Salvatierra, salpicado por los graves incidentes del martes. Analizan crear un fideicomiso.
Ayer hubo, al menos, dos reuniones para procurar encontrar una solución al conflicto que se vive en el Hospital Francés: el Gobierno nacional reiteró que "no estatizará" el hospital, evalúa la conformación de un fideicomiso para administrarlo, y, sin pedirle la renuncia, correrá de la escena al interventor José Luis Salvatierra, centro de las críticas en estos días, después de que convocara a militantes del PJ porteño para que desalojaran del hospital a gremialistas y trabajadores. Hasta anoche, el conflicto estaba absolutamente trabado.Los incidentes desataron un conflicto político inesperado para el Gobierno nacional, pero sobre todo para peronismo porteño, cuyo titular es Alberto Fernández, jefe del Gabinete presidencial. Salvatierra fue nombrado a instancias de Héctor Capaccioli, actual titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, quien es hombre de absoluta confianza de Fernández. Y las cámaras de televisión, el martes pasado, registraron cómo un grupo de choque convocado por Salvatierra, tras echar del Hospital a los gremialistas coreaba con orgullo pertenecer "a la JP".Una de las reuniones, por la tarde, se realizó en las oficinas de Capaccioli. Participaron, además del anfitrión, algunos delegados gremiales y tres legisladores porteños kirchneristas (Diego Kravetz, y Silvia La Ruffa y Beatriz Baltroc). Fue entonces que corrió la versión sobre la renuncia de Salvatierra. "Desde el Gobierno no se le pidió la renuncia", afirmaron a Clarín, fuentes del peronismo porteño. También dijeron que el doctor Walter González, actual director médico, "tendrá más protagonismo".Horas antes, declaraciones del interventor judicial agregaron confusión: Salvatierra admitió que cumplía funciones "ad honórem" en el Francés, y que cobraba un salario, desde setiembre, "como auditor" en Canal 7.Capaccioli negó a Clarín la re nuncia de Salvatierra. Pero dijo: "Acá es imprescindible que se normalice el funcionamiento del hospital. Esto es, que esté a cargo del director médico y no de la comisión interna gremial. Mientras, el Gobierno nacional pondrá la mejor voluntad para llegar a una solución definitiva". Capaccioli recordó que el Hospital Francés se encuentra en medio de un concurso de acreedores por una deuda de 220 millones de pesos. "Está sobredimensionado de personal, con un costo fijo que lo vuelve inviable", remarcó.Mientras se realizaba la reunión en la Superintendencia, en el hospital seguían ingresando ambulancias para retirar a pacientes. Anoche aún quedaban 40.La otra reunión fue convocada por Alberto Fernández y participaron delegados gremiales. Aquí, trascendió, se habría enunciado la posibilidad de "crear un fideicomiso" con aportes del Grupo BAPRO, uno de los principales acreedores del hospital.Ayer, el juez de instrucción Javier Anzoátegui ordenó la citación a declaración indagatoria de 35 personas, imputadas por los delitos de "daño agravado y lesiones". Entre los citados estarían el militante y congresal metropolitano del PJ, Sergio Muhamed, y el jefe de la comisión gremial interna, David Garutti.También en declaraciones radiales, mientras Salvatierra negó conocer a Muhamad, el gremialista David Garutti, dijo que aquel tenía "instalada una oficina enfrente de donde estaba la intervención".
NOTA DE P. DE H: La crisis del Hospital Francés pone de manifiesto al menos dos datos interesantes de la política del gobierno del presidente Kirchner. En primer lugar, estos socialdemócratas, que se rasgan las vestiduras hablando de derechos humanos y de lo pernicioso del neocapitalismo, vulneran uno de los derechos humanos más esenciales como lo es el acceso a la salud. Y tan críticos que son del sistema, que parecen no saber que hay funciones que son del estado y son indelegables, y es oblicación del mismo garantizar: la salud, educación, seguridad. Ninguna de éstas áreas, a pesar de lo "bonito" del discurso, tiene la atención que merece.
La segunda cuestión tiene que ver con la pretendida "nueva política" del gobierno. Nos preguntamos: ¿es nueva política dejar caer un hospital al estado en que se encuentra el francés? ¿Es nueva política permitir que los trabajadores permanezcan 4 meses sin cobrar sueldos, que se vacíen las arcas del hospital, etc? ¿Es nueva política utilizar barras bravas para reprimir conflictos gremiales? Todo lo dicho marca lo falaz de este progresismo político, enmascarado en la cáscara del glorioso peronismo, para poder llegar al poder. No se trata de nada novedoso. Es la misma estrategia de "entrismo" que usaron en los '70.
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