martes, octubre 24, 2006

San Vicente: hay dos detenidos más y niegan la excarcelación

(Clarín, 24 de octubre del 2006).

Uno de ellos estuvo cuatro años preso. El juez les rechazó la eximición de prisión. Están vinculados a la UOCRA-La PLata. El único camionero detenido es el chofer de Moyano, que ayer volvió a declarar.

Con la detención, ayer, de Cristian "Monstruo" Desimone y de Martín "el Pollo" Ramojira, solamente quedan dos prófugos por los enfrentamientos en la quinta 17 de Octubre de San Vicente, aunque el juez César Melazo adelantó que habrá más pedidos de capturas —entre ellas, la de un camionero (ver Identifican...) y volvió a rechazar las excarcelaciones de los detenidos por los delitos de "lesiones en riña e incitación a la violencia colectiva".
Según la fiscal Leyla Aguilar, no existen evidencias que conecten a las personas apresadas con un plan organizado "en forma premeditada" para provocar disturbios. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, denunció ayer que fue un "complot" contra el Gobierno e insistió en que los responsables de la guerra campal buscaban provocar "un mal momento" al presidente Néstor Kirchner (ver La teoría del complot...).
Llamativa resultó también la presentación como "particular damnificado" de Géronimo Venegas, en representación de las 62 Organizaciones Peronistas y en carácter de "principal organizador" del traslado de Juan Perón al mausoleo de San Vicente. Esa organización sindical y la CGT tuvieron la responsabilidad del control interno de la quinta 17 de Octubre durante la pelea. En línea con el Gobierno, Venegas denunció que el ataque fue "planificado en forma solapada".
Hasta ahora, ni el poder político y mucho menos la Justicia, porque no tiene elementos probatorios, identifica a los presuntos instigadores de estos grupos violentos. Todos los detenidos viven en Ensenada y La Plata e integran sectores de las barras bravas de Estudiantes y Defensores de Cambaceres. Fueron convocados —según la Justicia— por Juan Pablo "Pata" Medina, secretario general de la UOCRA platense y secretario gremial de la CGT local. Estuvieron en la primera línea del palco levantado en San Vicente y mantuvieron enfrentamientos por los lugares de privilegio con el sindicato de Camioneros. Medina todavía no está en la mira de la fiscalía. Tampoco Hugo Moyano.
El titular del gremio de los Camioneros no fue convocado judicialmente por el ataque de Emilio Quiroz —chofer de su hijo, Pablo—, preso por disparar con su Bersa 9 milímetros contra otra facción gremial. "Parece que es demasiado irnos tan lejos, estamos tratando de acreditar las personas que cometieron delitos", explicó la fiscal Leyla Aguilar.
Quiroz amplió la indagatoria en relación a la portación ilegal de un arma de guerra y continuó alojado en la comisaría 1ª de La Plata. Ya estaba acusado por "tentativa de homicidio agravado por dolo, daño calificado e intimidación pública".
En otras seccionales están Damián González (24), Alejandro Aguilera (27), Sergio Verón (34), Flavio Campero (31), Maximiliano Cristian Díaz (29), Osvaldo Tapia, Daniel Segovia y un menor de edad. Néstor Aníbal Correa (40), el condenado por robo calificado que tenía salidas transitorias y que estuvo hace una semana en San Vicente, permanece en la cárcel de Gorina.
Ayer a la mañana, la Dirección de Investigaciones (DDI) de La Plata detuvo a Desimone en su casa de la calle 116, en Punta Lara, localidad cercana a la capital bonaerense. Por la tarde se produjo la captura de Ramojira, cerca de la refinería Repsol-YPF de Ensenada. Se trata de un hombre con antecedentes penales por robo: estuvo detenido entre 2001 y 2005 en varios penales.
Según el jefe de Gabinete bonaerense, Mario Oporto, "son matones contratados". Es una presunción con andamiaje judicial. La fiscalía investiga la existencia de contraprestación por el traslado a San Vicente. No obs tante, Oporto —como el ministro Fernández— se cuidó en arriesgar quién pagó y para qué. "Uno hasta temía que, en medio de la gresca, podría sufrir algún daño el propio féretro o cadáver", dijo el colaborador de Felipe Solá.

La teoría del complot contra el Gobierno va perdiendo peso.

La fiscal que investiga los violentos incidentes de la quinta 17 de Octubre parece enterrar la llamada "teoría del complot" que sostiene el Gobierno nacional. "No tenemos acreditado que hayan actuado en forma premeditada y organizada", afirmó Leyla Aguilar, la fiscal a cargo de la causa judicial sobre el escandaloso episodio ocurrido hace una semana, durante el traslado de los restos del general Perón al mausoleo de San Vicente.Al día siguiente del hecho, el presidente Néstor Kirchner cargó la responsabilidad a grupos que quieren "impedir los avances" del Gobierno nacional. La fiscal, tras tomar testimonios a varios detenidos (hasta ayer había once), cree, en cambio, que "no hay pruebas suficientes" para afirmar que la pelea se organizó para perjudicar a Kirchner.La dirección tomada por la fiscal difiere de la del ministro del Interior, Aníbal Fernández, que ayer insistió con la teoría de una batalla armada. "Estoy convencido de que hubo un complot. Sé que lo hubo y sé cuál era la vocación: generarle un mal momento al presidente o mostrar una situación de violencia que no tiene que ver con las acciones que el propio presidente propicia", precisó Fernández.Los medios de prensa registraron imágenes que estudia la Justicia. Entre ellas, acaso la más célebre, está la hecha por Héctor Pérez, un camarógrafo de TN, en la que aparece disparando su pistola Osvaldo Quiróz, un militante camionero, vinculado a Pablo Moyano, hijo del titular de la CGT, Hugo Moyano."Me parece que es demasiado irnos tan lejos; estamos tratando de acreditar las personas que cometieron delitos, aquellos que tienen conductas ilícitas tipificadas en el Código Penal", dijo Aguilar a la prensa, cuando se le consultó si investigaba a los Moyano o a otros sindicalistas.El ministro Fernández, según lo cita la agencia estatal Télam, atribuyó la violencia a sectores "políticos o económicos desplazados" y hasta dijo que esos grupos, "se jactaban en ámbitos privados de que iban a provocar esta situación y la provocaron".La teoría conspirativa, abonada también por Gerónimo Venegas, jefe de las 62 Organizaciones y uno de los responsables de la seguridad en el acto, se apoyó además en las dificultades de comunicación que presentaron varios teléfonos móviles durante ese día, en San Vicente. Pero según las empresas telefónicas, los problemas se debieron a que al tratarse de una zona semi-urbana, equipada con menos antenas, hubo "una congestión"."No se los he preguntado pero aparentemente no se conocen entre sí", dijo a su vez la fiscal, descartando por ahora cualquier teoría conspirativa.Según Aguilar, "no ha habido un sólo incidente. Aparentemente hubo 2 o 3 episodios de violencia". La investigación, por ahora, se orienta más hacia un enfrentamiento "espontáneo" o "casual" entre grupos sindicales diferentes.

VIOLENCIA EN SAN VICENTE : LA OFENSIVA DE LUIS BARRIONUEVO, ANDRES RODRIGUEZ Y GERARDO MARTINEZ Moyano busca estirar los tiempos para frenar la embestida en la CGT .

Hugo Moyano debió suspender ayer una reunión del Consejo Directivo de la CGT que estaba prevista para hoy y que, incluso, había sido anunciada extraoficialmente. Lo hizo luego de un encuentro en la sede gremial en el que estuvieron únicamente incondicionales del camionero. Se ve que tiene poca memoria el moyanismo: anoche decía que el frustrado encuentro —donde se analizarían los hechos de violencia ocurridos el 17 de octubre— nunca estuvo previsto.Moyano intenta resistir, por estas horas, una ofensiva para desplazarlo del sillón de la CGT, liderada por un sector que hasta ayer era su aliado. Lo integran: el gastronómico Luis Barrionuevo, el estatal Andrés Rodríguez y, menos fervoroso, el albañil Gerardo Martínez.Ninguno de ellos estuvo ayer en Azopardo 802 y la incógnita es si se sentarán a la mesa del Consejo Directivo cuando, finalmente, sea convocado para autoflagelarse por los disturbios en la quinta de Juan Perón. Una ausencia de esos actores expondría a Moyano a un vaciamiento de la mesa de conducción de la central obrera. Lo que es igual a decir que se quedaría casi sin consenso interno."Acá, ni la prensa ni Barrionuevo me van a marcar la agenda de cuándo nos reunimos o dejamos de hacerlo", le dijo Moyano al puñado de fieles que lo escuchaban ayer. Luego llegarían gremios menores, vinculados a la comunicación.Aquella frase bien pudo ser una excusa para no convocar hoy al Consejo Directivo, que se compone de 33 asientos. Eso aseguraban, maliciosas, las fuentes del sector que desató la embestida contra el camionero y que hasta se animó a tirar el nombre de José Luis Lingieri, actual número dos de la CGT, como alternativa. Lingeri se despegó rapidísimo de la jugada y por poco no pide disculpas por esa idea ajena.Moyano intentará, confiesan en su entorno, enfriar el clima hostil con el conveniente manto del tiempo. Apuesta a que se olviden los incidentes de San Vicente o que, al menos, pasen a un segundo plano en la agenda política. Medio centenar de gremios que lo siguen sacó ayer un comunicado condenando el bochorno "con que se pretende deprestigiar al compañero Moyano y al conjunto de la CGT".En los diarios de ayer, metiendo presión para exponer a Moyano, Rodríguez publicó una solicitada exigiendo que se evalúen las responsabilidades por los desmanes de San Vicente. Los camioneros de Moyano integraban una de las facciones que se pelearon —cuando eran los encargados de la seguridad— y el secretario de su hijo Pablo, Emilio Quiroz, disparó a quemarropa frente a las cámaras de televisión.La distancia es otra forma de enfriar las cosas. Casualmente varias delegaciones de gremios moyanistas deberán viajar al exterior sobre el fin de esta semana para asistir a un cónclave sindical. Cuando vuelvan todos, Moyano convocará la Consejo Directivo de la CGT, explicaban ayer las fuentes ligadas al camionero.Debería reunir al menos 17 representantes del Consejo. El barrionuevismo asegura que Moyano, hoy por hoy, sólo puede garantizar 9 voluntades. Frotándose las manos están los "gordos" sindicales, que dejaron la conducción de la CGT peleados con Moyano. Quieren volver y creen que es el momento para desbancar al camionero.

NOTA DE P. DE H: Como lo decía el General: "Al amigo todo. Al enemigo, ni justicia". El presente apotegma debería ser de aplicación obligatoria contra todos aquellos que mancharon la memoria de Perón y se burlaron del pueblo argentino con los bochornosos hechos de S. Vicente.

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