viernes, octubre 20, 2006

Kirchner y Evo acordaron la compra de gas por US$ 32.000 millones

(Clarin, 20 de octubre del 2006).

Lo firmaron ayer en Santa Cruz de la Sierra. El acuerdo cuadruplica la provisión de gas al país. Y garantiza el suministro para los próximos 20 años. El precio sigue en US$ 5 la unidad de medida. Pero es ajustable.

En esa atmósfera de fiesta y afectos que suele encontrar en suelo boliviano, Néstor Kirchner concretó ayer con su colega Evo Morales, en Santa Cruz de la Sierra, un ambicioso convenio energético de inversión y provisión de gas para los próximos 20 años, que cuadruplicará el suministro del fluido a la Argentina y supondrá ingresos para Bolivia de 32.000 millones de dólares.A partir de 2008, si la infraestructura lo permite, la compraventa irá aumentando del máximo actual previsto de 7,7 millones de metros cúbicos a 27,7 millones, en un plazo de dos décadas. "Evo" le garantizó a "Néstor" —como vitoreaba la platea de campesinos y delegados políticos apostados ayer en el polideportivo Gilberto Pareja— que el precio del combustible no se moverá de los US$ 5 cuando en enero de 2007 empiece a regir el contrato. Este es el valor que se había determinado en el aumento de junio pasado —hasta entonces costaba US$ 3,50—, cuando los pre sidentes inicializaron el acuerdo en Hurlingham. Sin embargo, en reuniones trimestrales posteriores —en Argentina se habla de encuentros trimestrales— el precio se irá ajustando con el mercado internacional, con una fórmula basada en el valor de combustibles alternativos como el fuel y el diésel, confirmaron a Clarín el ministro boliviano de Hidrocarburos, Carlos Villegas, y el número uno de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Juan Carlos Ortiz.El acuerdo de asociación estratégica firmado ayer por Morales y Kirchner junto a los titulares de YPFB y Energía Argentina S.A. (Enarsa) es un contrato de compraventa entre Estados, al que está convocado el sector privado. Ayer se hablaba de un movimiento futuro de capitales entre los dos países de 32.000 millones de dólares. Pero, claro, está sujeto a las posibilidades de que se concrete la inversión en un país aun sacudido por la nacionalización de los hidrocarburos decretada por Morales el 1ø de mayo. Las multinacionales extranjeras con capitales en la segunda reserva gasífera de Sudamérica permanecen en vilo y se desconoce si le facilitarán o no el camino al primer presidente indígena de Bolivia.Para la Argentina, el nuevo contrato es de suma importancia. La garantía del recurso es crucial ante la creciente amenaza de desabastecimiento. Pero los 20 millones de metros cúbicos adicionales pactados ayer podrán llegar al país sólo por al llamado Gasoducto del Nordeste, que debería estar construido en 2008. Se estipula que el Gobierno hará el llamado a licitación para las obras —1.700 km de extensión— en diciembre próximo, y en ellas ya hay interesados en danza como el gigante de los ductos, Techint. Por otra parte ayer los presidentes confirmaron que Enarsa encarará proyectos de exploración y explotación de campos gasíferos en Bolivia junto a YPFB. Pero se sigue desconociendo cómo. Los presidentes fueron enfáticos con quienes ponen en duda las potencialidades gasíferas de Bolivia y las del acuerdo. "Si algunos pícaros no hacen las inversiones que tienen que hacer no tengan dudas de que la Argentina va a estar ayudando en las inversiones que corresponden", advirtió el argentino en un discurso plagado de giros en apoyo a su colega. El Presidente y tres de sus ministros (Planificación, Economía y Exteriores) llegaron a Santa Cruz cerca de las 10 de ayer en un avión privado. El nuevo acuerdo con Bolivia que regirá desde enero de 2007 supone para YPFB la asunción de un rol más protagónico que se enmarca en el proceso de nacionalización de los hidrocarburos. Por cierto, YPFB creará junto a Enarsa una sociedad anónima binacional para encarar negocios energéticos conjuntos.Villegas y Ortiz informaron a este diario que el Estado argentino dará un crédito de 400 millones de dólares para la construcción de una planta separadora de líquidos del gas, contemplada también en los acuerdos. Los ingresos por su comercialización dejarán a Bolivia US$ 5.400 millones. Y otros 7.900 millones derivados del petróleo que se extraiga junto al gas, según un comunicado difundido por YPFB.A su vez, los bolivianos se encargaron de oficializar el hecho de que el nuevo contrato contenga una cláusula que prohíba la tercerización hacia Chile del gas que llega a la Argentina. Rivales históricos, La Paz no pactará con las autoridades de Santiago a menos que los chilenos les abran el juego a su viejo reclamo por una salida al mar.

NOTA DE P. DE H: ¿Y si en lugar de hacer tanto gasto en comprar gas boliviano, apuramos la efectiva reestatización de YPF, o le damos facultades a ENARSA para explotar y explorar nuestro suelo? ¿Se dará cuenta el gobierno en algún momento que los recursos naturales de un país pertenecen al mismo y no puede estar sometido al capital extranjero?

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