Fue instaurada en el 2000. Los precios son del Primer Mundo, con salarios del Tercero.
Dicen aquí que están como en Argentina en 1995, viviendo alegre e ingenuamente (no todos, claro) la ficción de la convertibilidad, que aquí es dolarización pura. Pero que todo puede reventar un día. La anunció en 2000 el presidente Jamil Mahuad, entre corralito, fuga de capitales, saqueo bancario con sostén estatal, todo familiar para los argentinos. De Ecuador se fue un tercio del PBI de aquel entonces, US$ 8.000 millones, y le robaron a millones de ecuatorianos.Hoy Mahuad enseña en EE.UU., igual que Domingo Cavallo, que por cierto en 1999, algo ocioso tras ser echado por Menem y antes de conchavarse con la Alianza, vino aquí con Pablo Guidotti y Guillermo Mondino a asesorar sobre dolarizar al presidente Abdalá Bucaram, aquel pintoresco personaje que cantaba a Los Iracundos y cuya hermana Elsa mostraba sus senos diciendo que de ellas no mamaría la oligarquía. Hoy Bucaram vive en Panamá.En 2000 el dólar mató al sucre y hoy todos lo aceptan, como en Argentina cuando hablar mal de la convertibilidad era tabú. ¿Cómo funciona? Sin acuerdo con EE.UU, Ecuador debe proveerse sus propios dólares billetes, y tiene monedas de centavos propias. Sus fuentes básicas son las exportaciones de petróleo, las remesas de emigrados por la crisis y el lavado de dinero.En crudo, la estatal Petroecuador maneja 40% del negocio y las multinacionales, 60%. Tenían más hasta que el Estado denunció a la Oxy y recuperó pozos, aunque el grupo estadounidense lo demandó al Ciadi del Banco Mundial. Pero el fisco capta sólo 15% de la renta del sector privado. La suba del crudo, que ahora se revirtió, provocó un replanteo a 50 y 50 entre Estado y privados, pero sólo sobre el excedente de precio. Y no todo es ingreso neto de dólares: una parte se necesita para importar gas y diesel. Por eso es más relevante el envío de los emigrados, sobre todo de EE.UU. y España: US$ 2.200 millones al año, 5 a 6% del PBI. "En un país de 14 millones de personas, hay 2 a 3 millones afuera. La mitad se fue en estos años", dijo a Clarín el analista Francisco Hidalgo.Para el economista Pablo Dávalos, "el exilio es un factor de descompresión social, es un sector que resistiría aquí la ficción monetaria, y a la vez es fuente de divisas". Del lavado no se habla on the record, pero se ve el boom inmobiliario en todo Ecuador, como otros países latinoamericanos. "Aquí hay libre circulación de divisas y los narcos de Colombia y Perú reciclan sus dólares. Un informe secreto del gobierno habla de US$ 2.500 millones al año", dijo a Clarín un muy informado editor periodístico.Los dólares están, entonces. Pero hay curiosidades. En 2000 la canasta básica para no ser pobre era de US$ 100, hoy es de 430 y el salario mínimo, de 125 (165 contando los 15 sueldos anuales que tienen). Las tasas de interés llegan a 16%, el triple de EE.UU.. El IVA es 12%, también caro. "Los taxistas redondean para arriba, el comercio y las empresas tienen ganancias del 60%. O sea, rige el dólar pero hay inflación como si aún hubiera sucres", dijo Dávalos a Clarín.Rafael Correa, favorito para las elecciones del domingo, promete nacionalizar el petróleo, "renegociar o rescindir contratos si hace falta, pues hubo otros atracos, no sólo la Oxy", dijo ayer a la prensa extranjera, entre ella Clarín. Y también aboga por renegociar la deuda externa, que creció como otra vía de ingresar dólares. Por eso si gana podría haber fuga de capitales. El riesgo país creció estos días y la banca ya puso un tercio de su cartera, US$ 3.500 millones, en el exterior. Así, la dolarización podría estallar.Ayer Correa afirmó también que "la dolarización fue inconstitucional", si se atiene a la actual Constitución que aún habla del sucre. Pero que en un eventual mandato de cuatro años no podrá todavía salirse de ella. Y si gana el magnate Alvaro Noboa, la resistencia social a su plan sería igualmente dura. Ante esos dos escenarios, las inversiones se pararon.Pero la fiesta sigue. Hay 4 millones de tarjetas de crédito y 8 millones de celulares, cifras altísimas para la población, que compra 85 mil autos 0 km al año. "Pura ficción. La clase media y urbana cree que se beneficia pues consume hasta comida de gato importada. ¡Si hasta papa importamos! Pero el campo quiebra", dijo un dirigente del partido indígena Pachakutik. "Ecuador es muy caro, con precios del Norte y salarios del tercer mundo", añadió.
NOTA DE P. DE H: He aquí el espejo donde los partidarios de la dolarización, de la "segunda década infame", deben mirar lo que hubiese ocurrido con nuestro país de haberse instalado este modelo en Argentina.
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