Advertencias sobre brotes antisemitas
Las repercusiones del conflicto en Oriente Medio en nuestro país generaron una crispación en los debates y despertaron señales de alerta frente a lo que podría inferirse como un peligroso deslizamiento hacia expresiones de contenido antisemita. Entre los hechos recientes que generaron esta preocupación se encuentran la aparición de inscripciones y episodios ofensivos hacia el estado de Israel y manifestaciones callejeras de grupos favorables y opuestos a Irán, e incluso a Hezbolláh. Ello motivó pronunciamientos de condena y advertencias por parte de instituciones de la colectividad judía dentro y fuera del país, a las que se sumaron documentos firmados por dirigentes políticos, intelectuales y artistas. También hubo declaraciones de entidades religiosas advirtiendo sobre el peligro de asignar connotación identitaria a los conflictos políticos, con ideologías que ofenden la dignidad humana.Algunos de los planteos incluyeron reclamos al Gobierno por una supuesta falta de respuesta al antisemitismo. El presidente Néstor Kirchner respondió, al respecto, que puede haber grupos marginales antisemitas, pero que no hay un rebrote antisemita en Argentina, y recordó que el Gobierno ha combatido las campañas antisemitas y avanzó en las investigaciones por los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA.El antisemitismo es una de las más antiguas y claras formas del prejuicio, la discriminación y la intolerancia y, como tal, se encuentra tipificada como un delito y merece la más enérgica de las condenas. En nuestro país fue siempre una expresión minoritaria, aunque por épocas tuvo una soterrada influencia. Es importante por ello que las expresiones más representativas de la política, la sociedad civil y la cultura se movilicen en la defensa del clima de tolerancia, el respeto y la convivencia y en la condena de toda forma de discriminación. Al mismo tiempo, es necesario deslindar las posiciones referidas a las relaciones internacionales y las políticas de los Estados, de aquellas respecto de identidades y convicciones religiosas en las relaciones entre los individuos, pueblos y naciones.Es importante que existan rápidos reflejos de condena hacia cualquier tipo de manifestación que afecte la dignidad humana, la convivencia y el respeto entre las distintas colectividades, más allá de toda connotación política.
NOTA DE P. DE H: Nuevamente el lobby sionista agita el fantasma de la discriminación para esconder la masacre que efectuaron en el Líbano y Palestina. Por supuesto que se debe condenar cualquier forma de racismo, en este caso, es tan repudiable el antisemitismo como el sionismo internacional. Lo demás es pura propaganda.
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