(Clarin, 19 de septiembre del 2006)
EL FRENTE EXTERNO : LA POSTURA ARGENTINA Y DEL GRUESO DE AMERICA LATINA FUE DERROTADA
Los países más poderosos del FMI consiguieron ayer una supermayoría de 90,6% de los votos para aprobar el proyecto de reforma que presentó su titular, Rodrigo Rato, y que hoy será bendecido formalmente en el acto de apertura de la Asamblea del organismo que se hace en Singapur. De esta forma, quedó derrotada la posición de los países en desarrollo que habían elegido a Felisa Miceli como su vocera. Para Argentina, que ya pagó la deuda con el FMI pero que sigue siendo miembro del FMI, esto implica pérdida en la representación ante el organismo.Lo que se aprobó ayer implica dar mayor representatividad a México, Corea del Sur, China y Turquía, pero sin modificar los criterios básicos en función de los cuales se asignan los porcentajes de votos de cada país miembro. Y ésta es la principal objeción que hacen los países del Grupo de los 24 que preside transitoriamente Miceli.La sospecha de los rebeldes es que, a pesar de las promesas de Rato, la revisión profunda del reparto de votos nunca se hará. O, si se hace, será para perpetuar las proporciones actuales, que favorecen abiertamente a los más ricos, empezando por Estados Unidos, que cuenta con 17% y posee un poder de veto absoluto.De todos modos, América latina —con excepción de México— consiguió presentar un frente unificado y votó en bloque contra la propuesta oficial. Argentina, Brasil, Chile, Venezuela, Uruguay y Colombia, entre otros, comenzaron ya a trabajar para dar pelea en una próxima etapa."Aunque no llegamos a superar el 15% que hubiera sido necesario para rechazar la propuesta que ganó, sentamos un precedente importante porque se unificó toda América latina y la mayor parte de los países de Asia, con India a la cabeza", explicó a Clarín el representante argentino ante el FMI, Héctor Torres.Ocurre que a partir de ahora se abre un período de discusiones para revisar la base de cálculo para fijar los porcentajes de cuota. Según las quejas de los funcionarios argentinos, actualmente rige el criterio de "un dólar, un voto", en alusión irónica a los parámetros que asignan mayor influencia a las economías más grandes. Por eso, advierten que el 90,6% que logró ayer la propuesta del oficialismo en el FMI está muy lejos de ser equivalente al mismo porcentaje de países.El problema es que para discutir y votar los futuros cambios se utiliza el criterio de mayoría simple. Es decir que Estados Unidos podría imponer con sus socios la fórmula que se le ocurra. Contra eso, el único resguardo que lograron negociar los más débiles —aunque no por eso menos numerosos— es que cualquier cosa que se decida tiene que hacerse con el consenso más amplio posible. Pero eso es apenas una exhortación política frente a las chances que los reglamentos le asignan a la cúpula actual para modelar cambios a su gusto.
NOTA DE P. DE H: Ya lo decía el Gral Perón: "En casi todos los países adheridos al famoso Fondo Monetario internacional se sufren las consecuencias y se comienzan a escuchar las lamentaciones Cuando en 1946 me hice cargo del gobierno, la primera visita que recibí fue la del presidente del Fondo Monetario Internacional que venía a invitarnos a que nos adhiriéramos al mismo. Prudentemente le respondí que necesitaba pensarlo y, enseguida, destaqué a dos jóvenes técnicos de confianza del equipo del gobierno para investigar a este monstruo tan peligroso, nacido según tengo memoria en los sospechosos acuerdos de Breton Woods. El resultado de este informe fue claro y preciso: en síntesis, se trataba de un nuevo engendro putativo del imperialismo".
Este gobierno debería aplicar la doctrina peronista en lugar de seguir ligado a la plutocracia internacional, aunque nos queda como consuelo, que los países sudamericanos votaron en bloque ante el FMI, y a pesar de los gobernantes, deberá llevarse adelante la integracón postergada de hispanoamérica.
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