(Clarin, 26 de septiembre del 2006).
Los 25 años de la guerra con el Reino Unido prometen un caudal noticioso tan voluminoso como el de las iniciativas políticas que se irán acumulando hacia abril de 2007. En medio del paralizado diálogo angloargentino en torno a Malvinas, en uno de los foros online que aborda la cuestión del archipiélago (www.falklands-malvinas.com/forum) reapareció uno de los más anhelados deseos isleños: la autodeterminación. Semanas atrás se dijo allí que el consejero legislativo Richard Davies y otros políticos de las islas estaban "pensando en liberarse de una vez por todas de la amenaza que representa las pretensiones de soberanía de la Argentina, sobre todo en vísperas del 25 aniversario del conflicto de 1982". Una fecha que "atraerá la atención internacional" y que expondrá también las "razones por las cuales el Reino Unido mantiene aún este pequeño enclave".A su vez, en declaraciones al diario chileno La Tercera, Davies ha expresado: "Los deseos de los isleños son extremadamente claros y consisten en seguir aumentando sus facultades de gobierno propio, pero en el contexto de retener un vínculo con el Reino Unido". Ello es que Londres siga a cargo de su Defensa y quizás también de la política exterior. En el foro en Internet también se ha discutido con gran avidez el libro del senador Rodolfo Terragno, Historia y Futuro de las Malvinas, donde el legislador señala que una de las herramientas con las que cuenta la Argentina para evitar que los isleños declaren su independencia apelando a la Carta de Naciones Unidas es la de presentar como prueba ante el Comité de Descolonización de la ONU la llamada British Nationality (Falkland Islands) Act. Sancionada por Londres tras la guerra, esta ley reconoció a los kelpers como ciudadanos británicos. "Hay que avanzar lo más rápido con esta prueba. Las declaraciones de Davies demuestran que están encaminándose hacia la independencia, y vamos a llegar tarde", indicó a Clarín Terragno, quien también presentó su proyecto en el Senado para que sea elevado al Ejecutivo. El argumento de Gran Bretaña en la posguerra ha sido siempre el mismo: los isleños son un pueblo distinto al que fueron tras la ocupación de 1833; y por la misma razón que sus viejas colonias se independizaron, el principio de autodeterminación se ajustaría a Malvinas, si los isleños lo quisieran. Pero la ley de nacionalidad británica probaría lo contrario, remarcó Terragno: "equipara la situación a la de Argentina", que considera a las islas su territorio, asumiendo como parte de ella también a sus habitantes, que sin embargo rechazan ser parte del continente. El Comité de Descolonización de ONU siempre reconoció la existencia de esta disputa como un asunto bilateral. Todas estas discusiones se producen en medio de versiones en ambientes diplomáticos que indica que la administración Kirchner estaría evaluando, de cara al 2007 —también un año electoral— medidas de mínima y de máxima, que van desde la ruptura de los acuerdos pesqueros y de hidrocarburos firmados con Londres a principios de los noventa, a la derogación del acuerdo sobre comunicaciones con las islas de 1999. Ninguna fuente oficial lo ha confirmado. Pero en el terreno de las especulaciones también se juega con el hecho de que, en ese caso, Londres apelaría a la independencia de Malvinas.
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