miércoles, septiembre 20, 2006

Señales de distensión en el conflicto entre el Papa y los musulmanes

EL PONTIFICE HABIA VINCULADO AL ISLAM CON LA VIOLENCIA

El presidente iraní aseguró que su país respeta a Benedicto XVI. Y, en Roma, el Centro Islámico señaló: "Para nosotros el caso está cerrado". Hubo algunas protestas, pero de menor intensidad.


Por primera vez desde el fatal martes 12 en el que el Papa pronunció las declaraciones sobre el islam en la Universidad de Ratisbona, durante su viaje por Alemania, ayer fue una positiva jornada de distensión, aunque continuaron las protestas contra Benedicto XVI. La señal más importante de apaciguamiento la dio el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, quien dijo: "Respetamos al Papa y todos deben estar interesados en la paz y la justicia". "Creemos que todas las religiones de Dios buscan la paz, la seguridad, la moral y la justicia", dijo. Agregó que "musulmanes, cristianos y judíos deben ser promotores de la paz". El presidente iraní señaló que había apreciado que el Papa hubiera "modificado" sus dichos en la lección teológica de Ratisbona, al mostrarse el domingo "profundamente apenado" por las duras reacciones de los musulmanes y explicar que no había querido ofender las convicciones religiosas de los islámicos.Otro gesto conciliador lo dio el dirigente del Centro Cultural Islámico de Roma, Abdalá Raduan, quien afirmó que "para nosotros el caso está cerrado", después de que el domingo el Papa dijo que estaba "muy apenado" e invitó a un diálogo "franco y sincero". "Nosotros acogemos con satisfacción ese llamamiento y no ahorraremos esfuerzos para fomentar el diálogo", agregó. El anuncio del dirigente musulmán italiano fue recibido con aplausos en la sala de Giulio Césare del Capitolio romano, donde el popular alcalde Walter Veltroni había convocado a un diálogo interreligioso a raíz de la publicación de una revista ecuménica financiada por el municipio de Roma.El imán de la mezquita de Roma, la más grande de Europa, Sami Salem, dijo a su vez que "ha llegado la hora del diálogo entre las religiones". El lunes, el imán había afirmado que las declaraciones del Papa en Ratisbona habían "hecho retroceder varios años" las relaciones entre el Vaticano y el islam. Los dos líderes islámicos pusieron sus manos en las del alcalde Veltroni, el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, y el cardenal francés Paul Pouppard, uno de los "ministros" del Papa en el gobierno central de la Iglesia y actual responsable del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. El gesto sirvió para demostrar la voluntad de imponer un clima de diálogo en Roma e Italia entre las tres grandes religiones monoteístas.En Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, Hasym Muzadi, líder de la mayor organización islámica, remarcó: "El Papa se disculpó, eso es suficiente y ahora hay que calmarse". El martes 12, en su lección de teología en la Universidad de Ratisbona, el Papa leyó una cita con frases de un emperador de Bizancio en el siglo XIV, quien calificó al profeta Mahoma de suministrar enseñanzas "malvadas e inhumanas" como el defender "la espada" (la violencia) para imponer las conversiones al islam.El Papa también se refirió a la "Jihad", guerra santa, mencionada en el Corán y comparó estas doctrinas del islam con el cristianismo, que dijo que defendía "el logos", o sea una armonía entre la razón y la fe, por la cual la violencia "es contraria a la esencia de Dios". Ante el revuelo que sus palabras generaron en el mundo musulmán, el Papa ensayó explicaciones y disculpas en principio sin demasiado éxito. Ayer mismo continuó con su ofensiva y llamó al "respeto de las convicciones religiosas" y rechazó "toda forma de violencia".Aunque ayer no hubo marchas violentas como en los últimos días, no todos los ánimos se muestran calmados. Hay muchas expectativas tanto por lo que dirá hoy el Pontífice durante la audiencia general de los miércoles, como por los preparativos de la "jornada de furia racial" que muchos grupos están organizando en el mundo islámico para el viernes, día de la plegaria musulmana. En la ciudad santa iraní de Qom, estudiantes de teología musulmanes shiítas marcharon pacíficamente exigiendo al Papa que presente formales excusas al islam por sus palabras en Ratisbona. También gritaron fuertes consignas de "Muerte a EE.UU. y a Israel", pero no hubo incidentes. El Vaticano ha iniciado una ofensiva diplomática a través de sus nuncios (embajadores) en los países musulmanes para dar explicaciones que permitan aliviar las fuertes tensiones de estos días.


NOTA DE P. DE H: Su Santidad se ha disculpado por las declaraciones que ofendieron al islam, lo cual es saludable, ya que como señalamos desde P de Hierro, es esta religión, junto a la católica, los dos pilares de resistencia contra el gnosticismo y la Nueva Era de Acuario impulsada por los cultores del Nuevo Orden Mundial.
Es lógico por lo tanto la reacción que tyvo respecto al tema la secretaria de Estado Condoleezza Rice quien dijo: "Espero que todas las religiones estén dispuestas a dar un paso atrás y ver a nuestra humanidad en su conjunto". Toda una declaración en línea con el mundo uno, agnostico y hedonista que impulsa el Nuevo Orden.
A pesar de todo, la situación, a Dios gracias, tiende a descomprimirse, y uno de los artífices de ello es nada menos que el hombre señalado por Washington como terrorista, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, quien dijo: "Respetamos al Papa y todos deben estar interesados en la paz y la justicia". Se trata de declaraciones pacíficas y prudentes por provenir de un hombre que "impulsa el terrorismo" (¡pobre Bush, cómo se le complica el escenario internacional!)
A todo esto, en Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, Hasym Muzadi, líder de la mayor organización islámica, remarcó: "El Papa se disculpó, eso es suficiente y ahora hay que calmarse", toda una declaración si consideramos que proviene de un hombre de fe en una religión "violenta y que desprecia la vida".

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