NEGOCIOS Y MERCADOS : ENCUENTRO POR EL ANIVERSARIO DE LA FUNDACION MEDITERRANEA
Sin embargo, para el economista, Argentina "no recibió inversiones importantes aún".
En su condición de economista del Banco de Inglaterra, Mario Blejer, ex presidente del BCRA, estuvo en Córdoba, invitado para el 29 aniversario de la Fundación Mediterránea. "En 1979, durante un período corto, pasé por la Fundación", comentó a Clarín. Antes de que se encienda el grabador, se excusó por no "responder temas políticos". "¿Cómo cuáles?". "Y, si soy amigo de Lavagna o cosas así". "¿Es amigo?". "Sí, aunque tuvimos discusiones; pero no me haga hablar de eso".—Usted mencionó que la distribución injusta de la riqueza es una amenaza para la globalización. ¿Incluye este riesgo para el país?—Creo que existe esa percepción de injusticia. Hay una distribución sesgada de la riqueza. Esto va a traer consecuencias graves para la globalización, porque genera resentimiento y reacciones negativas y puede terminar destruyendo, frenando o debilitando el proceso. Esto alcanza a todo el mundo. En los diez países donde crece el número de millonarios, no encontramos los países industriales. Son todos emergentes. Corea del Sur, la India, Rusia, también aparece Brasil.—¿Y la Argentina?—Esa lista tiene unos 30 países y no está. Es posible que aunque la distribución del ingreso no ha mejorado (en la Argentina), tampoco haya empeorado.—En los círculos que usted frecuenta, ¿sorprende el sostenimiento de la recuperación del país?—Se lo sigue con mucho interés. Se considera que hubo una perfomance buena. Los economistas creen que el proceso de salida de la crisis fue exitoso. Por la velocidad de salida, y luego por la continuidad que se ha tenido. Hay sorpresa inclusive por la recuperación del sector financiero. Pero llega un momento donde ya no se puede hablar de recuperación. Ya hemos alcanzado en términos de ingresos, el nivel de 1998. En un gráfico veremos que la curva forma una "u" completa (Blejer dibuja sobre una servilleta). La pregunta ahora es cómo sigue. —Bueno, le tomo prestada su pregunta, ¿cómo sigue esto?—La recesión argentina comenzó en el 98, cuando empezó a caer el ingreso. En el 2002 empezó la recuperación. Fue muy rápida, a 9 y 8 por ciento. Tengo apuestas de cien dólares cada una, con economistas de Buenos Aires, cuando dije a principios de año que la economía iba a crecer un 8,5 por ciento. Me decían que iba a ser de 5, 6. A fines de 2006, tendremos un 8,5. Pero si tomamos desde 1998, en casi diez años hemos crecido solo un 10 por ciento. Eso explica que a pesar de la recuperación exitosa, aún tenemos problemas sociales muy serios. Es fundamental seguir creciendo muy rápido. La Argentina no puede crecer con la tasa promedio del mundo, de 2 o 3 por ciento. Yo creo que el año próximo también se crecerá con una tasa alta. Argentina debe sostener tasas altas. Tiene que recuperar el tiempo perdido.—¿Cómo se sostiene el crecimiento?—Se debe consolidar la competitividad. Yo apoyo las políticas que se implementaron, pero como una transición: dólar alto, impuestos laborales bajos, subsidios a algunos insumos, tarifas congeladas. El superávit fiscal permitió ganar competitividad. Pero estos mecanismos no son suficientes para que la curva de crecimiento siga para arriba. La ganancia legitima de competitividad, requiere de inversión. El gobierno dice que está por armar una agencia de inversión. Me parece una buena idea, sino se la usa para favores políticos. Todavía no recibimos inversiones importantes.—¿El clima político favorece esas inversiones?—No sé. La historia también juega. Argentina tiene una historia muy ciclotímica. Las inversiones importantes necesitan horizontes largos.
NOTA DE P. DE H: Este señor economista, ni bien terminó su gestión en el Banco Central de Argentina se fue a trabajar a Inglaterra como economista del Banco de Inglaterra.
En una nota de Puerta de Hierro nos referimos a la autarquía del Banco Central y la dependencia del mismo de la city londinense, sin contar que el sistema bancario nacional fue diseñado por ingleses. Imagine Ud para quien trabaja Blejer.
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